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Kingdom Hearts 358/2 Days

Spin-off comprimido.

Lograr un Crossover decente es, y dejad que emplee un eufemismo, un pelín complicado. Cuando tratas de juntar a personajes de universos diferentes en un mismos formato la cosa tiene todas las de salir mal: incluso una buena combinación de personajes (como pudiera parecer en un principio todo el tema de la Civil War de Marvel) puede fastidiarse si no se le sabe dar un toque adecuado, y viceversa. Sin salirnos demasiado de los videojuegos (donde podríamos tirarnos años con títulos de Serie B como la reciente MegaShark vs Giant Octopus), nos han brindado un gran abanico de títulos del que en general no nos podemos quejar mucho, especialmente con gigantes del género de lucha como Super Smahs Bros o Marvel vs Capcom 2. Pero si hubo uno que destacó por lo totalmente inesperado tanto de selección de personajes como por el ambiente en que conicidirían, ese fue Kingdom Hearts, la unión de Disney y Square Enix en un Action-RPG que sorprendentemente no sólo no apestaba sino que fue recibido con los brazos abiertos tanto por público como por prensa especializada, que ha motivado que lleguemos a esta cuarta iteración, la segunda en portátil de Nintendo.

El argumento de KH 358/2 se sitúa entre ambos Kingdom Hearts, viviendo desde una perspectiva diferente los sucesos de la secuela de GBA, Chain of Memories, y todo lo que conduce al principio de la secuela en PS2. Manejamos a Roxas, viejo conocido de los jugadores de la última entrega de la saga, el miembro más reciente (y amnésico) de la Organización XIII. Esta organización es un grupo de Incorpóreos (seres que nacen cuando un hombre con un corazón fuerte sucumbe y se convierte en sincorazón) que buscan sin descanso Kingdom Hearts, el Reino donde podrán obtener el poder de todos los corazones liberados por el arma conocida como Llave Espada, y de paso conseguir los suyos propios. Su búsqueda llega a un punto culminante con la llegada de Roxas, que posee el poder de invocar la Llave. Pero pronto dejará de ser el único con ese poder en la Organización...

Puede parecer que la cosa va a ponerse emocionante pronto: nada más lejos de la realidad. El juego no arranca hasta pasada la mitad del juego. Hasta entonces, introduce una historia que parece mero relleno, que no aporta absolutamente nada al universo de Kingdom Hearts y sólo introduce un par de personajes que no hubiésemos echado de menos si jamás hubiesen aparecido. Tampoco es que las revelaciones del final sean especialmente esclarecedoras. Se puede aguantar si llevas tiempo siguiendo esta serie de juegos y quieres ampliar información (se conoce mucho mejor a miembros importantes de la Organización, y en ese sentido complementa bien al KH2), en caso contrario mejor huye de las escenas, ya que todo se da por conocido, empezando por el argumento del Chain of Memories. Por suerte, una vez salvado el escollo de un principio más duro (por aburrido) aún que el del KH2, se empieza a revelar información de importancia capital y se resuelve el final con bastante eficacia.

Para potenciar la portabilidad del título, se han eliminado los mundos abiertos y se ha cambiado la estructura de los niveles, de forma que tendremos que hacer mini-misiones de apenas unos minutos de duración. Cada pantalla estará limitada a las zonas que necesitemos para finalizar la misión, lo que probablemente elimine bastante esfuerzo gráficos a la máquina. La idea está bien, ya que nos permite salvar partida cada poco y no estar ansiosos mirando el nivel de batería.

El único problema de esto es que por alguna razón se ha creído conveniente introducir una escena después de cada misión. Y al final muchas sobran y son demasiado largas. Una vez más, da la sensación de ser una historia metida con calzador para explicar un par de hechos puntuales. Por no hablar de las típicas historias secundarias de cada personaje Disney, en las que para justificar que ninguno de ellos reconozca a Roxas, directamente no le ven. Pasamos casi al lado de Aladdin, Jack Skellington, Bestia y compañía, y cotilleamos escondidos detrás de una pared cercana, pero nunca llegamos a encontrarnos cara a cara con nadie (quitando dos secundarios muy concretos, y uno de ellos no puede ni hablar). Como os imagináis, esto rompe cualquier vínculo con el jugador, que no participa en la historia de ningún mundo.