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La colección de Magic de Assassin's Creed no sólo es fanservice, es una puerta de entrada perfecta al juego

Parkour.

Los crossovers son un elemento que, dentro de los videojuegos, el cine, el cómic o cualquier otro medio en el que queramos fijarnos, suele despertar sensaciones encontradas. El razonamiento tras su existencia es simple: si nos gustan dos personajes, dos universos, dos películas o dos videojuegos por separado, entonces seguro que nos gustan todavía más cuando los juntamos. Pero, en la práctica, no siempre así. Adaptar personajes o universos a otros medios es una tarea delicada; a veces, los motivos por los que la cosa original nos fascinaba tanto se pierden, inevitablemente por el camino. Con un poco de sorpresa - pero mucha más alegría, eso sí -, estas últimas semanas he descubierto que la colección de Magic: the Gathering inspirada en Assassin’s Creed es uno de los ejemplos más solventes, agradables y divertidos de crossover entre dos franquicias que he experimentado en los últimos años, incluso si son medios y dinámicas que, a priori, ni siquiera tienen nada que ver.

Estaba claro que a quienes éramos fans de Magic y de Assassin’s Creed de antes, este pequeño experimento nos iba a gustar. Pero el mayor acierto de la colección, creo, es la cantidad de capas a las que funciona. A la hora de realizar esta colección, el equipo de Wizards of the Coast parece haber tenido en cuenta especialmente a dos tipos de público: aquellos a quienes les guste Magic, pero no Assassin’s Creed; y aquellos a quienes les guste Assassin’s Creed, pero no Magic. Esto lo convierte en un punto de entrada muy, muy chulo para quienes tengan curiosidad por el juego de cartas; y una fuente de curiosidad y preguntas inevitable para quienes no hayan jugado los videojuegos, que puede hacer que consideren echarles un vistazo por primera vez.

Pero quizás merezca la pena pararnos a explicarlo todo desde el principio. Empezando por qué es este Universes Beyond: Assassin’s Creed.

La iniciativa Universes Beyond es la rama de colecciones spin-off de Magic: the Gathering. Se estrenó con la colección del año 2021, Aventuras en los Reinos Olvidados, que añadía elementos de Dragones y Mazmorras al universo de Magic. Más tarde, hemos tenido colaboraciones con franquicias como El Señor de los Anillos, Doctor Who, Transformers o Jurassic Park. En lo que respecta a los videojuegos, la mayor iniciativa hasta la fecha ha sido la colección especial de Fallout que se lanzó a principios de este año. Assassin’s Creed es la segunda franquicia videojueguil que recibe su propia colección en Magic, esta vez en forma de mini set: una colección de 110 cartas que pueden comprarse en sus propios sobres y que adaptan elementos del mundo de la saga de Ubisoft a las mecánicas del juego de cartas.

Para los fans de Magic, pero que no conozcan - o a quienes no les interese particularmente - Assassin’s Creed, el set es interesante por varios motivos. El primero son las cinco reimpresiones de cartas icónicas de la historia del juego: Transgresión temporal es un punto clave de muchas estrategias de combo con colores azules, Amparo de la oscuridad reaparece por primera vez desde el año 2002 y la Espada de abundancia y escasez acelera nuestra partida de manera notable y también llevaba fundamentalmente desaparecida del juego desde 2011. Sin ser cartas tan raras, también cabe decir que a nadie le amarga tener un Empujón fatal, un Conexiones en el mercado negro o un Descanse en paz extra. Creo, no obstante, que el principal punto fuerte de la expansión para los jugadores de Magic es la manera en la que Wizards of the Coast se ha centrado en hacerla girar alrededor de los personajes. De una manera mucho más acusada de lo que vimos en la expansión de Fallout, por ejemplo, el centro de esta colección son los distintos protagonistas y figuras icónicas de los juegos de Ubisoft. Ezio Auditore, Edward Kenway, Kassandra o Altaïr se cuentan entre las cartas más buscadas de la expansión, y por buen motivo: son propuestas potentes dentro del juego, pero también con ideas muy originales que nos generan incertidumbre y curiosidad sobre la personalidad del personaje en cuestión. Edward se centra en el control de vehículos y en jugar las cartas del oponente; Ezio, en acumular distintos colores - es decir, distintas estrategias - para golpear rápido y estratégicamente y hacer perder al rival rápidamente; Kassandra ataca rápido y puede equiparse la Lanza de Leónidas para golpear dos veces o hacernos robar carta, y Altaïr copia a los asesinos caídos que tenemos en el cementerio para crear copias suyas que pongan al enemigo en un aprieto.

Si no habéis entendido ni una sola palabra de todo esto, no pasa nada. Porque la otra fortaleza del set de Assassin’s Creed es que, a un nivel básico, puede entenderse de forma intuitiva. Incluso si las cartas en sí están bien, mi producto favorito que ofrece la colección son los dos mazos de inicio. Un pack a precio reducido - un poco menos de 20 euros por dos mazos completos, en total 120 cartas - que nos ofrece dos barajas listas para jugar desde el mismo momento en el que las saquemos de la caja. El pack viene, además, completo con un pequeño librillo de reglas que nos explica cómo funciona el juego y nos responde a algunas de las preguntas frecuentes cuando estamos empezando.

La verdadera magia es que los dos mazos están construídos con un mimo soberbio y son muy, muy divertidos. El protagonista del primero de ellos, en los colores azul y negro, es el propio Ezio, en su versión “hoja de la venganza”. La estrategia de este mazo se centra alrededor de crear asesinos que no se puedan bloquear y robar cartas, para abrumar al oponente con nuestra supremacía de números. El segundo mazo, protagonizado por Eivor, se centra en añadir equipamientos a nuestras criaturas, hacerlas crecer, y hacer daño directo al oponente. Aunque ambos hacen gala de algunas de las mecánicas nuevas que se han introducido en este set (como el parkour, clara referencia a los títulos más clásicos de la serie de Ubisoft) las dinámicas que se presentan son sencillas de comprender. Al mismo tiempo, estas barajas representan a la perfección la personalidad de cada uno de sus protagonistas.

Siendo sincera, e incluso si originalmente tuve mis reservas, la colección de Assassin’s Creed de Magic: the Gathering me ha sorprendido incluso más de lo que lo hizo la de Fallout en su día. Plantea una línea excelente de colaboraciones que no sólo buscan maximizar el beneficio o el márketing de los productos, sino que están desarrolladas con verdadero pensamiento y cariño sobre lo que buscan los fans y los motivos por los que aprecian las franquicias que utilizan. Por lo que está anunciado de momento, la próxima parada es Final Fantasy: una colección que, de parecerse a esta, dará sin duda mucho que hablar.

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