La crónica tras la conferencia de Microsoft

Vaya conferencia y menuda mañana. Seguramente será la mejor de toda la feria. Microsoft ha sacado toda su artillería y se lo ha puesto realmente difícil a Sony y Nintendo. Ha sido, además, un show plagado de estrellas y de ideas de otro planeta.

El auditorio estaba lleno. Nosotros, sentados en la parte derecha mirando el escenario, y con Mizuguchi justo delante, hemos vibrado con todos los demás en cada anuncio. ¡Dios, esto es insuperable! Y a los tres minutos repetíamos la frase. Una tras de otra y una conferencia como las de los antiguos E3.

Primero hemos visto a Ringo Starr, Yoko Ono, Olivia Harrisson y Paul McCartney en el escenario. Su discurso ha sido breve, quizás decepcionante y demasiado mercenario, pero el hecho es que estaban ahí. Imágenes del juego se proyectaban detrás, moviéndose al ritmo de esas canciones que han hecho crecer a varias generaciones. Cada canción tiene un grafismo distinto. Y lo más importante: el mimo con el que está hecho se nota en cada píxel.

De ahí saltamos a otros juegos que, de no haber presenciado una conferencia tan extremadamente espectacular, serían auténticos centros de atención. Left 4 Dead 2, Crack Down 2, lo nuevo de Epic, Halo ODST... y unos cuantos que merecen una mención aparte. El nuevo Splinter Cell pinta brutal. Lo que se ha enseñado ingame demuestra que en Ubisoft quieren renovar la saga, no dejarla morir, como parecía que iba a pasar. Modern Warfare 2 vuelve con sus situaciones escriptadas pero llenas de tensión; ahí ya se intuye un super éxito de ventas. ¡El nuevo Halo! Además podremos tener acceso a una beta multijugador comprando ODST. También ha salido Kojima, emulando a sus personajes, y anunciando un nuevo y exclusivo Metal Gear para Xbox 360, con Raiden de protagonista. Sí, quizás no sea el mejor personaje, pero... ¡menuda bomba!

La gente reaccionaba con vítores tras cada vídeo. Se palpaba la pasión. Vibrábamos con todo lo que se enseñaba.

Hasta que ha llegado Project Natal. Steven Spielberg y Peter Molyneux, amén de unas cuantas demostraciones en directo, nos han dejado soñar, por un instante, en una nueva forma de entender los videojuegos. Quizás la revolución que prometen se quede en un sistema tipo EyeToy sin más trascendencia, o puede que acabe teniendo unos pocos minijuegos. Es posible que pase, de hecho. Pero si se le da cancha y se explora esa vía... ¿quién sabe qué podremos ver? El miércoles lo probaremos en directo y os contaremos qué nos ha parecido.