La demo de Bleak Sword DX contiene la más pura esencia de la fórmula Soulslike
Abstract Souls.
Encuadrar temporalmente un texto - aunque también se puede aplicar a obras visuales - no es santo de mi devoción. Sin embargo, a veces las circunstancias nos empujan a subvertir, aunque sea de forma leve, nuestros principios, aun a riesgo de que, a la larga, nuestro contenido termine cayendo en imprecisiones como estas. Ahora bien, cuando el murmullo relativo al papel de la IA en el arte lleva camino de convertirse en una cacofonía incesante y descorazonadora, conviene señalar que títulos como Bleak Sword reivindican, ni que sea de rebote, el innegable papel de la creatividad y la mano del ser humano a la hora de representar mundos repletos de fantasía y aventura.
No obstante, Bleak Sword no es, en absoluto un título de nuevo cuño, puesto que se publicó inicialmente allá por 2019 en Apple Arcade. Su versión DX, que es la que hemos podido probar estos últimos días, llegará próximamente a PC para expandir su ambicioso estilo a más plataformas.
More8Bit, de la mano de Devolver Digital, solo necesita tres colores - blanco, rojo, negro y las consabidas escalas de grises - para construir unos niveles evocadores con oscuros bosques llenos de peligros y amenazantes criaturas. Todo ello gracias a un empleo magistral de la abstracción, puesto que sus figuras son pixelados esbozos que contienen los detalles mínimos para identificar los conceptos que representan. Así, nuestro héroe porta la arquetípica combinación de espada y escudo que, claro, lo identifican como el caballero que se embarca a la aventura de salvar a un reino que lleva siglos envuelto en la desesperación. Pero lo mismo se aplica a las criaturas que intentarán interrumpir nuestro avance: murciélagos, zombis o espíritus de la noche son tan escuetos en detalle como perfectos en su sencillez.
Y lo mismo, afortunadamente, se puede decir de las mecánicas que sustentan su combate. Pocos, muy pocos, esquemas de control ofrecen tantas posibilidades con un número de inputs tan reducido. Desplazarnos con el stick izquierdo, bloquear con L1/LB, rodar con A/X y atacar con X/□ es todo lo que necesitaremos para embarcarnos en nuestra aventura, además de poder usar los dos objetos que cabrán en nuestro inventario con el pad direccional izquierdo y derecho respectivamente. Redondea todo el sistema una barra de vida y otra de resistencia que, como no podría ser de otro modo, se irá agotando a medida que desenvainemos nuestro acero. Y cuando todos estos engranajes se ponen en funcionamiento, el resultado es un sistema que estudia la fórmula de los soulslike y la reduce a su mínima expresión, haciendo que su esencia sea accesible para la mayor cantidad de jugadores posible.
A este hecho contribuye, y de qué manera, que los niveles de Bleak Sword se presenten al más puro estilo arcade - 1-1, 1-2, etc. - y el contenido de los mismos se desarrolle en una cuadrícula estanca. Así, el tono de sus combates es rápido, vibrante, duro y de apuestas altas, puesto que es fácil morir en un título en el que existe un duro sistema de pérdida de experiencia y objetos, con una clara llamada al género que homenajea. Eso sí, la férrea estructura de sus niveles elimina esas complejas rutas de vuelta a por nuestra experiencia, puesto que el último escenario en el que hayamos caído será aquél que tengamos que conquistar para recuperar todo lo que portásemos con nosotros.
Por si todo esto fuera poco, Bleak Sword DX promete incluir múltiples novedades con respecto a su versión original - de las cuales se da un pequeño adelanto en esta demo - y que ampliarán un repertorio que, ya de por sí, está repleto de oscura fantasía, combates a cara de perro, espadazos, contraataques, muerte, traición y venganza. Un minimalista soulslike que no solo no se limita a seguir la manida fórmula de tantos otros imitadores sino que escoge el camino menos transitado: pedir un mínimo esfuerzo de abstracción al jugador para, a cambio, ofrecerle un título que, por ahora, apunta altísimo.