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La Historia de Nintendo

Segunda Parte: Gunpei Yokoi y la revolución tecnológica en Nintendo.

Una filosofia personal que marcó a toda la empresa

En Japón se han dedicado no pocos libros al legado y figura de Gunpei Yokoi.

Poco después de su trágica muerte en 1997 apareció un libro en Japón que recopilaba varias entrevistas con Gunpei Yokoi. En estas extensas entrevistas, Yokoi pone nombre a lo que fue su eterna filosofía al mando de la revolución tecnológica en Nintendo: "Pensamiento Lateral con Tecnología Marchita". Una traducción muy liberal por mi parte de una filosofía que consistía en buscar nuevos y revolucionarios usos a tecnología barata y experimentada. Yokoi mantenía que un buen producto no necesitaba tecnología de última generación para triunfar sino una buena y revolucionaria idea como base. De hecho, Yokoi estaba convencido que precipitarse en el uso de una tecnología demasiado nueva podía llegar a ser contraproducente para el producto.

Esta filosofía sería la que Nintendo seguiría a rajatabla en los desarrollos de sus dispositivos de juego doméstico como NES, Game Boy o Super Nintendo. Todos ellos eran productos de muy bajo coste pero que gracias a la inventiva y capacidad de sus ingenieros lograban proezas técnicas de las que no eran capaces ni los ingenios más modernos. Una filosofía ésta que Nintendo ha seguido desde entonces y continua hoy en día como su mismo presidente, Satoru Iwata, ha reconocido en varias ocasiones. Nintendo Wii es un buen ejemplo de ello, reaprovechando hardware teóricamente obsoleto pero con la idea del WiiMote como base principal. Es bien conocido, además, que la decisión final del diseño de esta consola fue obra de Genyo Takeda, uno de los mencionados más cercanos colaboradores de Yokoi en los setenta y de cuya figura hablaré más adelante.

Una filosofía que, acompañada de un buen marketing y una serie de decisiones muy bien tomadas, fue la que en última instancia logró que NES y sus sucesoras fueran un tremendo éxito alrededor del mundo. Pero de la misma forma también fue esta filosofía la que precipitó a Nintendo a no usar CDs en Nintendo64 permitiendo el auge de Sony y su PlayStation. Una filosofía, en definitiva, que explica en pocas palabras todos los movimientos de Nintendo en el terreno del videojuego desde los años ochenta hasta la actualidad.

Un entretenimiento para ejecutivos

La influencia de Yokoi ha llegado hasta nuestros tiempos, influenciando el diseño de la mismisima Wii.

Esta misma filosofía sería la que motivaría a Yokoi en su siguiente invención, probablemente la que mayor fama le ha dado históricamente hablando con permiso de la Game Boy: las Game & Watch. Dice la leyenda que en uno de sus habituales viajes en el tren bala japonés, Yokoi se quedó absorto mirando a un aburrido ejecutivo jugueteando con su calculadora. Éste se preguntaba si sería capaz de desarrollar algún tipo de ingenio electrónico muy sencillo que sirviera precisamente para pasar los ratos muertos, un ingenio que al igual que una calculadora fuera discreta, al alcance de cualquier adulto y que utilizase algún tipo de tecnología simple y barata. Contrariamente al saber popular, pese a que las Game & Watch acabarían utilizando la misma tecnología LCD que las calculadoras de la época, Yokoi no se planteó en aquel momento utilizar susodicha tecnología. Eso, una vez más, sería fruto de la providencia.

La idea obsesionaba a Yokoi pese a que no sabía exactamente que forma darle ni si algo semejante podía llegar a tener éxito comercialmente. Entonces, un día de 1979, el chófer de Yamauchi cayó enfermo; un hecho aparentemente intrascendente que sería clave en el desarrollo de las futuras "Game & Watch". El presidente de Nintendo tenía que asistir a un importante encuentro entre empresarios de Kyoto y no había nadie que pudiera conducir su limusina, un modelo occidental con el volante a la izquierda y no a la derecha como la mayoría de vehículos nipones. Yokoi por aquel entonces se había convertido en un apasionado de los coches y presumía de conducir un vehículo de importación occidental, lo que empujó a los ayudantes de Yamauchi, desesperados, a pedirle que ocupase el lugar del chófer; algo que naturalmente al jefe de todo un departamento no hizo gracia alguna. Durante el viaje, Yokoi explica a su presidente la anécdota del tren y la idea que le ronda por la cabeza de hacer algún tipo de dispositivo de juego similar a una calculadora, pero Yamauchi no abre la boca durante todo el viaje, lo que convence a Yokoi que su idea no tiene futuro alguno.

La sorpresa para Yokoi será mayúscula cuando a los pocos días se presentan en su despacho una serie de técnicos de Sharp especializados en pantallas LCD. Puede que Yamauchi no diera conversación a su peculiar chófer, pero éste tomó buena nota de todo lo que se le exponía. Durante ese mismo encuentro empresarial al que había acudido, éste expone la idea a uno de los principales cargos de la fabricante japonesa y el resto es historia. Convencidos que Yokoi quiere desarrollar algo similar a una calculadora, Sharp envía a sus técnicos a asesorarle y ayudarle en todo lo que necesite.