La pataleta de Fish

Esta mañana desayunábamos con una de esas noticias que darán titulares: Polytron no arreglara el parche de Fez.

Ya lo admitía Fish en su conferencia en Gamelab: "me pierde mi gran bocaza", y no le faltaba razón. Polytron, en un comunicado en su blog, no solo dice que no arreglara los problemas que dio el anterior parche, sino que la culpa es de Microsoft y que el porcentaje de usuarios afectados es despreciable. Y digo despreciable en todos los sentidos de la palabra.

La excusa de Fish es clara: Microsoft cobra por publicar un parche. Y no barato precisamente. Microsoft tiene sus motivos para eso, que pueden gustar más o menos; e incluso podemos estar en desacuerdo, pero no es el caso en este texto. El caso es tener clara una cronología de hechos:

Fish tiene en mente su juego. Quiere hacerlo a toda costa y, aparte de muchísimos problemas, sospecho que por su carácter, consigue financiación de Microsoft. En ese momento el acuerdo es excelente, ya que XBLA esta en la cresta de la ola en cuanto a juegos indies.

Polytron no solo dice que no arreglara los problemas que dio el anterior parche, sino que la culpa es de Microsoft y que el porcentaje de usuarios afectados es despreciable.

Pero claro, el desarrollo se alarga. Se alarga mucho. Eso no solo es malo, además es caro. Aun así, Fish agradece a Microsoft que no interfiera: "al menos he podido hacer el juego que quería y Microsoft nunca se ha interpuesto en la parte creativa o de desarrollo".

Pero, claro, el tiempo pasa y XBLA queda relegado a un segundo (o tercer) plano: Steam es ahora donde hay que estar en el terreno indie. Y el juego sigue empalmando retrasos hasta que, por fin, Fez sale al mercado y es un éxito en XBLA.

Aunque algún bug se escapa. Además, el juego no esta todo lo optimizado que deberia. No pasa nada. Para eso estamos en el siglo XXI y existen los parches. Pero a Microsoft no le hace mucha gracia que los desarrolladores saquen los juegos como sea en la fecha prevista y luego los vayan parcheando, así que pone un precio disuasorio para que estas cosas no pasen: 40.000$ de nada. Aunque eso si, el primer parche es gratuito, que no se diga. Estas medidas pueden gustar más o menos, pero hay que tener algo claro: Fish las firmo. Estuvo de acuerdo con ellas en su momento aunque solo fuera por conseguir financiación.

Y, aprovechando que el primero es gratuito, Polytron sube un parche que, aunque arregla algunas cosas, rompe otras en un porcentaje de consolas. Así que Microsoft retira el parche de su sistema, esperando que Polytron se ponga manos a la obra con otro.

Es entonces cuando Polytron dice: "Uy, que cuesta dinero... Pues no. Lo dejamos como esta, que afecta a poca gente". Bravo.

Vamos a dejar algo claro, que creo que olvidamos demasiadas veces por el amor al medio: somos clientes. Del primero al ultimo. Y cuando pagamos por un producto, merecemos el producto acabado. Y si a Polytron eso le cuesta más o menos dinero no es nuestro problema. Se que parece duro, pero es así. No conozco otra profesión en la que se pasen por alto (e incluso justifiquen por parte de los clientes) los errores del que cobra.

Fez es un juego fantástico. Lo he disfrutado como un enano y, por suerte no he tenido ningún problema con el. Pero me pongo en el lugar de quien lo haya tenido, pagando lo mismo que yo y encontrándose con que el desarrollador del juego cree que es despreciable por ser una minoría y lo tengo claro: la credibilidad de Phil Fish se va al garete por no hacer bien su trabajo.

Y esto en una plataforma cerrada, donde el hardware esta controladisímo. Imaginad la respuesta que daría Polytron en Steam, donde las combinaciones de hardware son prácticamente infinitas: "tu tarjeta gráfica da problemas, pero como solo la tiene un 2% de mis compradores, os buscáis la vida".

Y no, no pienso meterme en esta frase del comunicado: "La gente a menudo creen erróneamente que nos pagaban por Microsoft por ser exclusivo de su plataforma. Nada podría estar más lejos de la verdad. Nosotros les pagamos." Creer que eso puede colar como cierto es, directamente, tomarnos por idiotas.