La próxima expansión de The Elder Scrolls, High Isle, es la vía de entrada perfecta al MMORPG de Bethesda
Derribando barreras.
Resulta irónico, a la par que apropiado, que la esperada localización al castellano de The Elder Scrolls Online vaya a llegar el próximo mes de junio acompañando a High Isle, la nueva expansión del popular MMORPG de Zenimax Online Studios.
Esto es así porque, a diferencia de aventuras anteriores como Blackwood, High Isle no es tanto una historia de proporciones cataclísmicas y eventos que acercan el fin del mundo a Tamriel de forma inexorable, sino una más sutil (y que hacía tiempo que no veíamos en TESO) cargada de política, de intriga, de conspiraciones... una narrativa más cercana a Juego de Tronos que a El Señor de los Anillos, para que nos entendamos. Y ya sabéis qué implica eso: mucho texto.
Para Rich Lambert, el director creativo del estudio y máximo responsable del juego, también es un buen punto de entrada a TESO, y no solo porque se derribe - al fin - la barrera del idioma. Tal y como nos explicaba en una presentación hace unas semanas, iniciarse en la época de Blackwood y encontrarse ante tamaño pifostio sin saber ni siquiera quién era Mehrunes Dagon podía resultar confuso o, peor todavía, provocar que el neófito ignorase la trama. Con High Isle, en cambio, es diferente, porque "es una especie de narración de fantasía medieval tradicional. Se centra en las casas nobles, en la política que se entremezcla con ellas y en los caballeros. Es súper accesible y muy fácil para que entre cualquiera".
Lo cual no quiere decir que no haya un atractivo para los que ya llevan años inmersos en el mundo de The Elder Scrolls Online. La nueva expansión promete más de treinta horas de contenido (con cuevas de monstruos, misiones secundarias, mazmorras y los eventos en forma de Fisuras), visitar el hogar de los bretones (el archipiélago de Systres) y ampliar el lore del mundo mientras hacemos misiones y jugamos a Tales of Tribute.
Porque sí, las cartas también han llegado a TESO. World of Warcraft tenía a Hearthstone, The Witcher a Gwent y League of Legends a Runeterra, así que Bethesda no podía quedarse atrás. Su respuesta es un juego de cartas más realista, ideado como el típico en el que participaríamos en una taberna y que puede disfrutarse tanto en PvE como en PvP. En el segundo casos hay un sistema de rangos, y en el primero - más importante - toda una narrativa detrás, con una línea de misiones propia y una historia que otorga un contexto dentro del universo del juego.
Tales of Tribute se basa, principalmente, en gestionar tres recursos: oro, poder y prestigio. El oro se utiliza para obtener cartas, y el poder para atacar a las cartas Agente, las cuales poseen habilidades activas en cada turno mientras no sean derrotadas. En cada turno se usan cinco cartas, y al final del turno los puntos de poder no utilizados se transforman en puntos de prestigio. El objetivo final para ganar la partida es obtener cuarenta puntos de prestigio o las cuatro fichas de Patrón del tapete (que se consiguen cumpliendo una serie de requisitos).
Hay muchísimos matices más, desde luego, pero quedáos con tres puntos clave: Tales of Tribute es accesible, es profundo y no tiene micropagos (su sistema de recompensas, de hecho, es bastante generoso). Es un buen añadido, del cual me ha sorprendido gratamente lo bien integrado que está dentro del mundo de TESO. Y le veo posibilidades, desde luego; a día de hoy ya es entretenido y un más que seguro pozo de horas, pero también puede crecer con el tiempo e ir más lejos añadiendo nuevas cartas y opciones.
¿Más cosas? High Isle también añade dos nuevas acompañantes: Ember, una hechicera khajiita criada en las calles, e Isobel, una bretona que quiere convertirse en caballera. Son dos personajes bien construidos y con una personalidad muy marcada (Ember, de momento, es la que me ha resultado más interesante), las cuales podemos sumar a nuestro equipo cumpliendo sus correspondientes misiones. Nos vendrán bien, por ejemplo, para intentar superar el Arrecife Temible, una prueba para doce jugadores bastante difícil, en la línea de la prueba de Rockgrove de Blackwood o de Kyne's Aegis en Greymoor.
High Isle llegará a PC y Mac el próximo día 6 de junio (un par de semanas más tarde, el 21 de junio, a consolas) y marcará un punto de inflexión en The Elder Scrolls Online, como mínimo en los países de habla hispana. Hemos esperado ocho años a poder sumergirnos en Tamriel con los textos en nuestra lengua, y lo que parecía una quimera al final va a ser posible. Esto lo cambia todo, porque muchísima gente que hasta ahora se mantenía alejada del MMORPG de Bethesda por la barrera del idioma entrará en tromba en un título que, además, está disponible en el Game Pass. Win-win; es una segunda juventud para un título que lleva casi una década creciendo y mejorando de forma consistente, y también un renacer y una oportunidad de oro para una comunidad que siempre se ha caracterizado por su cercanía y buen rollo. Que, además, todo esto llegue acompañado de una expansión a la altura y de un juego de cartas que promete robarnos unas cuantas horas de sueño solo es la guinda del pastel.