Let's Tap
El primer videojuego que puede jugar hasta un pingüino.
El siguiente mini-juego es Mantén el Ritmo y es el menos original de todos. Tal como indica su nombre, se trata de seguir el ritmo de unas energéticas canciones japonesas usando los distintos tipos de golpe (suave, medio y fuerte) y encadenar el mayor número de toques correctos seguidos. Hay momentos en que deberemos hacer una ráfaga de golpecitos y otros donde se nos pedirá que subamos la intesidad gradualmente. No existe forma de ver si estamos siendo muy precisos (como en ninguno de los otros mini-juegos), aunque la máquina valora automáticamente si el golpe ha sido el acertado. El resultado visto desde fuera es el de un juego animado y cuyas secciones rítmicas resultan convincentes.
Bloques Fijos es la tercera prueba y nos viene de perlas para hablar de las diferentes superficies sobre las que podemos jugar. Según ha comentado el propio Yuji Naka en algunas entrevistas, en PROPE se sorprendieron de la gran capacidad que tiene el Wiimote para detectar pequeñas vibraciones y de aquí surge en gran parte la invención de este juego. Así, aunque Let's Tap viene acompañado de un par de cajas de cartón, se puede jugar sobre muchas otras superficies, siendo la única condición que sean estables. Nosotros lo hemos probado sobre un diccionario tocho, una caja de zapatos, sobre la típica mesa barata del IKEA y en un ejercicio de postración veraniega, sobre nuestra propia barriga; y hemos de decir que, salvo la última opción, en el resto funcionó tan bien como con la cajas que vienen con el juego. De una a otra sólo varia la intensidad con la que hemos de dar los golpes. De esta manera, en este tercer mini-juego que se asemeja al clásico Jenga, en el que hemos de retirar bloques sin derribar la torre, deberemos dar toques muy precisos. Su modalidad para cuatro jugadores simultáneos es la más pausada de todas pero no es menos divertida.
En cambio, si jugamos en multijugador a Burbuja Espacial seguramente nos cansemos rápido, ya que este es el único de los mini-juegos de Let's Tap que realmente empeora si lo jugamos con otras personas. Así, mientras que en un jugador tenemos un clásico shooter de naves espaciales con scroll horizontal que controlamos por golpes, en multijugador su estilo de juego cambia a una especie de Asteroids caótico que es un desmadre de lo incontrolable que resulta. Es curioso como todos los mini-juegos mejoran cuando los jugamos acompañados menos este, que en solitario entretiene bastante más.
Finalmente, tenemos Visualizador, que más que un juego en sí podríamos decir que se trata de un experimento visual en el que a partir de golpes crearemos efectos sobre unos fondos de pirotecnia, un lago con peces, trazos de pluma japonesa, etc. Lo cierto, es que en conjunto el juego no destaca por tener un apartado gráfico impactante, pero tampoco lo necesita porque a nivel visual consigue ser atractivo gracias a la personalidad de su diseño retro y colorista.
Let's Tap llega a las tiendas a precio reducido (35 EUR) y se convierte en uno de los juegos más sencillos (en el sentido positivo del término) que podríamos llegar a imaginar. Sus cinco mini-juegos están pensados para jugar en partidas breves y espontáneas, con la familia y los amigos. De la misma manera que sacamos el clásico juego de mesa podríamos hacer lo propio con este título. Así, para un sólo jugador Let's Tap es una experiencia demasiado ligera y superficial, pero que sacada en el contexto adecuado para jugar en grupo gana muchos enteros. Un título que cumple a rajatabla la promesa de juego intuitivo y que puede ser jugado por cualquiera sin demasiadas complicaciones. Ahora bien, todavía estamos esperando que alguien lo pruebe en pingüinos de verdad.