Lo mejor y lo peor del E3 2016
Hora de hacer balance.
Con el E3 2016 ya finiquitado y de vuelta a la oficina tras una semana en Los Angeles llega el momento de hacer balance de la feria más importante del sector del videojuego. En el siguiente artículo repasamos, más a nivel de tendencias que de títulos concretos, lo que más nos ha gustado y lo que más nos ha decepcionado en este E3. Como siempre, usad los comentarios para exponer vuestra opinión y explicarnos qué es lo que más os ha llamado la atención y lo que más fríos os ha dejado a vosotros.
Lo mejor del E3 2016
Siendo una industria marcada por la iteración y las secuelas, una de las sorpresas más agradables de esta edición del E3 ha sido ver como varias franquicias que llevaban años estancadas optaban por valientes nuevas direcciones que rompían en mayor o menor medida con el pasado, con ejemplos claros como el nuevo Zelda, God of War o Resident Evil VII. Especialmente significativos son los casos de la aventura de Sony Santa Monica, que no solo lleva a Kratos a una ambientación nórdica sino que también altera considerablemente la fórmula jugable, y la renovación total del survival horror de Capcom, que deja atrás la criticada acción hollywoodiense de Resident Evil 6 para apostar por un tipo de terror a priori más intimista con claros ecos del malogrado P.T. de Hideo Kojima.
Hablando de Kojima, su aparición en la conferencia de Sony fue otra de las alegrías de la feria. Tras un año terrible marcado por el agrio conflicto con Konami, su hogar durante casi tres décadas, el creativo japonés subió al escenario del Shrine Auditorium y se ganó la ovación del público tras pronunciar un escueto "I'm back" con una sonrisa en la cara. Puede gustar más o gustar menos, pero Kojima es uno de los nombres más destacados de la industria y verlo tan ilusionado con un nuevo y ambicioso proyecto (Death Stranding) es cuanto menos prometedor.
La conferencia de Sony, de hecho, fue probablemente la mejor de este E3. La compañía japonesa, que nos tenía acostumbrados a presentaciones larguísimas con tramos verdaderamente infumables, se desmarcó este año con un espectáculo impecable. Anuncios de nuevos juegos, gameplay real, un ritmo perfecto y música en directo a cargo de una orquesta fueron los ingredientes con los que Sony, esta vez sí, hizo el tipo de conferencia ideal para este tipo de evento. Ayudaba, además, un catálogo envidiable con títulos como God of War, Days Gone, Detroit o ese sorprendente Spider-man de Insomniac. Y de postre, la confirmación de la fecha de The Last Guardian, que por fin parece que estará entre nosotros en breve.
El Xbox Briefing de Xbox estuvo probablemente un peldaño por debajo, pero mantuvo el alto nivel al que nos tiene acostumbrados Microsoft. Los de Redmond suelen hacer buenas conferencias -mejores que la competencia, en mi opinión- y esta no fue una excepción, pese a estar más centrada en el hardware y el ecosistema Windows 10. Hubo varios juegos muy interesantes (la espectacular demo de Gears of War 4 eliminó de un plumazo todas las dudas que teníamos con el juego de The Coalition, y Forza Horizon 3 pinta increíble), claro, pero quizás la mejor noticia para los usuarios fue la nueva iniciativa Xbox Play Anywhere; empezando con ReCore, en septiembre, los usuarios que compren la versión digital para Xbox One de un título first-party (y algunos third, como Ark: Survival Evolved o We Happy Few) se llevarán gratis la de Windows 10, y viceversa.
La división Xbox que dirige Phil Spencer también merece un aplauso por la introducción de la Xbox One S. La revisión de la consola de actual generación no solo acalla los rumores sobre un eventual abandono del sector, sino que se puede calificar como modélica: reduce el tamaño en un 40%, el nuevo diseño es precioso, se amplían las capacidades multimedia (con lector Blu-ray UHD y compatibilidad completa la One S es seguramente el reproductor 4K más atractivo del mercado) y se elimina, al fin, la fuente de alimentación externa. También se ha mejorado el mando, con una textura gomosa y conexión Bluetooth, la cual aumentará el alcance y permitirá la conexión con el ordenador u otros dispositivos sin necesidad un adaptador adicional.
Y para acabar, los dos mejores puestos de la feria. Puede que Nintendo se presentase en Los Angeles únicamente con The Legend of Zelda: Breath of the Wild, pero su stand con hierba natural imitando el reino de Hyrule y con su propio Templo del Tiempo era verdaderamente espectacular. Otro stand fantástico era el de 2K Games, que para promocionar el futuro Mafia III montó una especie de pedacito de Louisiana con bar, terraza, una banda tocando música en vivo e incluso un pasadizo secreto oculto tras una librería.
Lo peor del E3 2016
Es imposible apreciarlo siguiendo el E3 desde España, pero los que asistimos personalmente a la feria salimos con la agridulce sensación de que el evento, tal y como lo conocemos, tiene los días contados. Es un runrún que lleva escuchándose varias ediciones, como los rumores sobre un cambio de ciudad, pero en esta ocasión todas las señales de casimuertismo estaban ahí: grandes compañías que ni siquiera tenían un stand (Activision, Electronic Arts), partes desiertas en ambos pabellones y un nivel de asistencia inferior al del año pasado. El E3 necesita una renovación si quiere mantener su vigencia, y no parece que la apertura hacia el público general vista en las últimas tres ediciones haya sido suficiente para ello.
Para acabarlo de rematar, este debía ser el año de la presentación de las nuevas consolas, y al final resultó que en el Convention Center de Los Angeles no se vio ninguna de las tres. Nintendo ya dijo hace semanas que no tenía intención alguna de mostrar su intrigante NX, Sony confirmó en boca de Andrew House la PlayStation 4 Neo pero no la llevó a la feria, y Microsoft apenas mostró un vídeo de dos minutos sobre Project Scorpio. Sabiendo que tanto NX como Neo deberían llegar a las tiendas antes de que termine el actual año fiscal en marzo de 2017, resulta tremendamente decepcionante no haber podido ver o probar las nuevas máquinas.
Neo y Scorpio, por cierto, confirman una de las peores noticias posibles para los consumidores: la muerte del actual ciclo de vida de las consolas de sobremesa. La apuesta de Sony y Microsoft por renovaciones intergeneracionales (o, más bien, por eliminar las generaciones) acaba con lo que todos dábamos por hecho, que comprar una consola de salida te garantizaba estar a la última durante al menos seis años. Esa cifra se reduce ahora prácticamente a la mitad, y aunque puede ser positivo para los fabricantes en su lucha contra el ascenso del PC, provocará que tengamos que rascarnos el bolsillo con mayor frecuencia y que el hardware no se aproveche tanto. No es una buena noticia, se mire como se mire. Está por ver, además, si el consumidor aceptará este giro hacia un modelo más parecido al de los smartphones.
Dos de los juegos más esperados de la feria y que estaban predestinados a ocupar grandes titulares tuvieron un paso discreto, por no decir que sumamente decepcionante, por Los Angeles. Tras años siendo una de las grandes peticiones por parte de los fans, Sony finalmente anunció el regreso de Crash Bandicoot... pero lo hizo de forma descafeinada, casi de tapadillo con la boca pequeña, y como remasterización de los juegos originales de PSOne. Más extraño fue, incluso, lo de Mass Effect Andromeda; uno de los juegos llamados a centrar toda la atención del E3 se mostró, a menos de nueve meses de su lanzamiento (si creemos la promesa de sus desarrolladores de que no habrá retrasos), con un escueto vídeo que no mostraba casi nada y sin ninguna presencia en el evento EA Play de Electronic Arts.
Tras un E3 2015 en el que parecía que la realidad virtual era el futuro inmediato y una revolución para el sector, la edición de este año nos ha devuelto los pies a la tierra, desenmascarando una tecnología prometedora y con potencial que sigue sin tener software a la altura. PlayStation VR fue el único dispositivo que mostró alguna propuesta interesante, especialmente Batman Arkham VR y FarPoint, pero para Oculus Rift y HTC Vive Fallout 4 VR fue de lo poco atractivo que se vio en el showfloor. Con ambos cascos ya a la venta todos esperábamos más títulos capaces de convencer al gran público, pero no hubo prácticamente nada con la capacidad para cambiar la opinión de los más escépticos. Las compañías grandes, además, siguen mostrándose tremendamente cautas a la espera de ver si cuota de mercado acaba de despegar, y a este paso veremos si finalmente llega ese día.
Ya para terminar, una de las cosas más molestas vividas en el E3 2016: los gritos de la señora de la conferencia de Bethesda. Todos nos emocionamos y mostramos nuestra euforia en algún momento puntual, pero lo suyo era excesivo, histriónico y un peligro público para la salud de nuestros tímpanos. ¿Y chillar de emoción con The Elder Scrolls Online? Nope, nope, nope.