Los fundadores de GRIN critican a Square

Ulf y Bo Andersson, fundadores de la ya extinta GRIN, han culpado con unas agrias declaraciones a Square Enix del cierre del cierre del estudio en 2009.

En una entrevista concedida a Aftonbladet explican que Square no solo les hizo algunas peticiones verdaderamente ridículas, sino que además la compañía japonesa incumplió un contrato de veinte millones de dólares por el spin-off de Final Fantasy (llamado Fortress) en el que trabajan, lo cual al final llevó a la empresa a la bancarrota.

La situación, de hecho, debía ser extraña. Según los Andersson, Square por ejemplo les pedía que enviaran por fax el código fuente y los ficheros musicales. Para Bo, "Es tan estúpido como suena. Es un requisito imposible, no puedes mandar ficheros ASCII o binarios por fax. Es volver al pasado. Algo realmente estúpido. Era una actividad casi criminal".

Explican también que Square se quejó de que no enviaban los materiales al departamento correcto, porque no lo enviaban primero al legal. La compañía japonesa también se quejó de que el juego no tenía estilo nórdico, algo que habían pedido específicamente desde el principio y razón por la cual habían contratado al estudio sueco.

Lo más divertido, sin embargo, es que GRIN hizo una prueba para ver a qué se tenían que enfrentar y los resultados fueron hilarantes. Cogieron directamente un artwork de Final Fantasy XII, lo enviaron a Square y la respuesta que recibieron de la empresa japonesa fue que "esto no parece Final Fantasy".

Según Bo Andersson "en ese momento nos dimos cuenta de que hiciéramos lo que hiciéramos... ya habían decidido. Queríamos revolucionar Final Fantasy, que es lo que necesitan. La última entrega del juego apesta".