Los mejores juegos de 2021 que no has jugado, (I): The Big Con
MTV kids.
El techo de nuestra habitación está lleno de pegatinas fluorescentes en forma de estrella, la música se escucha en walkmans, los padres pelean en el centro comercial por conseguir esa edición especial de Furby antes de que se agote en Navidad y, lo más importante: el negocio familiar, un videoclub, está a punto de cerrar. La protagonista de The Big Con quiere salvar la tienda de su madre de las deudas, pero para ello necesita recaudar una gigantesca suma de dinero que es totalmente inaccesible para una pobre adolescente. A no ser, claro, que se dedique a hacer lo único que puede hacer una adolescente en apuros: ¡estafar a los adultos para su propio beneficio!
El viaje de Ali, el personaje principal de The Big Con, por diferentes localizaciones de Estados Unidos mientras busca maneras de obtener dinero para evitar que el videoclub familiar cierre no es muy largo, pero es más que suficiente para dejar un impacto longevo en nosotros. Al final, es una historia de crecimiento para ella, y un vaivén increíble de emociones nostálgicas para nosotros. Independientemente de si teníamos exactamente su misma edad durante esta época, o si - como yo - los 90 nos pillaron apenas siendo niños, el juego tiene un espectro tan variado de referencias que es difícil que alguna no nos haga sumergirnos en nuestros propios recuerdos. En mi caso, fueron las chaquetas y camisas atadas a la cintura, las pulseras de goma y los juguetes sólo levemente tecnológicos; en los vuestros podrían ser las películas en VHS, llamar a casa desde una cabina de teléfono o ese estampado tan característico en los asientos de los autobuses.
Pero, más allá del inevitable puñetazo de nostalgia que nos propina recordar la existencia de los disquetes o de las riñoneras, The Big Con es un juego sensible, dinámico y, sobre todo, uno de los más graciosos que tengo el recuerdo de haber jugado este año. Lo que podía parecer título con una premisa graciosa y un estilo artístico acorde con ella esconde un uso de la comedia brillante y certero, que sabe perfectamente cuándo sacarnos una carcajada y cuándo apuntar, más bien, a que se nos caiga una lagrimilla. La dinámica principal del juego es la exploración: iremos, como ya hemos dicho, viajando por distintos mapas junto a un compañero de viaje muy dudoso que nos ha convencido de que es capaz de ayudarnos a realizar la estafa definitiva. Estafa que, pensamos, será más que suficiente para solucionar la difícil situación en casa.
En lo jugable, supongo que lo más llamativo es la mecánica de hurgar en los bolsillos ajenos: si nos acercamos por las espaldas de los personajes que vamos encontrando en los distintos mapas, se desbloqueará un pequeño minijuego en el que tendremos que pulsar un botón en el tiempo correcto para sisarle lo que lleva en los bolsillos. Conseguir más o menos dinero es cuestión de escoger bien nuestros objetivos: si le robamos a un niño conseguiremos apenas un par de monedas, pero los adultos y los ancianos tienden a llevar más guita. Además de esto, habrá distintas misiones y objetivos que podremos conseguir a través de diálogos. En general, se nos deja bastante libertad para explorar los escenarios lineales. A pesar de que tenemos varios objetivos claros - obtener acceso a un lugar concreto, o conseguir una suma concreta de dinero, o un billete de tren para llegar a la siguiente ubicación - conforme avanzamos, los mapas se hacen más y más grandes y tienen mayor variedad de actividades secundarias que realizar. En las misiones secundarias están, de hecho, los momentos más hilarantes: el juego es demasiado corto - apenas tres horas - para que me sienta bien desvelándoos alguno de ellos, pero tanto los diálogos como la localización de estos es más que excelente.
La magia de The Big Con, al final, es que creo que todos hemos estado donde Ali: hemos sido adolescentes que, todavía sin los recursos y la experiencia de los adultos, nos hemos encontrado con injusticias o problemas que querríamos solucionar, pero sobre los que no tenemos poder real. Y esto nos ha llevado, quizás, a tomar malas decisiones. Aunque sería sencillo romantizarlo y ya está, el juego no se olvida en ningún momento de que su premisa trata de una adolescente comenzando a cometer pequeños crímenes - y luego, crímenes más grandes - para conseguir algo que necesita desesperadamente; y esto da pie a uno de los finales más dulces y más sensibles del pasado reciente. Así que, ya sea por nostalgia de cuando nuestra única preocupación era atender a nuestro Tamagotchi, o por interés en el desarrollo humano de los personajes del juego, The Big Con es un pequeño regalo que nos ha dejado 2021, y un juego muy difícilmente comparable a cualquier otro en todos sus aspectos.
The Big Con se estrenó el pasado 31 de agosto de 2021. Está disponible en PC, Xbox Series X y Series X y Xbox One. Forma parte del catálogo de Xbox Game Pass.