Los mejores juegos de 2024 que no has jugado (III): Epigraph
¿Rosettas atascado?
En los últimos años hemos tenido varias aventuras basadas en descifrar idiomas como Heaven’s Vault o Chants of Sennaar, complementadas con otros títulos que han introducido mecánicas de criptografía como Tunic o FEZ, dejando el terreno abierto a aún más juegos que nos lancen como desafío la interpretación de un lenguaje escrito. Este mismo año ha salido un título de estas características que me ha encantado, pero lo cierto es que ha pasado bastante desapercibido, así que esta es la sección perfecta para darle un poco de visibilidad.
Epigraph, desarrollado por Matthew Brown (autor de otros títulos de puzles similares como Cypher), nos planta delante un enorme obelisco que contiene textos de una lengua desconocida. Para descifrarlo contamos con poca información: aparte de las cuatro caras del obelisco, solo tenemos acceso a una serie de anotaciones de unos investigadores que nos precedieron y una serie de tablas encontradas en las inmediaciones del obelisco con textos adicionales.
Comparado con los juegos mencionados arriba, Obelisk es un juego mucho más árido, con una interfaz oscura que prácticamente nos aísla de todo lo que no sea el acertijo a resolver. No es excesivamente largo (en tres horas se puede resolver el misterio), pero hace sudar la gota gorda para sacar cada avance. Es uno de esos títulos cuyas virtudes resaltan mejor en el acto de jugar que hablando de ellas, ya que explicar sus mejores ideas supone en cierta medida chafar algunos de sus puzles.
Sí puedo decir que una de sus mejores ideas es la manera en que logra integrar un sistema de evaluación del progreso que no se relaciona directamente con nuestro conocimiento de la interpretación. Tiene herramientas internas muy útiles para apreciar si estamos realmente entendiendo lo que tenemos delante, independientemente de lo que marque el porcentaje de progreso. De esta manera podemos cuantificar avances en el descubrimiento de la forma pero nos deja margen a equivocarnos a la hora de encontrarle significado al fondo de cada mensaje, y a la hora de rectificar suposiciones sobre la marcha no se premia la prueba y error.
Epigraph es uno de esos juegos que nos gusta llamar “café para los muy cafeteros”; incluso Heaven’s Vault y Chants of Sennaar tenían elementos que podían atraer a admiradores de otros géneros como las aventuras narrativas o los puzles, pero en este caso va dirigido como un misil de precisión hacia los amantes de los acertijos criptográficos. Si es tu caso y no le habías dado una oportunidad, Epigraph te proporcionará una excepcional tarde de rompecabezas.