Los peores juegos de la historia: los años 80
Años 80: Los peores juegos de la historia - Hacemos un repaso a los juegos que no recomendarías ni a tu peor enemigo.
Ah, los años 80. Todo era neón y colores fucsia, y las resoluciones eran todavía una lejana preocupación; los píxeles seguían siendo muy grandes, y las cosas eran bastante más sencillas. Atari irrumpió en el terreno de las consolas domésticas, y Nintendo se estableció como una de las compañías más potentes del medio. ¿Pero era todo realmente de color de rosa? En absoluto. Hoy queremos recordar algunos clásicos que han quedado en la memoria colectiva como las ovejas negras de cada una de sus familias. ¡Bienvenidos al infierno de los píxeles!
¡Allá vamos!
Si no te van los preludios y prefieres ir a por faena, ¡pincha aquí! Abajo ofrecemos algunos de los mejores juegos para compensar un poco las cosas, pero si prefieres la carnicería, sírvete tú mismo.
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Los peores juegos de los años 80
ALF - 1989 - SEGA Master System
Chuck Norris Superkicks - 1983 - C64, Atari 2600
Dragon's Lair - 1983 - Arcade y todo lo demás
Dr. Jekyll and Mr. Hyde - 1988 - NES
Back to the Future - 1989 - NES
Custer's Revenge - 1982 - Atari 2006
SEGA Great Sports Series - 1986 - SEGA Master System
Dark Castle - 1986 - Macintosh, Heimcomputer, Mega Drive, CD-i
Los juegos que sí valían (y valen) la pena
Tetris: A mí dame una copia de Tetris y una GameBoy y llámamte tonto, como reza la famosa frase que Hemingway soltó en las trincheras de la Guerra Civil Española. O algo así. Tetris basaba su atractivo en un ingenio simple que conectaba con el jugador desde el minuto uno. Ninguna otra variedad de puzle ha logrado competir con el original, aunque se haya probado millones de veces. Ni Dr. Mario, ni el propio Columns. Por no hablar de Tetris 2. Especialmente Tetris 2. ¿Pero Tetris? Uno de esos juegos que jamás pasarán de moda.
Trilogía Super Mario Bros.: El primer Sper Mario Bros. fue un poco como el GTA de su época. En un medio en el que la mayor parte de los juegos sucedían en una pantalla, un título de scroll lateral con ocho niveles era como un monstruo. Miyamoto lo bordó desde el principio con un control prácticamente perfecto, y todo lo demás encajó como un guante, por lo que el estatus de clásico estaba garantizado. Super Mario Bros. 3 fue una verdadera obra maestra de los 80, y sigue siendo hoy en día uno de los mejores plataformas de la breve historia del videojuego. Puedes jugar siempre, donde sea, independientemente de la plataforma.
Elite: El espacio, la última frontera. Cómo deben estar las aduanas. Incluso en los 90 un juego como Elite seguía siendo desafiante, y hoy en día continúa manteniéndose en buena forma. En 1984, no obstante, fue un fenómeno único que dejó a todo lo demás en las sombras, dejando claro que los títulos de este género tenían muchas más posibilidades. Un mundo lleno de sistemas solares, estaciones espaciales, mercaderes, piratas e incluso alienígenas misteriosos que intrigaron a los jugadores durante meses e incluso años. A pesar de usar vectores ponía nuestra imaginación al poder.
Ultima y Dragon Quest: Dos series que definieron el género rol en consolas y PC. Los primero Ultimas mezclaban con gran soltura un simple hack-RPG con mundos medievales sofisticados con estructuras sociales e historias complejas que siempre competían en números con los RPG de la época. Dragon Quest fue en 1986 el primer RPG para consola sin aditivos en la acción, y su estilo dominó durante mucho tiempo, a pesar de que su eterno rival Final Fantasy no se lo pondría fácil para reinventar el clásico JRPG.
M.U.L.E.: La historia de MULE en 1983 no es una de éxito. En principio se trataba de un complejo juego de mesa en el que cuatro jugadores debían establecer una colonia en un planeta lejano. El jugador más rico gana, pero sin cooperación mutua es imposible que la base sobreviva. El juego no consiguió muy buenas ventas a pesar de su gran accesibilidad y del éxito de crítica, pero ahora se considera como uno de los primeros ejemplos de multijugador complejo que tanto éxito tienen hoy en día. Tanto, de hecho, que en 2015 incluso apareció un juego de mesa del mismo nombre. Un clásico real, aunque bastante infravalorado.
Pero ya vale de lo bueno. ¡Echad un ojo a las miserias!