Análisis de Madden NFL 17

Mi primera consola fue la Game Gear. La compró mi padre en un viaje de negocios a Estados Unidos, y seguramente ese sea el principal motivo por el cual, junto a Columns y Castle of Illusion, dentro de la caja había una copia de Joe Montana Football. Huelga decir que en él apenas aprendí a lanzar pases con el quarterback y a realizar recepciones que garantizasen el touchdown con el pequeño y pixeladísimo wide receiver, pero fue la semilla necesaria para que años después, cuando vi picado por ese recuerdo la épica Super Bowl XXXVI entre los Rams y los Patriots (que muchos recordarán por el increíble midtime show post-11S de U2, con su homenaje al son de Where the Streets Have no Name), acabara de engancharme a ese curioso deporte y, poco después, empezase a jugar a los Madden de EA Sports, la saga que hace años domina el mercado en solitario.

Mientras en Estados Unidos el país prácticamente se paraliza para ver la final de la NFL, en Europa el fútbol americano es un deporte tremendamente minoritario. Tanto, que hace unos años EA dejó de distribuir los Madden NFL en las tiendas de nuestro país (situación que, por fin, cambia a partir de mañana), y no les culpo por ello: es harto complicado lograr que un público acostumbrado a la inmediatez y simplicidad del fútbol -el que entendemos como fútbol en el viejo continente- se sienta atraído por un deporte mucho más complejo y pausado, plagado de normas y letra pequeña y en el que la planificación y la estrategia puede llegar a ser tan o más importante que el talento bruto de los jugadores.

Es por ello que, a diferencia de un FIFA o un NBA 2K, Madden no es un juego para coger el mando y echar una partida rápida sin haberte empapado de conocimientos antes; hay montones de pequeñas mecánicas, combinaciones de botones y conceptos que debes aprender no solo para poder ganar un partido, sino para directamente entender lo que en él ocurre. Afortunadamente, Madden NFL 17 incluye uno de los mejores modos de práctica que recuerdo, con numerosos tutoriales que explican hasta el más mínimo detalle el funcionamiento del juego y el deporte que trata de simular; es tan completo que lo recomendaría incluso como vía de entrada para aquellos que no tengáis ni idea sobre fútbol americano y queráis aprender sus fundamentos por primera vez.

Si el año pasado los mayores cambios jugables se centraron en el sistema de pases, en la nueva edición de Madden EA ha puesto especial énfasis en tres aspectos: el running game, que gana en fluidez y posibilidades, los special teams, con un nuevo medidor para patear y, por fin, la posibilidad de bloquear un punt sin necesidad de explotar glitches, y una nueva IA para la defensa. Lo primero que notaréis, sin embargo, es la renovación del equipo de comentaristas, ahora compuesto por Brandon Gaudin y Charles Davis. Es un cambio a mejor: hay mucha química entre ambos, son mucho más agradables que sus predecesores y a lo largo del año se irán actualizando las locuciones para añadir docenas de nuevas líneas mediante pequeñas descargas gratuitas al iniciar el juego.

Ver en YouTube

El denso modo Franquicia, en el que ejercemos de manager de uno de los equipos de la NFL para guiarlo y mejorarlo temporada tras temporada, vuelve a ser el pilar principal de Madden NFL 17 a largo plazo. Piensa en él como en una especie de Football Manager, pero con más lustre a la hora de tomar las grandes decisiones: definir los objetivos de la temporada, renovar jugadores, fichar agentes libres, gestionar tu equipo de prácticas, participar en los entrenamientos o incluso forzar a un jugador a jugar sin haber terminado su periodo de recuperación tras una lesión. Este año, en cualquier caso, la mayor novedad es la opción Play the Moments, en la cual solo jugamos los momentos más destacados de cada partido para añadir un poco más de dinamismo a la propuesta, y un ticker que ofrece información sobre el resto de partidos de la liga mientras juegas el tuyo, así como otros datos de interés.

El otro modo estrella es el Ultimate Team, que precisa pocas presentaciones si conocéis cualquier otro título deportivo de Electronic Arts. El objetivo es crear tu propio equipo coleccionando los cromos obtenidos en sobres adquiridos con moneda in-game o dinero real, ganando también piezas de equipo y recompensas para acabar de engalanar a tu equipo de ensueño. Hay pocos cambios respecto a la edición del año pasado (un sistema de química mejorado, nuevas animaciones de apertura de sobres, pequeños retoques en el Draft Champions que se introdujo en Madden 16) y el principal atractivo de MUT sigue estando en la competición online, pero los nuevos desafíos individuales offline son bastante atractivos y permiten ganar unas cuantas monedas y sobres sobre los cuales ir edificando nuestra plantilla, siempre y cuando seamos capaces de soportar sus largos tiempos de carga. Ah, y también hay nuevas leyendas... entre las que destaca especialmente Jerry Rice (49ers), posiblemente el mejor wide receiver de todos los tiempos.

Este año FIFA ha dado el salto al motor Frostbite, mientras el resto de sagas deportivas de EA Sports, como NHL o el propio Madden, mantienen el viejo Ignite estrenado en 2013. A priori la conservadora decisión de la compañía americana puede suponer decepcionante para los usuarios que esperaban una revolución en gráficos y físicas, pero en realidad es una elección tan acertada como inteligente: el uso de una tecnología contrastada permite evitar la introducción de nuevos bugs, corregir los existentes y acabar de pulir unos cimientos muy sólidos. Además, siendo sinceros, Madden NFL 17 no se resiente para nada en términos visuales por el uso de un motor antiguo. Más bien todo lo contrario: gráficamente se muestra espectacular, con montones de pequeños detalles y una fidelidad que poco tiene que envidiar a la de una retransmisión de la ESPN, donde la ilusión de realidad tan solo chirría en momentos puntuales por las físicas de ciertas colisiones.

A simple vista puede parecer bastante continuista (y en cierto modo lo es, si vienes de Madden 16), pero todos los pequeños cambios y mejoras introducidos por EA Sports hacen de Madden NFL 17 la entrega más sólida de la franquicia en los últimos años. Es un juego muy exigente y que tiene una barrera de entrada que puede llegar a asustar al neófito, pero os recomiendo encarecidamente darle una oportunidad: bajo esa capa de intimidatoria complejidad se esconde uno de los simuladores más gratificantes del mercado y uno de los videojuegos deportivos que mejor saben recompensar el esfuerzo y las horas invertidos en él.