Avance de Mafia 3
La 2K Nostra.
El sur de Estados Unidos tiene algo especial, con sus pegajosas noches, densos bayous y sutil violencia, así que sorprende que ciudades como Nueva Orleans no se hayan usado en más ocasiones como ambientación para un videojuego. Mafia 3, el mundo abierto con gangsters que está desarrollando el nuevo estudio Hangar 13 de 2K Games, demuestra a la perfección lo bien que puede llegar a funcionar este peculiar escenario.
En la breve demo que se muestra en el stand de 2K en la Gamescom 2015, decorado al más puro estilo de finales de los años sesenta, la ciudad es realmente la auténtica protagonista. Este mundo abierto puede no ser tan espectacular como el de The Witcher 3 ni tan grande como la Los Santos de Grand Theft Auto V, pero lo que si tiene, y de sobras, es atmósfera: mientras el antihéroe Lincoln Clay pasea de noche por las afueras del barrio francés puedes notar el calor que emanan sus calles.
Es una ambientación deliciosa y plagada de detalles; la bandera de Nueva Orleans ondea en las exquisitamente modeladas casas criollas, con sus intrincados balcones de acero asomándose a la calle. Hay detallitos que ayudan a venderte aún más la sensación de estar en 1968, desde los agradables, como los músicos callejeros tocando folk en algunos portales o el sonido de los Kinks escapándose de un club local, hasta los que nos recuerdan a tiempos peores, como una esquina en la que un policía para a un joven negro únicamente por el color de su piel.
Intervenir es una opción, pero Clay opta por seguir caminando hacia el cementerio para interrogar a un objetivo y obtener información que le permita localizar una guarida de la mafia. Es aquí donde Mafia 3 empieza a fallar un poco. Cuando el combate es inevitable, parte del encanto del juego desaparece para dejar paso a un mundo abierto de acción de lo más genérico, moviéndote de cobertura en cobertura mientras ejecutas takedowns al estilo Sleeping Dogs y acribillas enemigos uno detrás de otro. Eres poco más que un ejército de un solo hombre dando tumbos por esta delicada y elaborada ciudad.
Cuando Clay se pone tras el volante, colocando a su objetivo en el asiento del pasajero, el juego recupera parte de su personalidad. Aunque conduces en tercera persona sigues teniendo un retrovisor fijo en la parte superior de la pantalla, y los coches -berlinas y deportivos propios de la época- botan con una agradable convicción. En esta ocasión, sin embargo, la misión es una que ya hemos visto en muchos otros mundos abiertos: para conseguir la información que buscas debes conducir de la forma más salvaje posible para asustar a tu desafortunado pasajero.
Una novedad es que puedes reducir el nivel de búsqueda parando junto a una cabina para llamar a uno de tus lugartenientes y conseguir sus servicios, o bien usar algo de dinero para sobornar a los policías. Optamos por la segunda opción y llegamos finalmente a un club de jazz, y ahí Mafia 3 vuelve a mostrar su lado más convencional. Tras el club hay un fumadero de droga -con luces de colores y hippies colocados tocando la sitara o estirados en roídos sofás- y Clay tiene la opción de entrar pegando tiros o bien de ser algo más sigiloso apuñalando por la espalda mientras avanza por su interior.
Es una demo muy breve y ni siquiera tuvimos tiempo para hacer preguntas -nos sacaron rápidamente de la sala para que entrara el siguiente grupo, de hecho- pero aún teniendo eso en cuenta es difícil no salir algo decepcionado. En una época en la que los mundos abiertos empiezan a utilizarse de forma inteligente, ya sea con la rica ambientación de The Witcher 3 a la libertad de acción de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, Mafia 3 parece un paso atrás planteándonos un buen escenario que únicamente sirve como trasfondo para el asesinato sin sentido. Con su protagonista y ambientación Mafia 3 hace muchas cosas bien, la verdad, pero de momento parece que todo lo demás necesita un poquito más de imaginación.