MAG
El tamaño sí importa.
La progresión en la evolución de nuestro personaje está francamente bien calibrada, y a medida que vamos ganando puntos de experiencia se pueden desbloquear no sólo nuevas armas, sino también habilidades, mejoras y piezas (como empuñaduras para mejorar la estabilidad y el retroceso de nuestro rifle o puntos de mira que mejoran la puntería). Esto es interesante, porque sirve implementar de forma sutil una jerarquía, siendo los soldados con mayor rango los únicos con acceso a las mejoras que otorgan acceso a las opciones de liderazgo. Éstas no sólo implican indicar objetivos y dirigir al escuadrón, sino también marcar puntos de respawn o seleccionar puntos de bombardeo, todo ello a través de una interfaz limpia y rápida que permite realizar estas acciones de forma casi instantánea y que se ve complementada por el chat de voz.
La verdad es que seguir las indicaciones de nuestro líder de escuadrón es uno de los pilares básicos de MAG, y lo que ayuda a poner orden en las partidas. La forma de incentivar al jugador a hacerlo es tan sencilla como efectiva: si cumplimos las órdenes que nos da nuestro líder se nos otorgan puntos FRAGO (fragmentary orders) extra, los cuales son indispensables para hacer progresar a nuestro soldado. Obedecer a los líderes no sólo sirve para escalar niveles más rápido, sino que además éstos poseen habilidades especiales en el campo de batalla que hacen que sea nuestro interés no separarnos de ellos. Pero lo mejor de todo es que, si lo deseamos, también podemos actuar de forma solitaria. En el fondo nada evita que pasemos de las órdenes y vayamos a la nuestra a expensas, eso sí, de tener una progresión personal más lenta.
Hay un par de detalles, sin embargo, que creemos que no serán del agrado de una buena cantidad de jugadores. El primero de ellos es el tiempo necesario para el respawn una vez morimos, tremendamente largo y que provoca que estemos bastantes segundos esperando para reincorporarnos a la partida. El segundo es la ausencia de una kill cam para localizar quién nos ha matado, lo cual es un arma de doble filo. Por un lado ayuda a dar más realismo al juego y evita que la posición de los francotiradores quede comprometida, pero también produce cierta frustración no saber de dónde ha venido el disparo que nos ha dejado tendidos sobre un charco de sangre en el suelo.
La pregunta que todo el mundo se hará es ¿funciona todo esto bien, sin problemas ni lag? La respuesta es, afortunadamente, que sí. Pese a que pudimos publicar el análisis del juego a principios de la semana pasada, basándonos únicamente en lo visto en la beta y durante el evento que Sony celebró en Londres el día 20 de enero (porque los servidores no se activaron hasta el día 25), en la redacción de Eurogamer.es decidimos que era conveniente esperar a que el juego estuviese a la venta para comprobar qué tal respondían los servidores ante la avalancha de usuarios. La experiencia nos ha demostrado que teníamos razón al hacer este planteamiento, puesto que la versión final se comporta de forma impecable en este aspecto, y los problemas de lag que tenía el modo para 256 jugadores cuando lo probamos en Londres son prácticamente inexistentes al jugarlo en nuestra consola. A modo informativo, las pruebas se hicieron utilizando una conexión ADSL normal y corriente, con 6MB/s en el canal de bajada y 300KB/s en el de subida.
MAG es un título bastante ambicioso, que aporta con éxito planteamientos jugables muy interesantes al género de los shooters en primera persona, añadiendo un componente táctico muy logrado y la sensación de realmente estar colaborando con el resto de jugadores en la consecución de un objetivo común. No podemos sino aplaudir a Zipper Interactive por intentar algo diferente y además hacerlo de forma satisfactoria, pese a que el producto final no sea perfecto y adolezca de ciertos aspectos que podrían haberse pulido más. Aún así es una opción muy recomendable para los fans de la acción multijugador, original y tremendamente adictiva, especialmente indicada para todos aquellos que, como un servidor, encuentren que las partidas online de juegos como Modern Warfare 2 son demasiado rápidas, desordenadas e individualistas.