Análisis de Marvel's Spider-man: El Atraco
La gata sobre el tejado de Pete.
Si el tiempo es, como dicen, relativo, en lo que se refiere a los videojuegos puede pasar de extremadamente lento a fugaz. No creo ser el único al que le cueste aceptar que solo va un mes, mes y pico como mucho, desde el lanzamiento de Marvel's Spiderman: si me hubieran puesto una pistola en la cabeza y obligado a acertar cuánto hace que salió, ahora mismo estaría con una bala en la sesera y discutiendo en el más allá sobre la velocidad a la que se mueve nuestra capacidad de atención. Pero aquí estamos, con el "El Atraco" ya en la calle y la pregunta de si este primer DLC respeta la calidad del juego original, la sobrepasa o es simplemente una excusa para gastar nuestro dinero y olvidarnos para siempre de su existencia.
Por no alargar la tensión, empiezo celebrando la agradable sorpresa que me llevé a los pocos minutos de iniciar este nuevo capítulo en la historia del lanzarredes. Quienes entiendan el DLC como más horas de lo mismo, con algún giro ocasional tanto en las mecánicas como en la historia y respetando al jugador en el proceso están de enhorabuena, porque eso es justamente lo que ofrece. Hay que entenderlo, también es verdad, como un capítulo de una miniserie o una temporada condensada en la hora y media que dura aproximadamente la historia principal, ya que pese a contar con algunos acontecimientos aparentemente autoconclusivos, lo cierto es que esta primera entrega sienta las bases de lo que continuará luego en los dos siguientes, con un villano principal haciendo de catalizador de la historia y algún que otro personaje conocido por los aficionados a los cómics y la serie de televisión haciendo un cameo en los últimos compases del juego para darnos pistas sobre hacia dónde nos dirigimos.
Podría empezar ahora un discurso encendido sobre cómo Felicia Hardy, la ¿heroína? ¿villana? conocida como la Gata Negra que comparte protagonismo en este episodio con nuestro amigo y vecino, es en realidad un secundario con poquísimo recorrido y menor interés aún, pero me lo reservo para cuando alguno de vosotros venga con ganas de aguantar una exposición de varias horas que incluye hasta diapositivas. Lo inteligente, en cualquier caso, es hacer lo que ha hecho Insomniac aquí: convertir al personaje en una excusa para hablar de Spiderman, en primer lugar; y de Peter Parker en segundo, sobre todo en lo que se refiere a su relación con Mary Jane, que estaba excepcionalmente bien desarrollada en el anterior. Esto no quiere decir que su aparición sea insignificante, pero sí es cierto que no goza del mismo tratamiento profundo que los guionistas han reservado para otros como la parejita citada o Miles, resumiendo su participación en una serie de encuentros lo bastante entretenidos y bien escritos como para no desconectarnos de nuestro objetivo principal. Más interesante, como digo, es ver que la aparición de la Gata desencadena una serie de reacciones que sacuden la vida del trepamuros, humanizando al personaje y expandiendo aún más el rol de MJ en su vida, situando a esta última casi como igual pese a su carencia de habilidades extraordinarias.
Jugar a este contenido descargable me ha recordado, de hecho, tres cosas: la primera, lo increíblemente tonto que es Peter, el único hombre araña que tropieza varias veces en la misma piedra mientras se pregunta cómo puede tener tanta mala suerte; la segunda, lo sorprendentemente bueno que era y es Marvel's Spiderman, algo que parecíamos haber olvidado en este tiempo en que la actualidad ha aprovechado para arrollarnos como una apisonadora; y la tercera, lo tonto que es Peter, que menciono por partida doble porque madre mía, ten súper poderes para esto. Uno de los motivos principales de que esto sea así es lo orgánico que se siente siempre todo: hablo de los movimientos, del balanceo con la red, del parkour por la ciudad; pero también de las conversaciones reveladoras por teléfono mientras vamos de un punto a otro, de los podcast de J.J. Jameson narrando bajo su "peculiar" punto de vista lo que ha sucedido hace apenas unos minutos o de cómo hasta los coleccionables más absurdos esconden a veces una historia interesante detrás. Son los pequeños detalles los que siguen haciendo grande a esto juego, los que nos hacen empatizar con nuestro pardillo enmascarado y los que elevan la calidad del producto por encima de cualquier encargo hecho solamente para cumplir.
Solo hay una cosa mala, volviendo al segundo párrafo del texto, de la que podemos acusar a este DLC, y es de continuista. Esto se resume en que de tres horas aproximadas de contenido bruto incluido, casi la mitad de ese tiempo va para objetivos secundarios y otros iconos diseminados por el ya clásico mapa de Manhattan; algo que ya hacía el anterior para alargar ligeramente la experiencia. No es, huelga decir, tan exagerado, pero sí podemos esperar más o menos el mismo nivel de inspiración en los desafíos, con pocas variaciones sobre lo ya visto que alimentan en su gran mayoría, pero no satisfacen.
Es injusto aún así terminar con una nota negativa, porque la verdad es que Insomniac ha cumplido como mínimo las expectativas más realistas. "El Atraco" ofrece casi todo lo que se espera de una continuación, como una historia competente, nuevos personajes, alguna localización interior extra y la satisfacción de que todo sigue funcionando tan bien como lo hacía en primer lugar. Ahora toca respirar aliviados al comprobar que no se ha recortado nada y empezar a coger aire para los otras dos entregas pendientes, en las que Marvel's Spiderman tendrá que demostrar de nuevo haber entendido tan bien al personaje en ambas facetas como lo ha hecho hasta el momento. Con primeros pasos como este, difícil hasta no ir a un kiosko a preguntar si ha llegado ya.