Más largo que un día sin pan
Sucede lo mismo en cada generación de videoconsolas. Cada vez que los grandes fabricantes lanzan un nuevo hardware, los primeros juegos comienzan a poblar las estanterías de los comercios, y leemos las primeras reviews, absolutamente siempre hay algún crítico que dice: "El juego es corto. Ya no hacen los juegos tan largos como antes"
¿A qué viene ese empeño en estirar como un chicle aquello que no es necesario? Esta pregunta cobra especial importancia si tenemos en cuenta que la afirmación es más falsa que una moneda de 3 euros.
¿Será que tenemos memoria selectiva? Porque ya poca gente se acuerda de ese despropósito para Master System llamado Sonic Chaos, por poner un ejemplo cercano que me tocó la fibra sensible. Pasé mucho tiempo ahorrando y mendigando dinero para poder comprarlo. Fui a la tienda, lo pagué, y me volví a casa con una sonrisa de oreja a oreja, babeando sólo de pensar en disfrutarlo. La decepción al encender la consola y pasarme el juego en tan sólo 45 minutos fue mayúscula.
Tampoco se me podrá olvidar el Astérix, también de Master System. Por suerte, este me lo prestaron y no tuve que soltar jamás una peseta por él, porque la sensación de estafa habría sido similar a la de Sonic Chaos. Nuevamente me encontraba con un juego que apenas llegaba a la hora de duración.
Que a esas edades los juegos por los que has suspirado tanto duren lo mismo que te dejaban jugar tus padres por sesión de juego, era para acordarse de la madre que parió a Sega con toda la justificación del mundo. O del que sea en otra plataforma, porque estoy seguro que en las consolas de la gran N había ejemplos igual de sangrantes.
El debate de la duración de los juegos se repite cíclicamente. Pero en la actual generación de consolas está teniendo una actividad poco habitual. Gears of War fue muy criticado en su lanzamiento por su corta duración. Otro ejemplo mucho más cercano es Portal 2, del cual muchos usuarios se quejaron pues consideraban un robo cobrar 40 ó 50 euros, dependiendo de la plataforma, por un juego de poco más de 6 horas. Y sin embargo a mi se me hizo más largo que un día sin pan.
¿Entonces en qué quedamos? ¿Son los juegos demasiado largos o demasiado cortos? Ni lo uno ni lo otro. Al igual que una película o un libro, un videojuego tiene exactamente la duración que debe tener, ni más ni menos. Aumentar la duración artificialmente y hacerlo demasiado largo puede evidenciar carencias en el argumento o, peor aún, carencias técnicas que de haber sido más corto apenas se notarían.
Al igual que una película o un libro, un videojuego tiene exactamente la duración que debe tener, ni más ni menos.
Además, hay que tener en cuenta la plataforma para la cual se creó el juego. Los God of War de PSP son juegazos, pero tan cortos que apenas se justifica su compra. Sin embargo, entiendo que en una consola portátil no deben haber juegos de 10 ó 15 horas, teniendo en cuenta que estas consolas están diseñadas para partidas de duración corta, o en las que una pausa no dé al traste con la intensidad dramática del momento.
¿Es necesario un Assassin's Creed más largo? ¿Acaso no es suficientemente repetitivo ya con la duración que tiene? ¿Es necesario que los JRPGs sean más cortos? ¿Tendrían el mismo encanto los Final Fantasy si durasen menos? ¿Qué más se le podría haber añadido a Portal 2 para contentar a los indignados? ¿La aparición de pokémons y su uso en las pruebas? ¿Que GLaDOS haga un monólogo al estilo Seinfeld antes de cada nivel?
Por eso no me cansaré de repetir lo bueno que es para los juegos el potencial de los sistemas de logros. Aparte de hacernos yonkis de por vida, los logros bien implementados invitan a la rejugabilidad hasta completarlos todos. Y yo, personalmente, aprecio más un juego que me engancha a jugarlo constantemente, aunque se me haya hecho tremendamente corto (¡Hola Bulletstorm!), que uno que estoy deseando terminar para que vuelva a servirme de acumulador de polvo -inserte aquí el nombre de su juego de Wii más odiado-.