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¿Me compro The Last of Us: Remastered?

El precio de una segunda partida.

¿Merece la pena comprarse The Last of Us: Remastered si ya nos hicimos en su momento con la versión para PlayStation 3? Voy a aprovechar este artículo para intentar responder a esta pregunta, pero antes he de retractarme de una cosa que solté muy alegremente el otro día por Twitter.

Resulta que cuando hace un par de días vi por primera vez los vídeos a 60fps del juego que os preparamos para nuestro análisis de rendimiento de Digital Foundry, mi primera reacción fue de un escepticismo casi infantil. "¡¿The Last of Us a 60fps?!", tuiteé con asombro. "La verdad, paso de jugarlo como si fuera un capítulo de Benny Hill", añadí en un recalcitrante modo troll. Todavía no había jugado a la remasterización, pero por los vídeos me daba la sensación de que el aumento en la tasa de imágenes por segundo acababa con el toque cinematográfico del juego original y hacía que se viera como una TV Movie, de sobremesa, de domingo, en Tele 5. Como es lógico, desde el punto de vista de un espectador los 60fps hacen que todo se vea mucho más fluido, parece que todo vaya mucho más rápido y lo cierto es que, en aquel primer visionado, no acabó de gustarme que Joel repartiera estopa como si alguien le hubiese dado al botón de avance rápido.

La cosa cambió por completo cuando esa misma tarde me puse a los mandos de The Last of Us: Remastered. Esta versión incluye un selector que permite al usuario bloquear el juego a unos sólidos 30fps si así lo desea, pero por defecto se presenta ante el jugador ante mis temidos 60fps. La primera impresión al empezar a jugar es la de estar ante una experiencia muy parecida a la que jugamos en PS3 hace un año. Sí, ahí están esos 1080p y esas mega-texturas que hacen que el juego ocupe 48GB en su versión digital, pero ya no está el efecto sorpresa ni el asombro que tuvimos entonces. Precisamente, más que el aumento en la nitidez y el volumen de los gráficos, lo que más me sorprende desde el principio es la suavidad con la que se mueve el juego. A nadie se le escapa que la versión para PS3 sigue siendo a día de hoy una barbaridad a nivel técnico, pero eso no quita que las caídas de frames fueran una de las pocas lacras que se le podían achacar al título original. En esta remasterización, en cambio, todo se mueve de forma mucho más fluida, algo que también afecta directamente a un control ligeramente más preciso.

Es entonces, tras jugar un par de horas a 60fps, que decido comprobar el cambio que supone bajar a 30 fps mediante el selector; y, claro está, apenas unos segundo después ya tenía ganas de volver a los 60fps...

La versiones de PS3 y PS4 cara a cara. Aseguraros de seleccionar 1080p para ver mejor las diferencias.Ver en YouTube

Como os explicamos en nuestro análisis de rendimiento de The Last of Us: Remastered, no se trata únicamente del salto que suponen los 1080p y 60fps tanto en la campaña como en el multijugador, a ellos hay que sumarle una mayor distancia de dibujado, efectos de partículas más espectaculares, unos mapas de texturas cuatro veces más detallados o dos veces más resolución en los mapeados de sombras. Para aquellos a los que todo esto les suene a chino -un servidor tampoco es especialista en estas cuestiones técnicas- y citando al propio director del juego, Neil Druckman, sería "como comparar un DVD con un Blu-Ray".

Es importante remarcar lo de remasterización porque, efectivamente, no deja de ser una versión más pulida del mismo juego publicado para PS3. Aquellos que esperen mejoras en la geometría de los escenarios y el modelado de los personajes, que es lo que suelen ofrecer los remakes, se llevarán una decepción, pues no hay cambios en este aspecto.

El hecho de que Sony apenas haya mostrado el título en forma jugable hasta poco antes del lanzamiento hizo dudar a unos cuantos -a mí el primero- sobre la posibilidad de que esta puesta al día para PS4 nos sorprendiera con un modelado de personajes que en todo momento mostrara el nivel de detalle de las cinemáticas prerenderizadas, pero no, siguen siendo modelados distintos y bastante visibles. Para la ocasión, sin embargo, las cinemáticas han sido reescaladas de 30fps a 60pfs.

Podéis ver con detalle la diferencia entre las versiones de PS3 y PS4 gracias a los vídeos y galerías comparativas que acompañan a este artículo.

PlayStation 3
PlayStation 4
PlayStation 3
PlayStation 4
PlayStation 3
PlayStation 4
PlayStation 3
PlayStation 4
PlayStation 3
PlayStation 4
PlayStation 3
PlayStation 4
PlayStation 3
PlayStation 4
PlayStation 3
PlayStation 4

Aunque The Last of Us: Remastered no deja de ser port de un juego de la anterior generación, eso no impide que en alguna ocasión se produzcan algunas caídas de rendimiento. Es sabido que en Naughty Dog no lo han tenido fácil para trasladar un juego diseñado expresamente para PS3 a la nueva consola en el año que han tenido de tiempo, pero aunque ocurre muy pocas veces -muchísimo menos que en PS3- nuestros compañeros de Digital Foundry han llegado a registrar alguna caída hasta los 46fps en los momentos de más acción con efectos de partículas y transparencias. De todas maneras las variaciones de frame-rate son muy contadas y la experiencia general es muy sólida en comparación con la los 20-30fps con los que corría el título original.

Además de la espectacular campaña -sin duda la razón de ser de The Last of Us- otro elemento que se beneficia mucho de la mayor consistencia visual y especialmente de la mayor suavidad en el control es el modo multijugador. "Facciones" traslada las mecánicas de acción y crafteo del juego original al estilo de juego competitivo de un multijugador, pero se diferencia de los shooters estándar. Todos aquellos que quizá no le dedicaron mucho tiempo a esta modalidad hace un año quizá ahora opten por darle un oportunidad - especialmente si tenemos en cuenta que con esta edición se incluye todo el DLC publicado para esta modalidad.

Podéis comprobar el rendimiento en el frame-rate del multijugador en este vídeo:

En este vídeo podéis comprobar el rendimiento del juego en las escenas con mayor carga visual. Una vez probado en 60fps de PS4 es difícil volver a los 20-30fps con los que corría en PS3.Ver en YouTube

Más allá de la parte técnica, otro de los mayores atractivos de The Last of Us: Remastered es la inclusión del contenido descargable Left Behind, el cual amplía la campaña principal con un breve pero intenso capítulo protagonizado por Ellie. Ya en el análisis de este DLC destaqué que lejos de ser una historia complementaria tenía la virtud de engrandecer el conjunto del juego original, y es por eso que podemos considerar este capítulo extra como una parte imprescindible en la experiencia.

Finalmente, el Modo Foto es una función realmente nueva dentro The Last of Us: Remastered para PlayStation 4. De la misma manera que en inFamous: Second Son, el jugador puede pausar el juego en cualquier momento pulsando L3 y mover la cámara y hacer zoom alrededor de la escena para sacar la fotografía perfecta y compartirla con los amigos. Con el juego pausado es posible ajustar el brillo, la profundidad de campo, añadir filtros de color, sombrear los bordes o incluso enmarcar la foto gracias a los diferentes marcos disponibles.

El Modo Foto es la mejor forma de apreciar el enorme trabajo de Naughty Dog en lo que se refiere a las detalladas texturas del juego, pero también la magnífica dirección de arte o el gran detalle en la expresividad de los personajes.

PlayStation 3
PlayStation 4 (60fps)
PlayStation 4 (30fps)
PlayStation 3
PlayStation 4 (60fps)
PlayStation 4 (30fps)
PlayStation 3
PlayStation 4 (60fps)
PlayStation 4 (30fps)
PlayStation 3
PlayStation 4 (60fps)
PlayStation 4 (30fps)
PlayStation 3
PlayStation 4 (60fps)
PlayStation 4 (30fps)
PlayStation 3
PlayStation 4 (60fps)
PlayStation 4 (30fps)

Llegados a este punto, es el momento de responder a la gran pregunta: ¿Merece la pena hacerse con The Last of Us: Remastered? Como siempre no hay una única respuesta. Evidentemente, todos aquellos que tengan una PS4 y no jugaron al título en PS3 deberían salir ahora mismo hacia su tienda más cercana para hacerse con el juego. Aunque pueda sonar preocupante, probablemente se trate del mejor título que hay ahora mismo en la nueva consola de Sony.

¿Y qué pasa con los que ya nos hicimos con la versión de PS3? No hay duda de que la experiencia mejora con esta remasterización, pero en esencia se trata del mismo juego. Pasado el impacto inicial que supone la mejora técnica, el resto aporta realmente poco sobre el título que la mayoría de nosotros jugamos hace apenas unos meses. Si jugasteis a la aventura principal pero no os lanzasteis con Left Behind ni os animasteis con el multi quizá sí que tenéis más motivos para hacerlo, pero a aquellos que exprimisteis el juego en PS3 con todos sus DLC y con el multijugador, quizá no os merezca tanto la pena haceros con esta edición.

En cualquier caso, la magnificencia de una obra como The Last of Us no entiende de argumentaciones ni de cuestiones técnicas. Lo único claro es que el juego de Naughty Dog es un título que pide a gritos una segunda partida.

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