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Mechanic Master

El primer cartucho con mecánica en su interior.

El diseño de los niveles está planteado de tal forma que la curva de dificultad quede perfectamente balanceada. Las primeras zonas son una toma de contacto con la mecánica del juego y sus elementos, y conforme se superan los retos crecen en tamaño y complejidad. A partir de los niveles veinticinco a treinta es cuando la cosa se pone realmente dura.

En la mayoría de ocasiones la escena se sale de la pantalla por lo que es necesario desplazar la cámara con el stylus hacia las zonas donde se desea operar, siempre bajo una vista global a modo de “minimapa” representada en la pantalla superior. Nada molesto, a decir verdad.

Junto con el modo historia -por llamarlo de alguna manera-, viene un completo editor de niveles con el que se pueden crear los retos más descabellados y compartirlos con los amigos vía Wi-Fi. Un añadido casi obligatorio para prolongar la vida del producto y rentabilizar la compra.

Por todo ello es una oferta realmente atractiva para los aficionados a los puzles. El punto negro es el apartado técnico que deja en evidencia el status de proyecto de bajo presupuesto que es Mechanic Master. Gráficamente el juego puede pasar como trabajo independiente o amateur. Gráficos muy simples, con animaciones toscas y fondos muy pobres. Puros sprites de Super Nintendo, para que nos entendamos. No es que sea algo importante en un título de estas características pero viniendo de una empresa como Midway se le suponen unos valores de producción atribuibles a una empresa asentada en el medio. Y es una lástima porque la idea sería realmente atractiva si contara con un apartado artístico como el de Braid, por poner un ejemplo. La música está como mero espectador; ni contribuye a darle vida al desarrollo de los niveles ni tampoco molesta.

En definitiva, Midway se ha sacado de la chistera el heredero del éxito que cosechó otro juego del mismo género y temática similar, The Incredible Machine. La premisa detrás de ambos es tan asombrosamente simple como efectiva, pero creará rechazo en la toma de contacto en parte debido al acabado gráfico, que enturbia de algún modo un diseño inteligente propio de un buen juego de puzzle.

Podemos concluir pues que Mechanic Master es una compra adecuada para todos los públicos, ideada para estrujarle el cerebro tanto al niño como al abuelo, y que sale para una consola portátil que posibilita disfrutarlo en cualquier sitio de forma rápida. Sin duda recomendado para cualquiera, pero en especial para los fans del género.

7 / 10

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