Medal of Honor
La guerra de hoy.
Algunas personas adoran la música, otras los cómics. Hay quienes sienten pasión por más de una cosa a la vez, y como logran compaginar ambas aficiones es algo que nunca entenderé. En mi caso, adoro escuchar a la gente hablar. Algunas veces un videojuego ahonda en esta cuestión y yo me apresuro a jugarlo, hasta el punto de que algunas veces unas conversaciones geniales pueden hacer que acabe disfrutando con un juego aburrido y en cambio otros juegos que me podrían ofrecer un gran experiencia acaban siendo una ruina por culpa de unos diálogos muy pobres.
Básicamente, soy un fan compulsivo de las bromas en los videojuegos. Y esto es algo todavía más importante en los juegos de guerra, donde frecuentemente el argumento es un sinsentido y las escenas de acción parecen haber sido diseñadas usando una plantilla. Los continuos gritos y explosiones ruidosas de Modern Warfare 2 me echan bastanta para atrás, en cambio el humor de Bad Company 2 permite que pase por encima algunos de sus errores.
Sí, estoy seguro de que durante la misiones críticas a nivel global todo son gritos de soldados escoceses y explosiones, y bueno, si esto es lo que buscas quizás ya va siendo hora de que te vayas olvidando de la vida que se regenera mágicamente . Será entonces cuando verás lo realista que es esta guerra que tanto adoras.
En este sentido, lo que he podido ver de este nuevo reboot de la saga Medal of Honor me parece que tiene un gran potencial, y como he dicho al comienzo me gustaría centrarme en ese aspecto que tanto adoro y que son las conversaciones y la relación entre los personajes.
Como sabréis (y si no ya os lo explico) la historia del nuevo Medal of Honor está contada a partir de los miembros de dos grupos distintos: los über-entrenados y mega-profesionales miembros de la Tier One, y los valientes y algo salvajes Rangers. Si los de la Tier One son como un golpe mortal de Bruce Lee –pero con armas– los Rangers son una panda de tíos borrachos capaces de desafiar a la muerte por hobby. Con armas también, claro está.
Ambos grupos forman parte de una misma línea argumental, y todo el juego se sitúa en Afghanistan. Olvidaros de la típica imagen del zoom arcercándose y alejándose de un lado a otro sobre la inmesidad del típico globo terraqueo verde y acabando en un almacén en Taiwan.
El equipo de EA Los Angeles ha trabajado con fotografías de la región y estamos estupefactos por la variedad de paisajes y localizaciones que hay en Afghanistan. Para ti y para mi, no dejan de ser un par de dunas patrulladas por un tanque medio oxidado. Pero también hay pequeñas barriadas, grandes montañas, sus opuestos valles, desiertos, y ciudades echas añicos.
No estamos ante un juego que haga un comentario sobre la guerra o que la denuncie, es una historia de ficción explicada desde un lugar real y con un toque realista. Empieza la película: la pantalla en negro y se oye uan voz. "Quiero que sepáis, que todo va bien", dice la voz. Le desea a su hijo buena suerte en el partido de fútbol. Le dice a su familia que no está cerca de la acción, que se concentra en el norte del país.
Estas escenas dramáticas te hacen sentir un ligero cosquilleo. Todos los asistentes a la presentación sabemos algo que parece que alguien no sabe, o nuestro hombre está mintiendo para que su familia no esté preocupada, o ignora totalmente la amenaza que está a punto de caer sobre él. Los soldados no consiguen medallas por salir de paseo en helicóptero. "No os preocupéis", repite. "Somos Rangers. Nos dedicamos a esto". Parece un bien tipo. Gracias a dios que contará con el nada despreciable lujo de tener checkpoints y opciones para ajustar la dificultad.
De momento se muestra mucho más sutil que la explosiones continuas de Modern Warfare. Tambaleándose en los pantanosos designios de lo empalagoso pero sin caer en ellos, y captando todo tu atención. La llegada de los Ranger al valle es descrita por la gente de EA como un cierto homenaje al “MOHmento” clave de la saga, el mítico desembarco en Normadía.
Nos explican la misión. Una ametralladora rabiosamente bien colocada está impidiendo el progreso de nuestro equipo, así que un grupo de voluntarios deberá ir allí y neutralizarla. Las valientes que levantan las manos son los cabos Favreau y Hernandez, el sargento técnico Ybarra, y nuestro heroico personaje. La diferencia de estos Ranger con los soldados de la Tier One es más que evidente y se podría resumir en esta frase:
"Aquí nadie es amigo. Si se mueve, matadlo".