Análisis de Mega Man Legacy Collection
El arte de la conservación.
Existe toda una discusión (muy necesaria, en mi opinión) en determinados círculos de internet sobre la necesidad de empezar a estudiar e implementar métodos de preservación para conservar los videojuegos clásicos, al igual que se ha hecho con las obras de otros muchos medios. Mientras estas iniciativas siguen avanzando a su ritmo, las compañías del sector han visto también un filón en la nostalgia de los jugadores, y aunque no siempre se ha hecho con la mejor de las intenciones ni el producto ha cumplido con los mínimos exigibles, de vez en cuando sí llega al mercado alguna colección que toca las teclas adecuadas. Capcom, con Mega Man Legacy Collection, es la última en lograrlo.
La actitud casi reverencial del estudio Digital Eclipse -los encargados de este recopilatorio- respecto al material original queda patente con una representación 1:1 de las seis entregas de la saga Mega Man para NES, pese a no funcionar con la tradicional emulación de este tipo de productos. En vez de recurrir a la que sería la opción más rápida y económica, los desarrolladores han recreado los juegos de la forma más fiel posible (glitches incluidos) utilizando un motor propio, el Eclipse Engine, lo cual permite trasladarlos a diferentes sistemas conservando su aspecto original al tiempo que se ofrece la opción de aplicar diferentes filtros de imagen -el de televisión es particularmente efectivo- o adaptarlos a las modernas pantallas panorámicas.
El resultado es una especie de cápsula del tiempo con seis clásicos que se muestran exactos a como eran en la consola de 8 bits de Nintendo, ideales no solo para los amantes del retro, sino también para que una nueva generación pueda descubrirlos por primera vez. Y menudos juegos; jugando a Mega Man II, por ejemplo, resulta evidente por qué la franquicia se convirtió en una de las más longevas y populares de la industria. El diseño de niveles es estupendo, los sprites tienen el encanto de lo añejo, la música es X, la altísima dificultad es justa y, en general, el juego sigue siendo tan divertido y emocionante hoy como hace más de un cuarto de siglo. Lo mismo puede decirse de los otros cinco, aunque evidentemente hay algún que otro altibajo.
Al igual que el reciente Rare Replay, Mega Man Legacy Collection incluye un modo Desafío con más de cincuenta pruebas. Estos retos, que pueden llegar a ser infernales, son una de las pocas concesiones -junto con la opción de hacer un snapshot por juego para grabar la partida- que se hacen a la hora de añadir contenido nuevo, porque por lo demás parece que la intención de los desarrolladores es mantener lo más pura posible la esencia de los clásicos al no incluir no solo nuevos modos o remezclas en la banda sonora, sino opciones como la de rebobinar o incluso algo tan obvio como vibración en el mando.
El último aspecto que redondea el recopilatorio de Capcom es una ingente colección de artwork a la que se puede acceder en cualquier momento (no es necesario desbloquearla jugando) y un reproductor de audio que permite escuchar cualquier tema de la banda sonora de los seis juegos. Lo único que puede llegar a echarse en falta para completar el paquete es la inclusión de Mega Man 9 y Mega Man 10, dos entregas de aspecto y filosofía retro que se publicaron en las consolas de anterior generación, aunque personalmente creo que hubiese estado fuera de lugar al desvirtuar una colección cuyo propósito es recuperar con nostalgia la época de la mítica NES.
Mega Man Legacy Collection es, pues, una especie de máquina en el tiempo con la que por apenas quince euros podemos rememorar las seis primeras entregas de una de las sagas más conocidas de Capcom, tal y como eran en su época. Es ideal para el coleccionista (aunque en este caso quizás prefiráis esperar a la versión física que llegará en 2016) y para quien quiera recordar las épocas de bocata de Nocilla y sofá jugando a la NES, pero es posible que otros muchos echen en falta alguna novedad o incluso un lavado de cara, ahora que se llevan tanto las remasterizaciones. No es el objetivo que se había marcado Digital Eclipse con este recopilatorio, en cualquier caso; si su misión era conservar un pedacito de historia del medio como si de un museo digital se tratase han cumplido. Y con creces.