Análisis de Metal Wolf Chaos XD
LMAO.
Metal Wolf Chaos XD es absolutamente sui generis. No por nada es un juego japonés sobre cómo el presidente de EEUU decide parar un golpe de estado liderado por su vicepresidente del único modo que puede hacerlo: subiéndose a su mecha presidencial y arrasando toda América a su paso. Por eso, si algo nos exige el juego, es una mente abierta. Tanto para lo bueno como para lo malo.
Cuando se trata de Metal Wolf Chaos, toda idea preconcebida sólo jugará en nuestra contra. A fin de cuentas, es un juego que se publicó hace quince años, exclusivamente en Japón, y que nos llega ahora remasterizado, donde con remasterizado quieren decir «exactamente igual que el original, pero ahora con las texturas escaladas y sin pulir nada del juego ni en lo gráfico ni en lo mecánico, con unos subtítulos de pena y un trabajo más que cuestionable», con el epíteto "XD". Pero quien espere un juego de culto por lo avanzado de sus mecánicas, por compartir el ADN de otras franquicias de From Software o ser un excelente juego de mechas, se sentirá decepcionado. Esto es un juego de la primera Xbox, y no precisamente de los que estaban adelantados a su época.
Aquí no encontramos nada de lo que hace grande a la saga Souls; morir es difícil, los checkpoints son inexistentes y las fases son largas y están mal calibradas, haciendo probable que nos quedemos sin munición ante unos enemigos finales cuya dificultad escala de un modo absurdo. Esto es especialmente problemático cuando morir significa repetir toda la misión, lo cual nos puede arrojar a un bucle de entre quince y cuarenta minutos de constante retorno de lo mismo.
Tampoco se puede decir que, como juego de mechas, vaya a pasar a la historia. Carece de la pesada solidez de un simulador, ya que tenemos que controlar muy pocos parámetros estando expuestos de forma muy confusa en un HUB prácticamente inútil, pero tampoco tiene la alegre despreocupación de un arcade, ya que nos obliga a administrar con cuidado nuestra munición mientras nos movemos por escenarios enormes y repetitivos con movimientos lentos y pesados. Es decir, al final se queda entre ambos mundos, en una incómoda tierra de nadie. Metal Wolf Chaos XD se comporta como un shooter clásico, pero se mueve como un juego de mechas e intenta parecerlo en su estética, algo que da escala y lentitud al juego, pero no la sensación de estar pilotando un arma de destrucción masiva.
No da esa sensación porque el gunplay del juego es desastroso. Utilizando diferentes retículas para cada arma, permitiéndonos golpear automáticamente a todo lo que está dentro de esas retículas, aunque sin poder discriminar entre objetivos, el juego acaba viéndose lastrado no sólo por la sencillez del sistema, sino porque es muy difícil saber cuándo es preferible hacer uso de cada arma. No por nada, todas las armas dan la misma sensación, es muy difícil saber cuándo hemos disparado y si vamos a acertar siquiera y, por norma general, no se siente como si estuviéramos provocando nosotros los destrozos que estamos viendo en pantalla tanto como si estuviéramos asistiendo a ellos, con una evidente desconexión entre el juego y el jugador.
Esto es un problema porque, de hecho, la destrucción es parte intrínseca del juego. Pudiendo destruir prácticamente todo lo que tengamos por delante, parte de su gracia es ver cómo todo salta por los aires a nuestro paso. Pero también en esto tiene dos pegas: su factura técnica no permite virguerías, haciendo que la destrucción se sienta bastante limitada, y su diseño de niveles dificulta disfrutar de esa misma destrucción.
El problema de Metal Wolf Chaos XD es que no nos anima a destruir todo a nuestro paso, es que nos obliga a hacerlo. Si no arrasamos todo, especialmente en las primeras misiones, acabaremos encarando la recta final sin apenas munición y con enemigos emboscándonos mientras nos enfrentamos a enemigos finales de una dificultad muchísimo más elevada. Esto provoca que tengamos que ahorrar munición, utilizando unos grotescamente inútiles ataques cuerpo a cuerpo, e ir destruyendo uno a uno todos los objetivos dispersos por el mapa, ralentizando aún más una acción ya de por sí muy poco frenética.
Hasta aquí hemos hablado prácticamente solo de sus problemas. Pero si es tan desastroso, ¿por qué es un juego de culto? Porque, aunque en lo mecánico exige muchas concesiones al jugador, en lo artístico es donde no sólo ha envejecido bien, sino que casi parece visionario.
En ese sentido, el aspecto que más desapercibido puede pasar son los propios mechas. Estilizados, aunque muy contundentes, recuerdan a una versión (muy) americanizada de mechas como los de Kakumeiki Valvrave o Guilty Crown, si es que no algunos de los diseños más extremos de Mobile Suit Gundam. Es decir, prácticamente tanques humanoides con cosas saliéndoles de la espalda sin mucho sentido aparente. Salvo porque sí lo tiene. Específicamente, darnos la animación de elección de armas, la cual nos permite ver cómo se despliegan ante nosotros todas las armas que podamos equiparnos, siempre ocultas en el interior de mecha. Un detalle que puede parecer tonto, pero demuestra el cuidado que se puso en ciertos aspectos del juego.
Por otra parte, lo que es imposible que pase desapercibido es su historia. Absolutamente demencial, elevando la sátira más allá de lo que cualquier occidental consideraría responsable, Metal Wolf Chaos XD es una parodia de la política exterior americana (es decir, cómo todo se puede solucionar ocupando militarme un territorio ajeno), pero aplicado a su propio país. Pero donde realmente destaca es en las secciones entre misiones. En los noticiarios del juego.
Como si de una ficticia Fox News se tratara, entre misión y misión tenemos que ver telediarios que diseminan fake news sobre nuestra labor como presidente. Acusándonos de golpista, terrorista, genocida y tratante de blancas, hace quince años era una parodia exacerbada y extrema de lo que era realmente la televisión política estadounidense. Pero hoy en día, con el ascenso al poder de Cráneo Naranja, estos segmentos, aun siendo graciosos, parecen más anclados a la realidad de lo que jamás pudieron haber imaginado en From Software, algo que le da un imprevisible valor añadido que refuerza su estatus de culto.
Al final eso es por lo que Metal Wolf Chaos XD es un juego que, quince años después, sigue teniendo un público detrás. Es torpe, absurdo y no se deja jugar bien. Pero luego está repleto de detalles que demuestran todo el mimo que tiene detrás, aunque, en conjunto, sean ideas geniales con una ejecución desastrosa.