Michael Jackson

Michael Jackson fue el rey del pop... ¡Demonios, qué raro se me hace decirlo en pasado!

La noticia de su muerte ha cogido a todo el mundo por sorpresa, y aunque en los medios de comunicación generalistas abundan las carpetas con necrológicas ya escritas de personas que todavía no han fallecido, seguro que miles de periodistas y gente con algo que comunicar sobre este artista se han pasado estas últimas horas ante la pantalla del ordenador, tecleando mientras de fondo sonaba Working Day and Night.

Tras sufrir una parada cardiorrespiratoria en su casa de los Ángeles, Michael Joseph Jackson nos dejaba ayer 25 de junio de 2009 con 50 años y un legado musical de una importancia capital en la historia de la música contemporánea. Su huella no solamente será recordada en la música funk, soul o disco, sino que también será reivindicada en ámbitos como la danza, por la construcción del nuevo lenguaje audiovisual en formato videoclip, por aquellos que deseen aprender sobre la creación de un icono, por la realización de sus grandes espectáculos o, por algo tan poco recordado pero no menos importante como es la nueva forma de entender el negocio musical que supusieron sus discos.

Como muchos recordaréis, su alargada sombra también se extendió a los videojuegos, pero si esperáis que os diga que también será recordado por ellos es que esta mañana os habéis tomado algo muy raro con los cereales. Puedo aceptar la calificación de entrañables vistos hoy en día –a mi mismo me lo parecen– pero no, Michael Jackson no será recordado por juegos como Moonwalker.

La cierto es que el videojuego Moonwalker aparece en un momento muy dulce de la historia del videojuego. Basado en la bizarra película de mismo nombre y que fue lanzada un año antes, SEGA decidió en 1989 que poner al jugador en la piel del cantante sería una buena idea. Así, aprovechando el tirón del filme empezaron a trabajar en el que sería el juego de Michael Jackson.

Siguiendo los pasos de la película (una sucesión de escenas musicales cuyo hilo argumental es imposible de descifrar con los recursos de los que dispone el ser humano actualmente) el videojuego es también una sucesión de escenas de acción donde el héroe del moonwalk va pateando culos mientras baila y vamos escuchando MIDIs de sus canciones más populares de aquella época.

Es importante diferenciar entre las diferentes versiones que aparecieron de este juego, porque por un lado estaba la versión arcade para los salones recreativos y por otro las versiones para las consolas domésticas Megadrive, Master System y Game Gear. Asimismo, también aparecieron versiones del juego (pero no programadas por SEGA) para Amiga, Amstrad CPC, Atari ST, Commodore 64, MS-DOS, MSX y ZX Spectrum (¡gracias Wikipedia!).

Todas ellas, sin embargo, tenían un punto en común: compartían el reclamo de Smooth Criminal. Esta canción forma parte del disco Bad (1987) y su videoclip está incluido en la mencionada película, de hecho es lo único salvable de ella. Aunque la letra de la canción nos habla de una tal Annie que ha sido atacada en su casa por un asesino, el vídeo musical nos muestra otra historia. Michael Jackson entra en un club vestido como una especie de mafioso, con un impecable vestido blanco rematado con una camisa de seda azul estilo Eurogamer; entonces, empieza a bailar, a liquidar sin compasión a sus enemigos y a seducir a todas las mujeres del local de la forma más molona de la historia. Es un hecho: Michael Jackson en Smooth Criminal es el tío más cool que jamás se ha visto. El videojuego, por supuesto se aprovecha de esta memorable escena.

Es por todo esto que cuando se piensa en el videojuego de Moonwalker, el 99,99% de las veces nos viene a la cabeza el nivel correspondiente a esta canción. Pero hay más, porque tanto en la recreativa como en las versiones para consola de SEGA hay otras cuatro fases más que corresponden a las canciones Bad, Billie Jean, Another Part of Me y Beat It... Como para no pasárselo bien.