Opinión: Microsoft tiene que pasar al ataque
Y de manera agresiva.
Hace unas semanas James Armstrong, presidente de Sony Computer Entertainment España, comentaba que en nuestro país hay siete PlayStation 4 por cada Xbox One. Este mismo lunes Ars Technica calculaba que a nivel mundial se han vendido, desde su lanzamiento y hasta septiembre de 2014, 7.420.000 unidades de Xbox One y 10.560.000 de PlayStation 4. Es decir, que el mercado se divide en, por lo menos, 60% PlayStation 4 y 40% Xbox One. En septiembre PlayStation 4 había vendido un 42% más que Xbox One a nivel global.
Microsoft está aguantando, en parte, gracias al tirón que tiene en países como Estados Unidos e Inglaterra, y su apuesta por esos territorios estaba clara desde un principio. En la mítica conferencia del "TV, TV, TV, sports, TV" ya intuíamos que la mayoría de esos servicios no llegarían aquí y, de hecho, no los podíamos utilizar hasta que no ha llegado el sintonizador de TDT. ¿Es una buena estrategia centrarse tanto en solo dos mercados? ¿Su apuesta por lo periférico a los juegos, como series, Kinect o televisión está siendo exitosa? De momento, en mi opinión, no. Ya han quitado a Kinect del pack, rompiendo así uno de sus principios - animar a los desarrolladores a integrarlo en casi todo y diferenciar, así, la consola - y hace poco han cerrado Xbox Entertainment Studios, la división encargada de la mayoría de proyectos televisivos.
Lo que les tiene que preocupar, en todo caso, es que Sony gane en ventas, mes a mes, en prácticamente todos los territorios. Si esto es una carrera a ocho años vista (y llevamos uno) y las cosas siguen así, es previsible que la proporción 60-40% se vaya ampliando poco a poco. Las consolas son herramientas cada vez más sociales, y para que tengan sentido necesitan de amigos. Antes, hace diez o veinte años, daba igual; jugabas en tu casa y no necesitabas al mundo exterior. La decisión de compra era sólo tuya. Hoy en día si todos tus amigos tienen una consola y tú te compras la otra estarás condenado al modo para un jugador y a no poder utilizar la mayoría de funciones de la máquina. En otras palabras: que si esto sigue exactamente igual en España, por poner un ejemplo, llegaremos antes a la proporción 14:1 que a la de 2:1. Ahora se venden siete PS4 por cada Xbox One, pero el crecimiento de PlayStation aumentará exponencialmente si Microsoft no pone remedio de inmediato.
¿Y cuál es la forma de remediarlo? Bajando el precio. Quitar Kinect del pack, por feo que pueda parecer, ha sido una decisión fundamental. En Estados Unidos, desde el 2 de noviembre y hasta enero la consola costará 50$ menos - también se aplica a los packs - así que podrás comprar una Xbox One con Assassin's Creed Unity + Assassin's Creed Black Flag por 350$, o, lo que es lo mismo, 275€ al cambio. Van a vender como churros, está claro; aunque tengas la PlayStation 4 esta es una oferta difícil de dejar pasar. Microsoft está generando ganas de tener su consola, algo que había desaparecido completamente a todos los compradores de una consola de Sony - porque la mayoría de juegos interesantes son multiplataforma.
También pueden apostar por grandes franquicias vendeconsolas, pero esta es una solución a largo plazo que no sería suficiente para corregir esa diferencia en ventas. Microsoft acertó de lleno con Gears of War y Halo en la generación anterior, y ahora parece que Forza y Sunset Overdrive no tienen tanto tirón. ¿Tendrá Halo 5 ese poder? ¿Tienen otra franquicia en preparación? Sin duda es algo que de cara a los próximos años será fundamental, porque no creo que sea suficiente esa apuesta de asociarse con ciertas compañías para tener contenido exclusivo, como el modo Leyendas en FIFA 15 o que los DLC de los Call of Duty salgan antes en las consolas de Microsoft. Eso ayuda, está claro, pero no es en sí misma una razón que justifique la compra de una consola si también tenemos esos mismos juegos en la máquina de la competencia.
De momento esa rebaja temporal de precio no se aplicará en Europa. Creo que la decisión más inteligente por parte de Microsoft sería reconsiderarlo. Necesitan pasar al ataque, necesitan generar la necesidad de comprar una Xbox One. Que la pidamos para Navidad, aunque ya tengamos la PS4. Wii U ha conseguido generar esa necesidad con, por lo menos, un muy buen juego exclusivo cada mes. Xbox One debe apretar el precio al máximo, reducir de inmediato la diferencia en ventas y preparar exclusivos de calidad para los próximos dos años - porque Sony ya lo está haciendo. Una paridad en el mercado es buena para todos: todo el mundo seguirá esforzándose para ganar, nadie se relajará y el sector seguirá siendo competitivo.