Microsoft defenderá la compra de Activision Blizzard ante la UE en una vista el 21 de febrero
En la que podría haber careo con Sony.
Microsoft defenderá el acuerdo para la compra de Activision Blizzard ante la Unión Europea en una comisión que tendrá lugar la semana que viene.
La vista oral, que no será pública, se celebrará el día 21 de febrero, y en ella la compañía de Redmond responderá a las objeciones presentadas por la Unión Europa la semana pasada, en las cuales se ponían de manifiesto los posibles efectos anticompetitivos de la compra.
Un portavoz de Microsoft ha confirmado la fecha de esta vista en declaraciones a Reuters.
Un funcionario decidirá si las partes interesadas y las que se habían mostrado en contra (Sony) serán invitadas a la vista oral. Según FOSS Patents, en cualquier caso, es muy probable que en ella se produzca un careo similar al de un juicio entre Microsoft y Sony.
La Unión Europea emitió hace dos semanas una advertencia formal mostrándose en contra del acuerdo de compra, tras una investigación que inició en noviembre del año pasado. Microsoft, ante ello, respondió diciendo que escuchaban "atentamente las preocupaciones de la Comisión Europea" y que confiaban en "poder solucionarlas".
La advertencia de la UE no se ha hecho pública, pero los reguladores europeos han mostrado su preocupación ante la posibilidad de que la compra de Activision Blizzard reduzca "de forma significativa" la posibilidad de Sony de competir contra Microsoft, especialmente por la franquicia Call of Duty.
En respuesta directa a esto Microsoft habría ofrecido a Sony un acuerdo contractual en el que garantizaría la publicación de las futuras entregas de la saga Call of Duty en PlayStation durante la próxima década (similar al alcanzado con Nintendo) el mismo día que en Xbox, algo que el fabricante japonés habría rechazado.
Una situación similar se está viviendo en otros mercados, donde algunos organismos reguladores se han mostrado reacios a aprobar la compra. Es el caso de Estados Unidos, donde la FTC presentó una demanda para bloquear el acuerdo, o en Reino Unido, donde la CMA publicó hace unos días un informe en el que advertía que la compra podría ser "dañina" para los jugadores y provocar "precios más altos, menos opciones y menos innovación".