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Avance de Minecraft Dungeons

Mucho sobre lo que construir.

No hay ninguna razón particular por la cual Minecraft Dungeons necesite ser un juego de Minecraft. Su jugabilidad tipo dungeon crawler se ajustaría a cualquier ambientación fantástica, y sus enemigos podrían haberse sacado de cualquier hack-and-slash con monstruos. No hay que picar piedra ni craftear objetos. Y, sin embargo, ambientarlo en Minecraft tiene mucho sentido: es una estética amigable para un género diferente, sus enemigos se pueden reconocer de forma instantánea y aunque no tendrás que echar paredes abajo, sí hay una buena dosis de construcción de personajes.

Previsto para verano de 2020 en Xbox One, PlayStation 4, Nintendo Switch y PC, Minecraft Dungeons es un RPG dungeon-crawler bastante simpático. Ya sea en solitario o acompañado por varios amigos, te mueves por pasillos y cavernas generadas proceduralmente eliminando enemigos y recogiendo botín. Cuanto mejor sea el botín más rápido caen los enemigos, y cuanto más grandes son los enemigos, mejor es el botín que dejan.

Siendo alguien que juega a Minecraft con el modo Supervivencia activado, Dungeons apela directamente al riesgo y la recompensa de aventurarte en una de las principales cuevas del juego, sin saber cómo van a salir las cosas. Pero también es una experiencia más estructurada, con un inicio firme y un final para cada nivel, con jefes y mini-jefes, llaves que debes encontrar y trampas que esquivar.

En la página de configuración de tu personaje tienes slots para una arma cuerpo a cuerpo, un arco y flechas mágicas y un artefacto con varias propiedades. Uno es un cuerno que lanza una bocanada de aire que echa hacia atrás a los enemigos, ideal cuando te ves superado en número. El que más he usado, sin embargo, es una especie de burbuja fija perfecta para colocar en los cuellos de botella del escenario. No hay un sistema de clases en Minecraft Dungeons, solo la posibilidad de adaptar tu personaje a tu estilo de juego mediante armaduras y armas.

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Puedes rodar por el suelo para evitar trampas y enemigos, invocar a una mascota para que te ayude en los combates y beber pociones de salud. Y tendrás que hacerlo, porque aparte de los tradicionales zombis y arañas de Minecraft, pronto te enfrentarás a otros enemigos más variados con distintos poderes. Hay un diablillo volador que escupe fuego verde, o magos que lanzan rayos láser mágicos. Incluso las llaves que tienes que encontrar están vivas.

Mi momento favorito se produjo cuando me di cuenta de que la llave que había cogido había salido corriendo tras estamparme contra una trampa del escenario, dos bloques que me aplastaron en el centro. Quizás enfadada por ver que no había sabido rodar por el suelo con el timing correcto para evitar la trampa, la llave se largó, y tuve que volver sobre mis pasos un rato para localizarla. La encontré unos pasillos más lejos, dando una vuelta.

Un útil icono te muestra siempre la ruta a seguir, y tienes un mapa que puedes superponer en la pantalla y dejar activado para guiarte y no separarte demasiado de los otros jugadores. Solo una vez, cuando otro jugador estaba en pantalla esquivando los proyectiles lanzados por casi quince enemigos el juego se ralentizó un poco.

Tengo curiosidad por ver para qué servirán las esmeraldas, las cuales se pueden encontrar en los cofres del tesoro y por el suelo al derrotar a los enemigos más poderosos (también hay un cerdo con un cofre en su espalda que tienes que cazar para conseguir el premio). La demo que se podía jugar en la Gamescom tenía un temporizador, así que nunca llegué a ver la pantalla final. También tengo ganas de ver qué otras zonas y enemigos habrá más adelante. El nivel que jugué se ambientaba en un templo en el desierto, pero está claro que habrá otros biomas que ofrecerán retos distintos y frescos. Todavía falta un año para el lanzamiento de la versión final, pero Dungeons luce bastante prometedor y, como el propio Minecraft, tiene mucho sobre lo cual construir.


Traducción por Josep Maria Sempere.

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