Análisis de Minecraft: Story Mode - Episode 1: The Order of the Stone
Hip to be square.
Según a quien le preguntes, la respuesta a si Minecraft tiene una historia puede ser diametralmente opuesta. Para algunos, es un sandbox sin ningún tipo de lore detrás más allá del inútil dato de que el protagonista se llame Steve. Para otros, Minecraft es el universo en el que se han desarrollado montones de historias imaginarias, las mismas a las que los críos de mi generación dábamos vida utilizando piezas de Tente o muñecos de Playmobil. Ambas posturas no podrían ser más ciertas.
Para bien o para mal, Telltale Games también tiene su propia idea sobre ese lienzo en blanco que es el universo Minecraft, una historia que podremos ver como se desenvuelve a lo largo de los diferentes episodios que conformarán Minecraft: Story Mode. Tiene un rollo un poco meta, a decir verdad: el protagonista, Jesse, es un chaval fanático de Minecraft que asiste a un evento (la EnderCon) y que acabará envuelto en una gran aventura para salvar al mundo junto a sus amigos. Sin entrar en muchos detalles para evitar los posibles spoilers, conviene dejar claro que los fans de Minecraft encontrarán aquí casi todo lo que esperan: multitud de guiños al juego de Mojang, una estética muy fiel a su divisivo estilo visual y un argumento y personajes planteados para todo tipo de público, especialmente el más joven.
Los desarrolladores, desde luego, han puesto toda la carne en el asador para hacer que con Story Mode los fans se sientan como en casa. Aunque las animaciones están más elaboradas y los personajes son más expresivos, se mantienen inalterados esos toscos gráficos compuestos por bloques. Los puzzles tienen como trasfondo el crafting tradicional de Minecraft, un toque agradable que nos retrae a uno pilares fundamentales de Minecraft. E incluso se cuenta con un fantástico conjunto de actores para dar vida a la historia, con gente del calibre de Patton Oswalt (Ratatouille), Ashley Johnson (The Last of Us), Scott Porter (Heart of Dixie), Martha Plimpton (Suits), Dave Fennoy (The Walking Dead), Corey Feldman (The Goonies), Billy West (Futurama) o Paul Reubens (Pee-Wee's Big Adventure).
Story Mode tiene en su interior el corazón de Minecraft, pero externamente un cuerpo muy propio de Telltale. Si has jugado antes a cualquiera de sus otros juegos, como The Walking Dead o The Wolf Among Us, podrás intuir perfectamente lo que vas a encontrar aquí, porque a nivel de mecánicas no ha cambiado absolutamente nada (e incluso las secuencias de construcción y crafting, que las hay, se reducen a simples QTEs). Es más un libro de elige tu propia aventura que un videojuego propiamente dicho, un título en el que la narrativa fagocita todo lo demás y donde las decisiones tomadas adquieren peso en tramos posteriores. El típico juego de Telltale, en otras palabras, ese en el que la historia es el gran atractivo del producto.
El problema de este primer capítulo es que esa historia, sinceramente, no avanza demasiado ni se presenta demasiado interesante. Es algo inherente a este tipo de productos episódicos y una situación que hemos visto incluso en otras aventuras de Telltale Games, pero The Order of the Stone se excede en su faceta expositiva a la hora de asentar los cimientos sobre los que evolucionará la temporada, y lo hace sin ser especialmente gracioso en el camino. El guión, realmente, no aprovecha un casting plagado de actores de comedia de gran talento; es entretenido y tiene algún momento capaz de sacarte una sonrisa, pero por lo general se muestra carente de ingenio, como si de una derivativa serie de dibujos animados se tratase.
Habrá que ver cómo avanzan los siguientes episodios, pero The Order of the Stone nos deja con la sensación de que Story Mode es más un juego destinado a los fans de Minecraft que a los de las aventuras narrativas, y también que Telltale pretende llegar con él a un público mucho más joven del que habitualmente consumen sus productos. El inicio de esta peculiar aventura quizás no es tan emocionante como esperábamos, pero la base está ahí -el mundo, los actores de voz y un guión que puede dar mucho más de si. Ahora solo falta aprovecharla.