Modern Warfare 3
Lo bueno, si explota, dos veces bueno.
Tan bueno solo...
Reconozco que soy un poco raro cuando se trata de jugar a juegos de acción en primera persona. En primer lugar porque pocos de ellos me gustan. Y en segundo lugar porque, para mi, lo más importante es la campaña para un jugador. Aunque luego le dedique más horas al multijugador, sí. Pero en primer lugar me ha de convencer por su modo historia. Y ya os lo comentaba antes... ¿un montón de productoras? ¿Sus creadores originales fuera de la compañía? ¿Una precuela con un argumento demasiado pretencioso y rebuscado? Joder, Modern Warfare 3 no pintaba nada bien para los que buscamos el equivalente jugable de Michael Bay.
Afortunadamente no ha sido el caso. Tenemos una historia que cierra todos los nudos, con un buen diseño de fases y momentos auténticamente espectaculares. Para que os hagáis una idea: imaginad lo directo y sorprendente de Modern Warfare con el pulido y acabado técnico de Modern Warfare 2. Como no quiero chafaros nada, dejémoslo en que el juego proporciona todo lo que le pedíamos y, además, cumple con creces.
Como en compañía.
Y pasemos a hablar de, nos guste o no, el punto fuerte del título: el multijugador. En primer lugar, creo que hay que aplaudir a la compañía por delimitar bien a su público. Tenía auténtico pavor al pensar que, en su guerra comercial contra Battlefield 3, acabasen creando un producto que intentase contentar a los fans de la acción directa y frenética de Call of Duty y del juego táctico y mapas enormes de Battlefield 3. Eso hubiera sido una cagada. De hecho, eso fue una de las mayores críticas a Modern Warfare 2: mapas demasiado grandes, que incitaban al uso de armas de francotirador. La otra crítica fue que, en su intento por hacer un modo multijugador tan exagerado, abrumaba.
Blacks Ops cogió lo mejor de Modern Warfare 2, dio un paso atrás y creó un producto muy digno. Y Modern Warfare 3 se inspira en ello. No es tan personalizable como el juego de Treyarch, pero tiene una categorización de modos de juego notable, una variedad de clases que permiten a todo el mundo encontrar su estilo y, sobre todo, mapas muy pequeños que incitan el contacto directo, la acción pura y recuperar ese "espíritu Call of Duty 4". Ese es su mayor acierto.
Y no solo de matar amigos vive el hombre: vuelven las misiones especiales en cooperativo, donde rememoramos algunos puntos clave del modo historia con alguna vuelta de tuerca: estar en el bando opositor, realizar un objetivo paralelo, etc.
Es digno de mención el cuidado que tiene detrás Call of Duty Elite.
Además cuenta con un interesante modo horda, donde nos enfrentaremos a grupos de fuerzas especiales que nos irán poniendo las cosas cada vez más difíciles, especialmente porque nuestro armamento, material de apoyo y ayuda de personal nos costará dinero (del juego, claro), lo que le añade un punto de estrategia y habilidad importante.
La última parte dedicada al multijugador no es un modo de juego, sino un servicio. Me refiero a Call of Duty: Elite, el cual ha sido una grata sorpresa. Cierto es que tendrá más utilidad para los usuarios de PC, que suelen tomarse el juego en equipo y los clanes de forma más seria que los jugadores de consola, pero estos tienen un problema: la parte de pago todavía no funciona para ellos. Le achacan la culpa a que es una plataforma más abierta y, por tanto, más insegura. A mi me suena a excusa, pero ya veremos que harán, porque dudo que quieran dejar pasar un mercado tan jugoso.
En cualquier caso, es digno de mención el cuidado que tiene detrás Call of Duty Elite: cuenta con aplicación propia descargable en consolas y smartphones, donde podemos, siendo usuarios gratuitos, configurar nuestras clases personalizadas, ver un mapa de calor de los escenarios, rememorar y estudiar muerte por muerte las partidas, compartir vídeos y configuraciones de partidas privadas, etc. Ser usuario de pago implica más espacio dedicado a esos servicios y recibir, antes que el público general, todos los DLC's del juego (incluidos algunos exclusivos para este servicio), acceso a competiciones (que, en otros países, cuentan con premios físicos), programación en video dedicada al mundo de Call of Duty, etc. En este aspecto, bravo. Bravo, porque el fan de Call of Duty va a recibir un contenido muy amplio y de calidad.