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Monday Night Combat

¡Malditos lunes!

Los escenarios también tienen su importancia y dominarlos puede representar la victoria. No hablo sólo de saber dónde están colocadas las torretas, sino de saber utilizar los diferentes caminos que llevan a la base enemiga. Existen también unas placas en el suelo que podremos activar para saltar, así como trampas que dañarán a los enemigos que se encuentren en el área. Se activan, cómo no, pagando. El diseño de los escenarios en sí no me ha parecido gran cosa. Son cortos pero amplios, facilitando el enfrentamiento entre tropas y la movilidad de los jugadores. Todo está pensado para que cada partida se convierta en una auténtica masacre. El punto negativo es que sólo existen tres mapas; pocos, muy pocos a mi parecer.

En cuanto al motor gráfico, el elegido para la ocasión vuelve a ser el versátil Unreal Engine, pero esta vez en su vertiente más colorista. Olvidaos del tono grisáceo de Gears of War, Monday Night está más influenciado por Team Fortress 2 que por el juego del amigo Cliffy. Desafortunadamente, el frame rate es un desastre cuando la pantalla se llena de enemigos, torretas, disparos y demás, lo que se traducirá en importantes ralentizaciones que os recordarán las noches de fin de año. Esto he podido verificarlo únicamente en el modo multijugador, ya que en el solitario soy tan malo que no consigo llenar la pantalla sin que me maten.

Monday Night es frenético a más no poder: activa las torres, dispara a los enemigos que salen desde diversos puntos, está atento a la regeneración de tus habilidades especiales y tu vida, mejora tu personaje y las torretas (todo en tiempo real, no hay pausa), recoge el dinero para poder mejorar todo, haz caso a tu madre que chilla porque la comida se enfría, etc. Este frenetismo es, dependiendo del modo de juego que elijáis, el punto fuerte o flojo del juego. Me explico: si jugáis solos la cosa puede llegar a ser frustrante, puesto que afrontar oleadas de enemigos por vuestra cuenta es algo que únicamente está al alcance de Jackie Chan; imaginaos el modo horda de Gears of War en solitario.

La cosa cambia cuando accedéis al online y seleccionáis uno de los dos modos de juego. En uno formaréis equipo con otros jugadores y os enfrentaréis a la máquina. Es una especie de "campaña" en cooperativo. En el otro modo de juego también formaréis equipos, pero esta vez os enfrentaréis a otra escuadra compuesta por humanos. El objetivo sigue siendo el de destrozar la esfera contraria, no matar al otro equipo, puesto que la regeneración es infinita. La gracia es que en esta modalidad seremos nosotros quienes dirigiremos a los robots. Bien jugado, es sin duda la opción más divertida y añade un componente de estrategia que jugando solo es bastante difícil de llevar a cabo. Mientras unos guían a los robots, otros pueden instalar torretas de defensa para proteger su base, o bien un francotirador puede ir allanando el camino de sus compañeros mientras otro va curándolos, etc. Las posibilidades son muchas, pero como ya habréis visto –y sufrido– otras veces, todo depende del equipo en el que juegues.

Monday Night no llega a ser un juegazo debido a algunos fallos que merman la experiencia de juego. Hay una enorme diferencia entre jugarlo solo o en compañía, tanto es así que se podría comparar con un Modern Warfare. Además, los mapas son escasos, quedando la sensación de que siempre haces lo mismo en el mismo sitio, y esas caídas de frame rate no deberían existir a estas alturas. Dicho esto, os aconsejo que no os desaniméis por estos fallos. Monday Night es un juego muy divertido, frenético hasta decir basta, adictivo gracias al sistema de mejora de habilidades y con unos toques de estrategia que añaden una nota de color entre tanto tiro. En resumen, un juego no excelente pero sí que tremendamente disfrutable.

8 / 10

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