Probamos el MSI GE62
Un portátil gaming a tener en cuenta.
La apuesta de MSI por los portátiles para gaming ha producido numerosas alegrías no solo a la propia compañía taiwanesa, sino también a los usuarios. En el último año hemos podido ver auténticas bestias capaces de sustituir a equipos de sobremesa como el GT80 Titan o el GT72, ligerísimos portátiles como el GS60 Ghost, en los que el rendimiento no iba ligado al peso, e incluso pequeños experimentos como el pequeño GS30 Shadow con su interesante dock de expansión. Hasta ahora habíamos probado sus productos tope de gama (y también más caros), pero nos faltaba echarle una ojeada a alternativas un poco más asequibles.
El GE62 Apache es el portátil que vendría a llenar ese hueco. Tiene un precio más ajustado que el de sus hermanos mayores, pero no sacrifica potencia ni apariencia. Con un chasis similar, en color negro con acabados metálicos, no desentona dentro de la gama de portátiles para gaming de MSI, y su tamaño de 15,6 pulgadas (con unas medidas de 27x383x260mm) y 2,4 kilogramos de peso lo colocan a medio camino entre el gran GT80 Titan y el ligero GS30 Shadow. La calidad de fabricación es también similar, con ese toque premium necesario para justificar un coste por encima de la media.
Las especificaciones técnicas suelen ser uno de los elementos más destacados en los equipos de MSI, y el GE62 no es una excepción. El modelo probado montaba un procesador Intel Core i7-5700HQ a 2.7GHz con 6MB de cache, 16GB de memoria RAM DDR3L y una tarjeta gráfica 960M de Nvidia con 2GB de GDDR5, componentes que aseguran un muy buen rendimiento no solo ahora, sino también a medio plazo. A nivel de conectividad tenemos tres puertos USB 3.0, uno HDMI, uno Mini DisplayPort, los habituales jacks para micrófono y auriculares, un Ethernet (con Killer Network) y lector de tarjetas SD.
Respecto al almacenamiento, encontramos la ya tradicional solución híbrida de MSI, con un disco SSD de 128GB y uno tradicional de 1TB, más un lector/grabador DVD. La combinación de disco sólido con uno mecánico es algo que venimos recomendando desde hace tiempo, porque permite instalar el sistema operativo y los programas de mayor uso en el SSD para tener un acceso rapidísimo y usar el disco de 1TB para almacenar el resto de información, para la cual no es necesaria tanta velocidad. En este sentido lo único que sí nos gustaría ver ya son 256GB de serie, puesto que 128GB se quedan algo cortos incluso teniendo el otro disco de respaldo.
La pantalla, con una capa anti-brillo, es uno de los apartados que más nos han gustado. El panel 1080p IPS (hay también una opción 4K) tiene una definición excelente, buenos ángulos de visión y una notable representación del color, que se suma a un brillo considerable y unos negros bastante profundos. Optar por una resolución de 1920x1080 es, además, la opción más apropiada teniendo en cuenta la GPU que monta el equipo. Las posibilidades multimedia las completa un sistema de altavoces 4.1 DynAudio, bastante efectivo aunque con unos graves menos potentes de lo que nos gustaría.
Todo esto se traduce en una buen experiencia usando juegos a 1080p y con detalle alto. Los títulos más exigentes, como Crysis 3 o Assassin's Creed: Unity, se pueden jugar con el detalle al máximo a 30FPS estables, o bien bajarlos para aumentar el frame-rate. Otros, como BioShock Infinite, Far Cry 4, Tomb Raider o Diablo III alcanzan fácilmente los 60FPS con apenas un par de ajustes en el menú de opciones gráficas. También es destacable el rendimiento que ofrece con programas de creación multimedia (Photoshop, Premiere, After Effects) gracias a la potencia del procesador i7 de Intel.
Algo que ha mejorado respecto a otros equipos que hemos visto últimamente es el nivel de ruido y la eficiencia del sistema de refrigeración. En idle el GE62 es totalmente silencioso, ya que el ventilador está totalmente apagado. Con una carga mínima (navegar en internet, ofimática, programas poco exigente) los ventiladores se activan pero son casi inaudibles. Y cuando la carga es alta, por ejemplo jugando o usando programas con alta carga computacional, ronda los 45dB, lo cual no es silencioso pero tampoco exagerado ni molesto. Lo mismo ocurre con la temperatura, que nunca llega a calentar el chasis lo suficiente como para que queme al tener el portátil sobre nuestro regazo.
El GE62 arrastra, sin embargo, la que viene siendo la gran lacra de este tipo de productos, una autonomía cuanto menos discutible. La batería de seis celdas que viene de serie ofrece unas tres horas de duración, lo cual se nos antoja insuficiente, pero por lo menos cuenta con una carga bastante rápida, que en media hora aproximadamente nos da un 40% de batería. Otro detalle que no nos acaba de convencer está en el teclado; aunque es un SteelSeries con retroiluminación y su calidad es notable, con una buena sensación al tacto, el tamaño de la tecla Enter es bastante pequeño, y cuesta un poco acostumbrarse a él. De touchpad, en cambio, no tenemos queja: es grande, permite gestos configurables y además es multitáctil.
El MSI GE62 Apache es, pese a ciertos detalles mejorables, uno de los portátiles para gaming de 15,6 pulgadas más interesantes del mercado. Su precio no es de los más bajos, empezando en 1349€, pero sus credenciales están fuera de toda duda: tiene potencia suficiente como para mover con garantías la mayoría de juegos, el panel de su pantalla ofrece una imagen estupenda y la calidad de fabricación está por encima de la media. Si buscas un equipo portátil para jugar con un buen compromiso entre peso/tamaño y potencia y tienes un presupuesto holgado, el GE62 es, en definitiva, una opción a tener muy en cuenta.