Mujeres en e-sports, ¿una excepción?
Hablamos con dos jugadoras y un jugador profesionales sobre la presencia de la mujer en los e-sports, las ligas femeninas y mucho más.
Hace un par de meses se estrenó "Free to play", un documental de Valve sobre su juego Dota 2 en el que se pone de manifiesto la importancia cada vez mayor que tienen los e-sports a nivel mundial. League of Legends, Dota 2, Counter Strike, Call of Duty... son unos pocos de los muchos juegos que, aunque llevan ya muchos años, poco a poco se van asentado como deporte competitivo ofreciendo a su vez un espectáculo que cada vez congrega más adeptos.
Cuando hablamos de videojuegos y sobre la gente que hay detrás, tanto desarrolladores como jugadores, por desgracia, y aún en pleno siglo XXI, nos encontramos con un mundo en el que sin duda predominan los hombres, y los e-sports no son una excepción. De hecho, si en la industria ya hay pocas mujeres, todavía hay menos jugadoras que compitan en e-sports.
¿Por qué pasa esto? ¿Por qué apenas se ven mujeres compitiendo en videojuegos? ¿Hay alguna explicación para entender por qué no hay chicas jugando cuando no hay ninguna restricción de sexo en las ligas de e-sports? Al intentar resolver estos interrogantes descubro algo casi todavía más interesante: la existencia de ligas femeninas en e-sports, que además han sido creadas por las propias jugadoras. ¿Podemos hablar, entonces, de auto discriminación positiva, o tienen un sentido estas separaciones?
El asombro al conocer estas ligas paralelas es evidente, puesto que estamos hablando de un esfuerzo intelectual y en todo caso de reflejos, donde el esfuerzo físico, en los que los hombres sí que suelen tener una ventaja frente a las mujeres, es prácticamente inexistente. Aclarado esto, ¿por qué existen ligas femeninas?
María García, sevillana, tiene 22 años y compite en distintas ligas femeninas de League of Legends desde hace casi un año. No vive de ello, ella misma reconoce que es muy difícil y no se ve con el nivel suficiente, así que de momento lo tiene como un hobby. "No es que prefiera participar en una liga femenina", reconoce. Para María, la liga femenina es un entrenamiento más antes de decidirse a participar en torneos en los que el porcentaje de hombres es casi absoluto y que le parecen "mucho más difíciles porque tienen mucho más nivel". Según nos ha explicado ahora mismo no se ve con suficiente nivel como para presentarse y poder ganar algo. "Las ligas femeninas las hemos creado nosotras porque en general las mujeres no quieren competir contra hombres porque piensan que es muy difícil y que prefieren jugar entre ellas", asegura, a lo que añade "yo soy de las que quiere competir contra hombres e ir mejorando".
"Las ligas femeninas las hemos creado nosotras porque en general las mujeres no quieren competir contra hombres porque piensan que es muy difícil y que prefieren jugar entre ellas"
María García, jugadora de League of Legends
María no lo esconde: es consciente de que en las ligas "masculinas" (que, recordemos, son mixtas pero nos referimos a ellas como masculinas porque no hay mujeres en prácticamente ningún equipo) tienen mucho más nivel a la hora de jugar, tal y como nos cuenta ella. ¿Hay alguna explicación que pueda justificar esto?
En relación a esto María nos apunta que hay muchísimos más hombres jugando y que seguramente sea porque se lo toman algo más en serio. "Yo creo que le dedican más tiempo a jugar y por lo tanto tienen más nivel y se dedican más a jugar competitivos", argumenta, y añade: "Las mujeres, sin embargo, además de que somos pocas, parece que no les gusta tanto en general eso de competir". En este sentido aclara que las mujeres pueden competir dentro de equipos formados por hombres, pero por norma general realmente no quieren dedicarse a ello. "Por eso, o se ven muy pocas o yo creo que ninguna".
Sobre lo último, Adrià Gispert, de 24 años y fundador y director de Gbots.SL, la empresa que administra el club de e-sports que lleva el equipo de María, aclara que en este sentido María, por ejemplo, no soporta perder y no cree que las mujeres tengan menos espíritu competitivo.
Nerea Díaz, barcelonesa, tiene 22 años y compite en torneos de Street Fighter IV. Al contrario que María, ella opina que a las mujeres les encanta competir, solo que se las enseña a hacerlo en otros campos, como es en cuestiones emocionales, por ejemplo . "Las mujeres somos menos competitivas aquí por una cuestión de educación, porque se nos enseña que los videojuegos son algo ajeno a nosotras, pero no porque no tengamos esa capacidad o posibilidad", subraya.
Nerea es consciente de que las mujeres son una excepción a la hora de competir en videojuegos. Las pocas que conoce, afirma, las puede contar con los dedos de las manos. Esta jugadora achaca esta situación a varios factores, entre los que destaca cuestiones educativas y de marketing de las propias compañías responsables de los juegos.
"El mundo de los videojuegos ha sido y sigue siendo un mundo de hombres", afirma Nerea, pese a que reconoce que, aunque cada vez las mujeres van ganando más terreno, han de pasar muchos años más todavía. En cuanto a la educación, "es un hecho que vivimos en una sociedad patriarcal, que a las mujeres por educación aún se nos vetan muchos campos, aunque somos más libres de luchar por lo que queremos en comparación a antes". Nerea argumenta, además, que al igual que no se suele fomentar la afición al fútbol entre las mujeres tampoco se les fomenta la de los videojuegos.
Sobre el marketing reflexiona que basta con ver los anuncios de los juegos, el tipo de protagonistas (masculinos y con una fisonomía similar, neutra pero empoderada) y la representación de la mujer en ellos (como objeto pasivo, como objeto sexual...). "Las mujeres tenemos menos abanico de representación, nuestros personajes están menos desarrollados y tienen menos profundidad y la mayor culpa de esto posiblemente la tenga que quienes hacen ese tipo de juegos son hombres", asevera. Ahora que los videojuegos cada vez son algo más social y presente en nuestra cultura también hay más mujeres espectadoras, e incluso mujeres que cogen algún juego y lo prueban pero, tal y como nos explica "no se meten con la profundidad con la que se meten algunos hombres".
"Las mujeres somos menos competitivas aquí por una cuestión de educación, porque se nos enseña que los videojuegos es algo ajeno a nosotras, pero no porque no tengamos esa capacidad o posibilidad"
Nerea Díaz, jugadora de Street Fighter IV
Nerea conoce las ligas femeninas como las de League of Legends, Counter Strike y Street Fighter y dice que no las aprueba. Explica que puede entender que las mujeres necesiten un espacio para estar con ellas mismas y hacer cosas a su manera sin tanta presión o influencia del otro sexo, pero "no hay razón alguna para que compitamos por separado; en deportes físicos tiene sentido porque tenemos capacidades físicas distintas, ¿pero en cuestión de videojuegos y de cerebro?". "No hay nada que impida a una chica tener el nivel del mayor top player, con su mismo esfuerzo lo puede lograr", afirma.
Sobre el hecho de la existencia de estas ligas añade que "más que ayudarnos se nos hace un flaco favor porque las chicas quedamos como unas paquetes y luego los tíos se cabrean porque les están dando dinero a gente que ellos reventarían, pero ellos no pueden participar porque son hombres". "Es todo muy absurdo", puntualiza.
Adrià, que también compite en League of Legends, opina sobre las ligas femeninas: "a mí me gustaría que fuera mixto porque realmente no hay chicas en la élite". "Me gustaría ver a chicas jugando en todas las competiciones", explica.
Sobre la competición en Street Fighter, Nerea cree que no tiene sentido competir entre mujeres: "si quieres aprender coges y juegas contra los grandes, contra los mejores que puedas; sólo así aprendes". "Así es como han aprendido todos los hombres, metiéndose online y jugando contra todo el mundo, cuanto más nivel mejor", dice Nerea. María, por su parte, justifica que en este caso el Street Fighter no es un juego en equipo en cuyo caso sí que se necesita mucha más práctica y compenetración entre sus integrantes: "si entras a jugar contra los grandes tu partida no habrá durado ni 15 minutos y no habrás aprendido nada". Y aclara: "lo que quiero decir es que está bien jugar contra los grandes pero necesitas un mínimo para plantarles cara".
"No hay razón alguna para que compitamos por separado"
Nerea Díaz, jugadora de Street Fighter IV
Aquí también entra en juego una cuestión que, aunque no debería ni llegar a pasar ni mucho menos influir, es evidentente que entra en juego. Hablamos del trato de burla o de acoso que muchas mujeres reciben cuando entran a jugar en internet , que Nerea cita como un factor que influye negativamente a la hora de jugar, ya que explica que o bien pueden descentrar de la partida o afectar al estado de ánimo y finalmente optan por abandonar el juego. Por ello muchas mujeres, entre las que se incluyen tanto María como Nerea, ocultan su sexo a la hora de jugar.
"Yo nunca he alardeado de mi sexo online, pero en el momento en que empecé a ser conocida por participar en torneos (ya incluso antes de quedar en buenas posiciones), la avalancha de solicitudes de amistad y mensajes absurdos era abrumadora". Y sigue explicando que luego además se añadía el hecho de que no podía jugar tranquila. "Entré en un equipo con sponsors, y parecía que si flaqueaba en algún combate ya daba pie a que la gente me dijera que estaba en el equipo sólo por ser mujer", argumenta Nerea. Y continúa: "y no sólo online... en torneos, en freeplays, en quedadas o eventos varios, si no daba la talla en cualquier mínimo momento ya 'daban la razón' a los que atribuían mi éxito a mi sexo". "Se nos cuestiona siempre porque somos pocas y hay mucha demanda", asegura y añade: "por más que hayas hecho méritos para merecerte lo que tienes, siempre va a ser una sombra que te persigue y que te ha dado el empujón para estar por encima de los demás. Incluso en cuestión de nivel, si eres buena es porque X tío te ha entrenado".
Adrià, en este sentido, cree que el esconderse no es la solución: "a mí esto me parece mal", confiesa. "El hecho de haber ligas femeninas no es que baje el nivel, pero limita el nivel de las chicas... Visto está que hay que intentar mejorar siempre", explica. Y pone de ejemplo a María: "la mentalidad de María lo dice: ella busca mejorar y acabar en equipos mixtos".
"En cuanto demuestras que eres tan buena o incluso mejor que ellos te tratan como a un colega y te piden jugar y no el teléfono"
María García, jugadora de League of Legends
María, por su parte, explica que es verdad que muchas mujeres dejan de jugar porque se cansan de que los hombres se burlen de que son malas, aunque piensa que ellas también tienen parte de culpa. Así explica, por ejemplo, que por experiencia conoce muchos casos de chicas que han usado a su novio para subir su nivel en League of Legens (el Elo) de manera que se delatan en cuanto se quedan solas jugando. "Por ser mujer te cuesta librarte de un tópico creado por nuestra propia culpa", confiesa. "Pero en cuanto demuestras que eres tan buena o incluso más que ellos te tratan como a un colega y te piden jugar y no el teléfono", concluye entre risas .
Pocos días después de acabar estas entrevistas, María y su equipo de League of Legends quedaron primeras en el torneo en el que estaban compitiendo, y cuya final se llevó a cabo este pasado fin de semana en Bucarest. Finalmente se han animado a competir contra hombres. "Vamos a competir en la DreamHack masculina que se celebra en Valencia este mes de julio", explica. Puede presentarse quien quiera, pero, al parecer, de momento no se han presentado muchas mujeres", nos explica. "Seremos las únicas".