Naruto Shippuden: Ultimate Ninja Storm 2
El ninja butanero pierde gas.
Seamos realistas, Dragon Ball ya no esta de moda. Aquellos años en los que un tío con el cuello del mismo tamaño que el muslo izquierdo de Rihana han pasado a mejor vida. Aquí, en Eurogamer.es seguimos la senda del ninja y es por eso que estábamos ansiosos de las nuevas aventuras del ninja butanero Uzumaki Naruto.
Tras la aventura anterior, exclusiva de PlayStation 3 y cuyas impresionantes batallas parecían sacadas directamente del propio anime, parecía que el equipo japonés de Ciber-Connect 2 sabían perfectamente el camino que debía seguir la saga.
Si hacemos un poco de memoria, el modo historia de la primera parte era un juego al estilo sandbox, muy similar a los dos títulos lanzados por Ubisoft sobre el simpático ninja, solo que con algunas mecánicas más tediosas. Quizás para una segunda parte, tan solo hubiesen hecho falta unos cuantos ajustes y contar la historia de una manera más dinámica.
Sin embargo, para este Ultimate Ninja Storm 2 han decidido hacer borrón y cuenta nueva, mirar un poco al pasado y utilizar la base rolera de un clásico JRPG para hacerla encajar dentro de un juego de lucha. Sobre el papel pinta muy bien, pero el resultado final no parece haber sido el esperado.
Controlamos a Naruto como si de un Final Fantasy de la época de PSX se tratase. Nos movemos por la Villa de la Hoja mientras la cámara estática nos da siempre el mismo encuadre. Todo ello con la típica música de ambiente tranquila, pero que pasado un rato puede albergarnos instintos nada agradables. En los primeros compases de la aventura debemos buscar a la abuela Tsunade y otros personajes para que nos empiecen a encargar misiones. Las primeras de ellas son más un tutorial que una misión real.
Una vez superados estos primeros pasos, empezamos con las misiones importantes, que son aquellas que se basan en la historia del manga, o mejor dicho, en el anime. Para suerte de todo seguidor de la serie, se dará cuenta de que la historia que nos cuenta es muy fiel a la original, y no han tirado de invenciones absurdas como suelen pasar en otros títulos de estas características.
Lamentablemente, no todos los aspectos de este semi-rpg son positivos. Encontramos serios problemas en la base jugable del título, y es que para desplazarnos a diferentes puntos del mapeado, o para llegar a las misiones y encargos que nos piden nos pegaremos unos buenas y excesivas caminatas. Los escenarios son muy bonitos, realmente bellos, pero ocurre que no encontraremos una batalla a no ser que sea parte de la historia o de un encargo secundario.
Por si esto fuera poco, tampoco tendremos que subir de nivel a Naruto y a sus amigos, con lo cual no se entiende muy bien el enfoque de la aventura principal. En otras palabras, a parte de combatir nuestra otra gran labor en la aventura será caminar de un lugar a otro. Tendremos que caminar tanto, sin hacer prácticamente nada más que nos ocupará 3/4 de la aventura recorrer todos los escenarios y tan solo 1/4 del tiempo lo dedicaremos a combatir. Y sabiendo que una partida media, nos dura unas 12 horas, entre caminar y tediosas conversaciones apretando nada más que un botón para pasar a la siguiente frase del diálogo, nos va a tocar aburrirnos bastante.
E aquí el gran problema del juego, puede aburriros mucho si no estáis acostumbrados a este tipo de juegos. No tiene ritmo y cuando consigue remontar un poco el vuelo gracias a los combates, acto seguido se vuelve a estrellar de forma estrepitosa. Llega hasta tal punto de pasarnos casi tres cuartos de hora sin un solo combate, solamente con vídeos a base de diálogos. Por que si hay algo que no me gusta es sentir que me están robando el tiempo, y por desgracia la sensación es bastante constante.