Naruto x Boruto UNS Connections tiene demasiada prisa por resumir la trama original
Lo contrario del relleno es el vacío.
Cuando se anunció este Naruto x Boruto Ultimate Ninja Storm Connections lo primero que pensé fue “ya era hora”. Como persona que adora Naruto y las propias adaptaciones de CyberConnect2 al videojuego, parecía de cajón que en algún momento era necesario reunir toda la historia del ninja de la Villa Oculta de la Hoja en un único título que homogeneizara tanto el gameplay como la manera de contar la historia. Un homenaje tanto a la obra de Kishimoto como a los propios juegos anteriores. Sin embargo, Connections termina quedándose a medio camino en ambos apartados debido sobre todo a un modo Historia que no está a la altura de lo esperado.
CyberConnect2 ha firmado a lo largo de los años algunas de las mejores adaptaciones de un anime al videojuego, cuidando muchísimo la presentación, el sistema de combate y la recreación de momentos clave con gran precisión y respeto por la obra original. La necesidad de unificar los cuatro Ultimate Ninja Storm de CyberConnect2 viene de la gran cantidad de elementos que difieren de uno a otro, desde las batallas de QTE para ejecutar jutsus hasta el límite de usos del cambiazo. Donde más se diferencian, sin embargo, es en la estructura del modo Historia.
El primer título usaba la Villa como hub que podíamos explorar libremente pero quizá, como es costumbre en el propio anime de Naruto, abusaba demasiado del relleno en forma de minijuegos inanes. El segundo y el tercero usaban el que era, en mi opinión, un sistema ideal: un mundo más reducido que nos permitía viajar de un lugar a otro del mapa para seguir la propia historia, centrándose más en los propios enfrentamientos y reduciendo al mínimo casi todo lo que se salía de los combates. En el cuarto juego se pasó a intercalar combates con escenas estáticas del propio anime, dejando un poco más de espacio a la historia pero perdiendo la conexión con el propio mundo.
Revisando Naruto SUNS 2 o 3 es bastante fácil apreciar un esfuerzo por contar la historia de forma que se pueda entender sin salirse del juego, quizá por la presión de desarrollarlos en paralelo a la creación de las propias tramas. Para quien no viviera aquello en su época, los juegos llegaron a alcanzar el ritmo de Kishimoto; SUNS 3 tuvo que incluir un final “falso” para la trama de Tobi que se contradice con el inicio del 4, donde ya se podía contar lo que realmente sucedía en el manga y anime. De ahí esa necesidad, como decía, de integrar lo mejor de cada entrega en un solo juego.
Desafortunadamente, Connections opta en su modo historia por replicar el estilo del cuarto juego, dando lugar a una presentación algo pobre; es un pelín triste volver a un juego de 2010 (SUNS 2) y ver cómo cierta conversación del combate final contra Pain había sido recreada en 3D pero aquí se reduce a una serie de imágenes estáticas con el doblaje original de fondo, difuminando esa conexión con los personajes. Quizá con secuencias animadas habría sido mejor, pero es que además se ventila la historia con una rapidez excesiva. Toda la obra de Kishimoto se cuenta en menos de seis horas, una duración inferior a la de cualquiera de los otros cuatro juegos principales por separado.
Toda la etapa de Naruto pre-Shippuden se reduce a una docena de combates centrados en las aventuras del propio Naruto; ni siquiera el mítico Rock Lee vs Gaara del examen de Chuunin sobrevive al ritmo demencial con el que se encuentra la historia. No quiere narrar la historia del anime por su cuenta, simplemente activar los recuerdos de ciertos momentos clave a quien ya los reconoce. Esta rapidez deja quizá como principal damnificada la trama de Pain, que se cuenta a toda prisa y no tiene apenas impacto emocional porque, por poner un ejemplo, apenas dedica unos minutos a mostrar a Jiraiya.
La prisa se deja por delante ya no solo el impacto de Naruto, sino de los propios juegos de CyberConnect2. La desarrolladora ha destacado siempre por recrear fielmente momentos de la serie apostando por unas escenas espectaculares de las que éramos partícipes principalmente con los QTE. Muchos de los mejores combates de la serie se han quedado fuera, sobre todo cuando eran miembros menores de Akatsuki (y, de nuevo, concentrando las ausencias más notables en el arco de Pain). Entiendo que incluir todos los combates de la serie podría ser un esfuerzo demasiado ambicioso, pero Connections se deja demasiados momentos narrativos y jugables por el camino. Creo que esto destaca sobre todo cuando uno juega los combates donde la compañía puso toda la carne en el asador, como en el Sasuke vs Itachi, y recuerda todo lo que se ha quedado fuera.
Más allá del propio modo Historia encontramos una aventura original centrada en Boruto, donde sí se apuesta por emplear modelos 3D para contar su trama pero se queda sin voces. Es un añadido bastante anecdótico porque, aquí sí, vemos el fenómeno de una historia claramente pensada como relleno, con una trama que comienza con un nuevo Naruto vs Sasuke para poner los dientes largos antes de dar marcha atrás en el tiempo y centrarse en Boruto enganchado a un MMO de realidad virtual para conseguir un regalo para su hermana e ir construyendo desde ahí.
Hay alguna que otra novedad más, pero nada excepcional; ligeros ajustes al combate, un nuevo sistema de combos que se puede ejecutar con un solo botón, media docena de personajes nuevos… Su virtud más evidente es precisamente la apabullante cantidad de luchadores, incluso con las inevitables decenas de Narutos y Sasukes jugables. Pero en general da la sensación de que se ha construido reaprovechado una gran cantidad de material de los juegos anteriores; algunos escenarios merecían un lavado de cara más profundo para ponerlos al día.
Sigo pensando que la idea detrás de Naruto x Boruto Ultimate Ninja Storm Connections era buena y la intención original iba por buen camino. Contar toda la historia de Naruto en un solo juego, retocar ciertos aspectos del combate, homogeneizar la estructura y reunir a la máxima cantidad posible de personajes era un buen punto de partida. Sin embargo, las prisas por reducir el modo Historia a su mínima expresión dejan con un sabor de boca amargo. Resulta paradójico que una serie que ha tenido tanto relleno en su anime como es Naruto nos encontremos con un juego que representa todo lo contrario: el vacío o la ausencia de muchos de sus mejores momentos. Connections no es el juego definitivo que se merecían Naruto o la propia CyberConnect2; más que un homenaje a una carrera parece un disco de grandes éxitos.