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Naval Assault: Muerte en el Mar

Tocado y hundido.

Al menos la situación se torna más divertida en el momento en que atacamos, ya sea en superficie o bajo el agua. Podemos tratar de derribar aviones con los cañones de cubierta o barcos enemigos con los torpedos. Esta última operación no es ni de lejos tan compleja como en un simulador al uso, pero requiere cierta práctica. Una vez se disparan se puede cambiar ligeramente su rumbo usando el stick derecho para corregir errores, una clara concesión al lado más arcade de Naval Assault. Otro aspecto interesante es que los barcos poseen zonas de impacto diferenciadas, lo cual añade ese ligero plus de estrategia al, por ejemplo, tratar de frenar a los enemigos destruyendo sus motores para después torpedear a placer.

Según nuestro rendimiento a la hora de cumplir las misiones se nos otorgan unas estrellas que sirven para desbloquear otros tres submarinos diferentes, que podemos usar en misiones posteriores o repetiendo las que ya hemos superado. Éstos presentan diversas mejoras, como la capacidad de navegar más rápido al estar sumergido, mejores cañones o más lanzaderas de torpedos, pero a efectos prácticos la diferencia no es tanta como puede parecer si los comparamos con el submarino que tenemos al empezar la campaña.

El aburrimiento de la campaña individual podría solventarse con el modo multijugador incluido, pero tras días intentándolo he sido incapaz de probarlo. El problema es tan sencillo como alarmante: no hay jugadores con los que echar una partida porque los servidores están completamente desiertos.

A nivel audiovisual también es un jarro de agua fría, con algunos aspectos bien conseguidos pero muchos otros que dejan bastante que desear. El modelado de los submarinos o los efectos de explosiones, por ejemplo, son bastante resultones, pero los escenarios son extremadamente simples y algo tan básico como es el agua tiene un comportamiento muy artificial. Naval Assault parece más un juego de la primera Xbox que de 360 y aun así sufre ralentizaciones en el frame-rate, lo cual ya lo dice todo. Con el apartado sonoro pasa algo parecido: los sonidos de las detonaciones son contundentes, pero el doblaje de las voces (en inglés) es uno de los peores que hemos escuchado en los últimos meses, y la música es repetitiva y agobiante.

La idea de llevar un juego de submarinos a una consola de nueva generación era tan atrevida como atractiva, pero al mismo tiempo muy peligrosa. Al final mis peores temores se han hecho realidad: Naval Assault es un título mediocre y aburrido que no agradará a los fans de la temática y terminará de echar atrás a quien se inicie con este peculiar estilo de juego. Una pena.

4 / 10

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