NBA 2K11

La inteligencia artificial es de lo que más se ha mejorado. En los niveles altos está tan bien gestionada que o sacas la libreta de tácticas o lo tendrás complicado para acercarte al aro. Los pick'n roll son fundamentales, estar atento a los cortes, adaptarse al nuevo y mejorado juego al poste bajo... así como dominar el IsoMotion, el sistema de regates, y aprovecharte de las manos más habilidosas. La experiencia en la cancha es muy, muy sólida, y a pesar de pequeños hiatos se confirma que estamos ante el mejor de la saga.

A muchos os alegrará saber que el online funciona mucho mejor que antes. El lag ha desaparecido de la mayoría de partidos y sólo mete su negra mano en los encuentros con muchos jugadores; en todo caso, se puede jugar, y jugar bien.

Para el año que viene todavía les queda trabajo por hacer. El modo Mi Jugador, al que deberían ponerle más cariño, sigue siendo lento y engorroso, con unos menús muy poco usables y un sistema de entrenamiento aburrido y cansino, además de tiempos de carga exagerados y conexiones demasiado frecuentes a Internet para enviar estadísticas y datos. Si consiguiesen dar con una fórmula rápida, original y dinámica, y con un editor algo mejorado, la saga daría un salto cualitativo importante.

NBA 2K11 es ante todo un juego sólido, con una inteligencia artificial digna de aplausos y que añade cientos de nuevas animaciones, gráficos mejorados y un control más preciso en determinadas situaciones (defensa, poste bajo, regates). Supera de largo al del año pasado, pero se duerme en modos tan interesantes como el Mi Jugador. Y, de fondo, tenemos a Jordan, que no pasa de artista invitado, pero con el que disfrutamos como si estuviese toda la película.