NBA Jam
¡Boom-shaka-laka!
Reconozco que a la tristemente extinta Midway Games (cerró a mediados de este mismo año) le tengo un cariño especial. Son los creadores Root Beer Tapper y Gauntlet, dos de los juegos de los que guardo un mejor recuerdo de infancia, y principios de los 90 sacaron algunas recreativas francamente memorables, como Smash TV y su secuela espiritual, Total Carnage, o Mortal Kombat. Sin embargo, tienen reservado un pedacito de mi corazón especialmente por dos juegos: el pinball Theatre of Magic y el NBA Jam Tournament Edition de Megadrive.
Sería incapaz de contabilizar la cantidad de horas que pasé jugando a este último con mis amigos en verano de 1994. Las reglas (o la ausencia de ellas, más bien) eran sencillas: partidos de basket de dos contra dos usando a las estrellas de los equipos de la NBA, en los que solo habían dos limitaciones. La primera era que no se podía hacer goaltending (interferir el balón cuando está tocando el aro de la canasta o descendiendo en dirección a ella) y la segunda que las jugadas debían realizarse en menos de 24 segundos. Pero aparte de eso todo estaba permitido, porque por no haber no habían ni fueras de banda. El resultado eran partidos extremadamente espectaculares plagados de allie hoops, saltos imposibles y juego sucio, una combinación tan adictiva como perfecta para potenciar la rivalidad entre varios jugadores.
Ahora el estudio de EA Vancouver, con la colaboración del creador del primer NBA Jam, Mark Turmell, recupera la franquicia para publicarla en Xbox 360, PlayStation 3 y Wii. Se ha respetado todo lo que hacía grande al original, se han actualizado las alineaciones con las estrellas actuales de cada equipo y sus jugadores más legendarios (no, no está Jordan en los Bulls... pero sí Pippen y Rodman, por ejemplo) y se han implementado unas cuantas novedades tratando de adaptarlo a los tiempos modernos, aunque la verdad es que domina el sabor añejo de un arcade clásico con pocas complicaciones que se disfruta mucho más en compañía y en cortos periodos de tiempo.
Por ejemplo, y pese al intento de modernizarlo, el esquema de control clásico con tres botones sigue siendo el más apropiado y cómodo. En Xbox 360 y PlayStation 3 puede usarse también uno alternativo que usa los dos sticks analógicos, y en Wii el combo Wiimote + Nunchuck con algunos movimientos gestuales, pero al final acaban resultando más complicados, menos precisos y no proporcionan ninguna mejora real que valga la pena.
Algo parecido ocurre con los modos de juego. El nuevo Remix Tour propone superar 36 partidos divididos en regiones ganando medallas en diferentes tipos de prueba: en Smash hay que destrozar el tablero del contrario, en Domination marcar desde determinados puntos de la cancha, en Elimination mantenernos como el último jugador en la pista, en 21 hay que ser el primero en llegar a dicho marcador y en 2 vs. 2 Remix jugamos un partido con modificadores todavía más arcade. Pero al final el clásico partido de dos contra dos normal es la estrella de la función y al que acabaremos jugando con más asiduidad, aún con el handicap de tener que soportar la errática IA que gobierna a nuestro compañero.
Donde NBA Jam saca su mejor lado a relucir es en su apartado multijugador offline. Si se juntan cuatro personas la experiencia cambia bastante y se convierte en uno de los juegos más divertidos que podéis encontrar actualmente, alejado de la seriedad y complejidad del resto de juegos deportivos disponibles en el mercado. Es pura acción directa, sin necesidad de aprender combinaciones de botones o pasar por una fase de aprendizaje. Si no podemos juntar a ningún amigo en casi y tenemos la versión para Wii estamos vendidos, porque no tiene ningún tipo de online, pero en las consolas HD se pueden activar los modos correspondientes tras la instalación de un parche gratuito.
El estilo gráfico es el mismo que el de los primeros NBA Jam (todos los personajes usan el mismo modelo para el cuerpo, con la foto de la cabeza del jugador correspondiente "enganchada" sobre él) y presenta un curioso sistema de animaciones faciales que a veces recuerda más a un gif animado de 4chan que a un juego para una consola de nueva generación. A priori puede sonar mal, pero la verdad es que es tan simpático como efectivo. Al igual que en el juego de 1993 también destaca la presencia de Tim Kitzrow como comentarista, con frases tan míticas como "Boom-shaka-laka!", "He's on fire!", "From downtown!", "Slam-a-jamma!" o "The nail in the coffin!", aunque la verdad es que se repiten con demasiada frecuencia. El audio no viene doblado, manteniendo intacto el estilo cafre y desenfadado de los comentarios.
NBA Jam recupera con éxito el espíritu de uno de los juegos de deportes más alocados y entretenidos que hemos visto nunca en una consola, y se convierte en uno de esos títulos ideales para jugar un viernes por la noche en el sofá de casa, rodeado de amigos mientras tomas unas cervezas. Los piques y las risas, que es lo que cuenta, están más que garantizados. Sin embargo no podemos evitar pensar que tal y como llega a las tiendas es algo caro: se nota que inicialmente iba a ser un extra dentro de NBA Elite 11, y quizás hubiese resultado más práctico (y justo) quitarle modos y extras innecesarios, dejarle la campaña básica junto con el online y publicarlo como juego descargable a un precio más razonable.