Need For Speed: Nitro
Nitroso oxidado.
Ahora bien, el problema comienza cuando decidimos intentar cualesquiera de los controles específicos de Wii. No son incómodos y no están mal pensados, pero están espantosamente implementados y resultan imprecisos de la peor manera posible: por inconstancia. Si resultasen siempre imprecisos en las mismas situaciones, corregir hábitos de juego no sería un problema, pero es que hacer dos veces el mismo movimiento puede tener como resultado acciones completamente distintas y la desesperación se puede apoderar de cualquiera en cuestión de vueltas, si no curvas. Porque en un arcade el control debe ser exquisito y debe ser el corazón sobre el que se construya el juego, y en NFS Nitro, aun a pesar de la buena intención con que se ha enfocado este asunto, el resultado no es muy digno de alabanza.
Por lo demás, el título incluye la acostumbrada profusión de circuitos en diversas localizaciones alrededor del mundo aunque por lo estrecho de sus pistas y lo poco explorativo de sus diseños no terminan de parecer todo lo variados que se querría. Además, cuentan con una cualidad irritante: los obstáculos son binarios, lo que quiere decir que o están como un muro o no existen. El mejor ejemplo de esto es una acera con bolardos: tenemos el bordillo de unos diez centímetros de altura y, medio metro más lejos, los bolardos de acero considerablemente más altos. Bien: nunca llegaremos a impactar con ellos porque el bordillo es como un muro de hormigón sobre el que nuestro coche no podrá pasar, y se quedará detenido por completo sin motivo aparente. Esto es, en realidad, un largo rodeo para decir que las físicas en NFS Nitro son completamente inexistentes, y eso es algo casi imperdonable a estas alturas de la película.
Tampoco es demasiado breve el catálogo de vehículos, pero las diferencias en comportamiento entre coches de la misma clase son poco apreciables y sólo notaremos cambios considerables cuando saltemos entre clases, lo cual es un poco desafortunado. Need for Speed: Nitro intenta hacer las cosas bien y lo intenta honestamente, pero no funciona todo lo bien que debería aun a pesar del cuidado con el que se ha realizado. Así que si guardáis –como deberíais- los mandos de vuestras GameCubes o si tenéis mandos clásicos es una opción no completamente descartable, aunque hay arcades de carreras mucho mejores en la plataforma. Pero si queréis algo de velocidad imparable y tuneo de barrio, quizás NFS Nitro os dé lo que buscáis. Bajo cualquier otro supuesto no es demasiado recomendable.