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Need for Speed: Shift

¿De vuelta al rumbo correcto?

El equipo parece estar haciendo un buen trabajo en este aspecto, dando importancia a los pequeños detalles para aumentar la sensación de inmersión: aprieta el acelerador y verás como el campo de visión cambia, manteniendo el enfoque de la carretera pero dando un aspecto borroso a la cabina. Los acelerones repentinos también van acompañados de movimientos de cámara que imitan la sensación de que tu cabeza se vea empujada hacia el asiento, mientras que un frenazo de emergencia mueve tu punto de vista de golpe hacia adelante, como si del movimiento real se tratase.

Además, los desarrolladores también han dedicado una buena ración de tiempo a reflexionar sobre los accidentes, tratando de capturar el drama de las colisiones como un efecto completo en vez de un simple retraso en tu tiempo de vuelta. La solución hasta ahora es un exceso óptico, cuando al chocar la pantalla se nubla para recuperarse lentamente mientras se oyen los latidos de tu corazón por los altavoces. Comparado con el espectáculo hollywoodiense de Burnout, ésta es una aproximación mucho más física: es como echarte tabasco en un ojo. Es impactante pero no horrible, pero además no es meramente cosmético, sino que el modelo de daños está integrado en el motor de física: después de que una serie de malas decisiones al conducir reduzcan el Zonda a un amasijo metálico de aspecto expresionista, el coche se controla de forma muy diferente, arrastrándose por la carretera y cortando el viento con la gracilidad de un viejo colchón.

Junto al Zonda hay otros coches potentes como el Porsche GT2, u otros más sencillos como el Lotus Elise.

Cambiar el circuito de Brands Hatch a una carrera en una pista imaginaria que parece haber sido sacada de un libro para turistas de Londres proporciona otra oportunidad de ver lo bien que luce el juego. Estas calles ya se hicieron familiares con PGR3, pero aquí tienen mucho más detalles, con los edificios mucho más cercanos a la carretera, los alrededores atestados de público y una gran variedad de efectos de luz que permiten a los desarrolladores mostrar diferentes estados climatológicos y mover el reloj entre el brillante naranja de la mañana al desaturado y pálido sol del atardecer en tan sólo unos segundos.

Londres es también una excelente oportunidad para apreciar como los elementos de simulación están integrados en el diseño. Desactivar el HUD por completo en cabina te permite seguir la carretera con una línea de colores en el suelo frente a ti, marcando en rojo y amarillo cuándo frenar, en verde cuando apretar a fondo el acelerador y azul cuando te estés quedando muy atrás. Es algo un poco serio para una franquicia tradicionalmente arcade, y unido a las nuevas físicas de los coches - los coches dan la sensación de tener el peso adecuado, y hay que ir con cuidado para no hacer un trompo - es suficiente para pensar que Maggie Q es un recuerdo lejano.

El framerate es prometedor, especialmente tras el desastre de Undercover.

Aunque es pronto para dejar de lado las suspicacias de cómo resultará Shift - nuevo desarrollador, nueva dirección y un sorprendentemente pulido aspecto que le enlaza a la franquicia Need for Speed pueden parecer oportunistas - pero no hay razón para dudar de la calidad del trabajo realizado hasta ahora por Slightly Mad. Estés de acuerdo o no con la creencia de EA de que la audiencia está tan fragmentada como para necesitar tres juegos diferentes para mantener a todo el mundo contento, está claro que si buscas el enfoque clásico de la saga deberás esperar a Nitro para DS o Wii en esta ocasión. Si, por el contrario, eres fan de la conducción tanto como de las carreras en si, Shift parece ser uno de los mejores juegos que ha dado esta franquicia en mucho tiempo.

Traducción por Josep Maria Sempere.

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