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Need for Speed: Undercover

La dejadez de EA.

Y no podemos dejar pasar la ocasión de declarar públicamente el profundo odio que profesamos hacia el modo eliminación policial. Echad a temblar cuando toque superar una de estas pruebas porque son de un absurdo que ni los Monty Python’s en sus mejores tiempos. El objetivo será acabar con equis número de patrullas a lo largo de un circuito virtualmente abierto con tiempo limitado. ¿Y dónde está problema?. Muy sencillo, ¿cómo se supone que los vamos a derrotar?, porque a) casi nunca te adelantan, con lo que embestirlos es un “poco” frustrante, y b) si empiezas a huir para que se vayan estrellando en las curvas se te acaba el tiempo. Si a esto le sumamos que la barra de “atrapado” no da mucho cuartel, el resultado alterna entre la risa floja y las ganas de llorar.

En cuanto a la IA de los vehículos neutrales (que los hay, circulando tranquilamente por su carril) tampoco es que se puedan vanagloriar. No se inmutan ni viéndote venir de frente. Muy mal en ese sentido.

“No necesitas pruebas cuando tienes instinto” – Reservoir Dogs

Por alguna razón que alguien debe conocer las físicas al volante son bastante pobres. Pisar el pedal de freno a menudo impedirá girar en curvas cerradas con lo que casi siempre es mejor prescindir de él. El freno de mano es tu aliado en Undercover, pero será complicado no terminar derrapando sin control con algo distinto a un deportivo.

La sensación de velocidad es prácticamente nula hasta los 200 km/h y no da la impresión de estar a los mandos de una máquina que puede superar dos o tres veces la velocidad permitida. Un poco de efecto blur se encarga de hacer trepidar al jugador en estos casos, pero en líneas generales el manejo de los vehículos y la inmersión dejan mucho que desear. Algunos saltos del framerate tampoco ayudan. Y ahora que hablamos de saltos, los trazados tienen los badenes más gratuitos de la historia. Por el amor de Dios, ¿a qué vienen esas rampas en mitad de una autovía recta de tres carriles para cada sentido y totalmente lisa?

En cuanto a jugabilidad Black Box no aporta nada especialmente novedoso. Llama la atención el uso del óxido nitroso como justificación del turbo de los juegos clásicos, porque viene a ser lo mismo pero con nombre “cool”. Una barra junto al velocímetro se encarga de medir la reserva, que se recarga con el tiempo. Hacer los trazados de forma limpia ayuda a reponer más rápido. Además del nitro tenemos otro indicador de “tiempo bala”, que ya os podéis imaginar para qué sirve. ¿Funciona? Mmmm. Regular. Desde luego es interesante, pero para los jugadores experimentados o “hardcore” puede suponer una rebaja de la dificultad. Para quien sin duda es muy adecuado es para los jugadores casuales, porque es bastante accesible y dinámico (actívalo en una curva de menos de 90º y disfruta).

Gráficamente el juego luce bien, pero no alcanza la calidad de Midnight, y por las capturas diría que tampoco avanza respecto a sus ancestros. El modelado de los vehículos no está muy bien definido y la cuadratura trasera de algunos diseños es agresiva a la vista. En otros destaca la ausencia de formas dando la sensación de que se está moviendo un bloque con ruedas. Las deformaciones derivadas de los accidentes brillan por su ausencia, y quizá una cámara más elevada hubiese dado mejor resultado, tanto en el plano de la conducción como en el aspecto visual. La ciudad y el entorno en general están bien, pero sin duda hubiesen mejorado con un poco más de interés. Hay que tener en cuenta que son circuitos cerrados...

“Lo has visto, lo has oído ¿y todavía preguntas?” – Mad Max

Hace un par de años cabría la posibilidad de que nos equivocásemos al decir que Electronic Arts no presta mucha atención a las versiones PSP de sus títulos multiplataforma. Podrían justificarlo diciendo: no es que el hardware de la consola ya ha tocado techo. Pero amigos, llegó Rockstar con su Midnight y dejó el listón muy alto (ojo, hace ya tiempo ¿eh?), superando EN TODO a este Need for Speed: Undercover, incluso antes de salir. Por lo que no se puede concluir que estemos ante un producto interesante. Algunos matices le dan algo de carisma, como las cinemáticas o el modo online (competición a través de infraestructura o adhoc), y mantienen al juego dentro de lo tolerable, pero los errores de bulto dejan bastante en entredicho la voluntad y las ganas que le pone EA a las versiones para PSP, no ya de esta saga en concreto, sino de la mayoría de sus franquicias multiplataforma.

6 / 10

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