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Análisis de NES Remix

NintendoWare.

Reconozcamos públicamente y sin tapujos una obviedad: las mejores pantallas de los WarioWare son, con diferencia, las de 9-Volt. Sí, vale: los minijuegos de Mona son divertidos y los de Dribble y Spitz resultan bastante curiosos, pero no tienen ni la mitad de encanto y carisma que los pequeños microjuegos basados en los clásicos de la gran N. A los de Kyoto les ha costado años, pero con NES Remix, un juego descargable anunciado por sorpresa en el último Nintendo Direct, parece que al fin se han dado cuenta de ello.

Pensar pues en este NES Remix como en un WarioWare centrado de forma específica en los juegos clásicos creados por Nintendo a mediados de los ochenta para su primera consola de sobremesa sería lo más lógico, pero la colección de pruebas retro desarrollada por el estudio japonés indieszero no es exactamente eso. La base - realizar una deconstrucción de las mecánicas jugables más primarias de cada juego - está ahí, pero mientras en WarioWare cada pantalla apenas duraba unos segundos y el objetivo no iba más allá de apretar el botón adecuado en el momento apropiado, en NES Remix los niveles son un poco más largos y el éxito o fracaso se mide en función de la consecución de misiones algo más complejas.

Quizás te pidan que saltes un determinado número de barriles en Donkey Kong, que llegues sin frenar al banderín de final de fase de Super Mario Bros. en menos de medio minuto o que superes rápidamente varias mazmorras de Zelda sin recibir daño, pero por lo general todas estas pruebas tienen en común la exigencia de un perfecto dominio del control (idéntico al de los juegos originales) y, en las más complejas, identificar patrones y detalles muy concretos del nivel, como si de un speed run se tratase.

Esto queda especialmente patente en las fases Remix, donde no sólo se introducen pequeñas mejoras audiovisuales (sombras en los sprites, efectos gráficos y remezclas musicales), si no que los diseñadores dan mayor rienda suelta a su imaginación, agitan la coctelera y proponen retos más originales. En una, por ejemplo, debes superar la primera fase de Donkey Kong usando como personaje jugable a Link. ¿La gracia? que no puede saltar. En otra debes completar una fase de Super Mario Bros. a la que han añadido ventiscas y cubierto todo el suelo con una resbaladiza capa de hielo. Incluso te exigen completar una vuelta a Excitebike con la pista casi a oscuras, tímidamente iluminada por el pequeño foco instalado en el morro de tu moto. Y así con varias docenas de pruebas, a cada cual más loca que la anterior.

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Todos estos retos están lo suficientemente bien medidos como para hacer que ni siquiera los de los juegos menores (Pinball o Baseball, por ejemplo) resulten aburridos, pero el detalle final que confirma el rotundo éxito de NES Remix es el sutil - e inexorable - desafío que introduce el temporizador y las puntuaciones, reducidas a un marcador con tres estrellas (al más puro estilo Angry Birds, sirviendo también para desbloquear nuevos niveles). Así, lo que inicialmente son simples pruebas de habilidad se transforman en enfermizos y adictivos retos que continuamente te arrastran a intentar mejorar tus tiempos y a superar la puntuación de otros jugadores.

Quizás al llevar de forma tan obvia y marcada en su ADN ese elemento de competitividad sorprende - y decepciona, para qué engañarnos - que se opte por simples posts aislados con puntuaciones en el Miiverse en vez de por una tabla de clasificación mundial por internet, o que el juego te recompense indolentemente con sellos para los mensajes en vez de logros o trofeos por las hazañas más complicadas. NES Remix es, según como lo mires, una víctima colateral de las anacrónicas políticas de Nintendo respecto al juego online, porque aún funcionando a la perfección con sus limitaciones, se nota a leguas que se vería muy beneficiado si contase con características online que son prácticamente estándares de facto en cualquier otra plataforma.

Hay quien verá aquí el enésimo ejemplo de Nintendo intentando sacar petróleo de sus viejas franquicias, pero realmente tengo la sensación de que esta vez han tocado la tecla correcta, creando un divertidísimo homenaje que va más allá del burdo sacacuartos para nostálgicos. Con un precio más que razonable (9,99€), un número de pruebas (más de doscientas) lo suficientemente alto como para entretenerte durante varias tardes y un elevado grado de rejugabilidad y adicción, NES Remix quizás sea el primer descargable first-party imprescindible de la eShop de Wii U. Un servidor, tras un fin de semana de pique desenfrenado, no le haría ascos a un eventual segundo volumen. O mejor aún, a un SNES Remix o un Game Boy Remix para 3DS. Por fondo de catálogo no será, desde luego...

8 / 10

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