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New Super Mario Bros. Wii

La Coca-Cola de los videojuegos.

Super Mario es a los videojuegos lo que Coca-Cola es a los refrescos. La fórmula magistral con la Nintendo prepara cada uno de sus juegos es bien conocida por todos, pero aún así nadie ha logrado jamás hacerles sombra en su terreno. Da la sensación que a sus competidores siempre les falta algo. Es como esa superioridad eterna de la que hacen gala personajes como el Correcaminos o Piolín. Es como ese ingrediente secreto de la Coca-Cola que convierte al brebaje inventado por el mortal John Pemberton en una bebida digna de los mismos dioses. Por alguna extraña razón que no alcanzamos a comprender –quién sabe si Miyamoto llegó a un acuerdo con el diablo hace 25 años– sus juegos funcionaban antes y siguen funcionando hoy en día.

El secreto del éxito está en su fórmula. Tu coges un plataformas de scroll horizontal, le sumas un control perfecto, lo sitúas en unos niveles diseñados con ingenio, le pones una serie de personajes carismáticos y le ajustas la dificultad hasta que resulte un reto que enganche pero que jamás llegue a desesperar y tienes un Super Mario calentito esperándote. Esto es precisamente lo que ha hecho Nintendo con este New Super Mario Bros.Wii, coger la receta de siempre y preparar lo mismo de siempre pero para la consola del momento, que en este caso es Wii. No esperes absolutamente nada más porque no lo encontrarás, la revolución ya vino con Super Mario Galaxy y aunque veas que pone “New” en la caja no te fíes, este juego es más continuista que Tekken, Quake y Mega Man juntos. Ahora bien, es como si fuera una peli de Chaplin o de Buster Keaton, siempre será genial y siempre te reirás con ella.

La única cosa que lo diferencia del resto de juegos de la saga es la inclusión de un modo multijugador con el que pueden jugar hasta cuatro personas. Así, a lo largo de sus 8 mundos (más uno oculto) se nos da la opción de ir pasando pantallas o bien solos, o bien acompañados de uno, dos o hasta tres colegas. Lo plantees como lo plantees es divertido.

Jugarlo solo es como tener delante de las narices el juego de siempre pero con nuevos niveles. Si no estuvieran bien diseñados diríamos que es un timo para los tiempos que corren, pero no es el caso. Los nuevos niveles son estupendos y están diseñados de forma sobrehumana para resultar muy divertidos, con ritmo, misteriosos por sus caminos secretos y extrañamente variados. Como si fuera Mario Bros 3, vamos avanzando por ellos a través de distintos mapas que ilustran los diferentes mundos temáticos de lava, hielo, montañas, cuevas, y demás imaginario paisajista de este mundo triposo y feliz del Reino Champiñón. En medio del camino encontramos la típica fortaleza y al final el castillo con el hijo punky de Bowser de rigor. La historia sigue siendo igual de dramática que siempre: salvar a la Princesa Peach.

Con un compañero el juego adquiere un tinte de cooperativo/competitivo que convierte sus partidas en agradables paseos de compenetración épica, como si a Disney le diera por rodar una buddy movie con los personajes de Nintendo. Para potenciar este aspecto multijugador se introducen nuevos movimientos para actuar de forma sincronizada como levantar a nuestro socio de aventuras, compartir los poderes de los ítems o, lo mejor: saltar en bomba creando una onda expansiva de dolor para los enemigos. Las bromas y las pequeñas puyas se convierten en algo espontaneo y natural, pero acabas colaborando para avanzar mientras se forja una amistad que ni en Special Ops de Modern Warfare 2. Y es que como dice un colega que tengo, Mario y Luigi son “los mejores hermanos”.

Finalmente quedan las partidas para tres o hasta cuatro jugadores, que vendrían a ser como una especie de caos ordenado. La cámara se aleja dependiendo de los lejos que se encuentren los jugadores y es bastante habitual que con tantos personajes acabes muriendo tragado por el avance inexorable de la pantalla, pero igualmente sigue siendo brillante, especialmente si en lugar de apostar por la aventura principal os dejáis caer por los modos Libre o Caza de Monedas, enfocados a la competición y brutalmente divertidos. Si no fuera por la respuesta perfecta del control todo se iría al garete, pero New Super Mario Bros sigue siendo un título de habilidad de los antaño, donde el único requisito es hacerlo lo mejor posible, es decir, si te concentras ganas. Seguramente muchos se quejarán de que teniendo esta opción para cuatro jugadores no se hayan incluido modalidades online, pero en cierto sentido yo lo veo justificable desde el momento de que cualquier brizna de lag destruiría por completo la gracia del juego. Además, Super Mario es sinónimo de enchufar y jugar, algo poco compatible con las salas de espera en las que se han convertido los juegos online en la actualidad.

Comentario aparte merece la dificultad pues aunque el aspecto del juego podría llevarnos a pensar que estamos ante un pasatiempos sencillo esto no es para nada cierto. Los tres primeros mundos son relativamente asequibles pero a partir del cuarto la cosa empieza a complicarse bastante. De todas maneras, tal como ya hemos dicho no estamos hablando de nada desesperanto o imposible, sino todo lo contrario ya que el juego nos invita a superarnos y a calcular los saltos de forma milimétrica sin llegar a cansar en ningún momento. Si es que... ¡Estamos hablando de un Mario! Este tipo sabe lo que se hace, sin duda. Asimismo, para aquellos jugadores menos habilidosos se ha incluido una modalidad llamada Super Guía en la que máquina supera el control del personaje para superar el nivel automáticamente y puedas ver cómo lo hace.

Técnicamente el juego es espectacular, de lo mejor que he visto en los últimos tiempos, pero no por méritos del juego, sino por el propio avance de la tecnología. Es un hecho, hoy en día los televisores son más grandes que cuando jugaba a Mario de pequeño. En la actualidad cada vez más gente tiene unos pantallazos que antes solamente estaban al alcance de la gente rica y, claro, el juego es lo mismo de siempre pero verlo en un pantallote de 40 pulgadas, con las musiquillas de Mario saliendo a toda pastilla de los altavoces y con la ligera actualización gráfica es impactante. Hay que recordar que este juego bebe en gran medida del mismo título que salió en 2006 para Nintendo DS, así que podéis haceros una idea del cambio de la pantallita de DS a la tele. Si tu tele es de 14 pulgadas, igualmente no debes sufrir, el juego es impecable y perfecto a nivel visual, no hace falta más.

New Super Mario Bros. Wii lo disfrutarán tanto los veteranos de la NES y la Super como las nuevas generaciones de niños jugones con padres a los que realmente les molan los videojuegos y que juegan con ellos. Tanto vale como experiencia familiar para pasar la tarde después de comer con el abuelo mirando de reojo la partida como un entretenimiento con el que puedes divertirte con los colegas antes o después de salir de fiesta. Su aportación a la industria del videojuego como algo novedoso es igual a cero, lo del “New” sobra completamente, pero eso no quita que sea tremendamente divertido, completo y muy atractivo a los sentidos. New Super Mario Bros. Wii es un ejercicio de nostalgia brillante.

8 / 10

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