Ninjatown
Shurikens de algodón.
Quedaros con estos nombres... Ninja consultor, ninja de negocios, francotirador ninja... ¡Anti-Ninja! Así es como se conocen algunos de los personajes que podréis encontrar en NinjaTown, una nueva perla dentro del catálogo de Nintendo DS de la que seguramente habréis oído hablar desde que en la última feria E3 se comentara que había sido uno de los juegos revelación. El título creado por el estudio especializado en juegos para móvil Venan Entertaintment se enmarca dentro de lo que podríamos llamar “juegos de torretas”, un sub-género cuyo origen está ligado a los juegos de estrategia en tiempo real y que se caracteriza por ser sumamente adictivo aun teniendo un planteamiento repetitivo.
Podríamos llamarlos también “juegos de defensa”, ya que en la mayoría de ocasiones la excusa argumental de estos títulos no deja de ser defender algo, ya sea un castillo, un pueblo, unas criaturas, unos objetos... Lo que sea, lo que realmente nos importa es evitar que las hordas de enemigos se acerquen a nuestra base, y para ello deberemos construir las edificaciones que les barran el paso. Dentro de un ámbito comercial, de entre los juegos de este tipo destacarían por encima de todo los respectivos mods de dos clásicos como son StarCraft o Warcraft III, los juegos en la línea de Tower Defense, y más recientemente el imaginativo PixelJunk Monsters disponible en la PlayStation Store.
Tal como ocurre con los citados, NinjaTown no es la revolución de la que tanto se habló en el E3, pero sin embargo sí que conserva toda la adicción de este género. Así que si quieres un juego que te enganche hasta pasártelo ya puedes dejar de leer y salir corriendo para la tienda. Donde NinjaTown marca la diferencia es en la estética del mundo en el cual se inspira; un redondito, colorista y azucarado cosmos de adorables ninjas basado en una estilosa línea de juguetes de diseño. La compañía Shawanimals ha conseguido crear un universo de simpáticos muñecos dirigida tanto a niños como a mayores sin complejos donde co-existen en armonía diferentes tipos de personajes.
A partir de esta premisa el argumento de este pequeño gran juego nos pone en la piel de un anciano maestro ninja que en su papel de veterano estratega deberá organizar la defensa de NinjaTown, el paraíso de los ninjas felices. Todo ello porque de la erupción de un volcán ha aparecido el Sr. Demonio con intención de causar todo el mal posible con su ejército de malvados hombres de lava y, de paso, robar la receta secreta de las galletas de los ninja, la piedra angular de su economía ante los tiempos de crisis. Tragedia pura y nunca mejor dicho. Es como si los redactores de una supuesta página enemiga vinieran a robarnos la receta de los cubatas Eurogamer que prepara nuestro director el Sr. Robles. Se acabaría la inspiración, y con ello el portal que ahora estás leyendo se iría a pique. Miyamoto no lo quiera.
Podría parecer que ante semejante guión la profundidad de este juego de estrategia queda reducida a nada, pero pensar así sería un error. NinjaTown es un juego con suficientes opciones como para plantear muchísimos caminos posibles de cara al jugador. En ningún momento manejamos a los personajes, la principal preocupación del usuario debe centrarse en abastecer de unidades a la defensa y de situar en los lugares clave las cabañas de donde –una vez construidas– saldrán los ninjas. A partir de aquí disponemos de hasta 8 tipos de unidades distintas, las cuales pueden mejorarse bien invirtiendo en la cabaña bien construyendo edificios adyacentes que las doten de mejor ataque, defensa, rango de acción, etc.
El juego tampoco se libra de su ración de “momentazos DS”, es decir, aquellos fatídicos instantes –que coincidiendo siempre cuando estamos rodeados de más gente– nos obligan a soplar al micrófono, gritar como un mendrugo o a hacer cualquier otra tontería para conseguir algo. De hecho, esta es la forma de activar algunos de los superpoderes del anciano maestro ninja. Así, podemos barrer al enemigo provocando vientos, inyectar moral a las tropas gritando ¡Yamabuki! o atacar desde las alturas, donde se encuentra el curtido ninja barbudo. Por cierto, la imagen del maestro ninja ocupando media pantalla superior en su globo aerostático es tan inútil para las partidas como reconfortante para el jugador que necesita de la luz del maestro... Cuando juguéis sabréis a qué me refiero. Tres palabras: puro amor pixelado.
Todo se desarrolla muy rápido (las partidas duran entre 10 y 15 minutos), y uno se sorprende de como en poco menos de una hora ya es capaz de formar unas buenas barricadas ninja tras incesantes pero seguros clicks sobre la pantalla táctil. ¡Como si toda la vida nos hubiéramos dedicado a formar a estos guerreros de la oscuridad! Básicamente todas las acciones se llevan a cabo con el puntero y no hay que apretar botones, solamente se utiliza la cruceta para poder mover la cámara por el escenario.
La curva de dificultad está estudiada de tal manera que cualquier persona pueda jugar aunque no tenga experiencia en este tipo de juegos. En las primeras partidas conseguir la victoria es fácil y casi siempre acabarás con un rango de “A” o “B”, pero a partir del tercer barrio (que es como se estructura cada fase y tiene 4 niveles cada uno) todo empieza a ponerse bastante cuesta arriba y muy probablemente empecemos a pasarnos las misiones a partir del método ensayo-error y muchas repeticiones. En cualquier caso, NinjaTown es un juego que en su modo para un jugador es relativamente breve y alguien que juegue habitualmente se lo puede pasar perfectamente en 7-8 horas, y contando que las últimas misiones las repetiremos unas cuantas veces.
A la poca duración hay que sumarle una carencia total de modos de juego más allá del modo multijugador (con un cartucho o multi-cartucho). Estaría muy bien haber incluido un editor de mapas, sobre todo teniendo en cuenta que es un habitual en los juegos de torretas. A su vez, se me ocurren posibilidades que seguramente le darían una mayor flexibilidad al juego, por ejemplo poder modificar el radio de acción de las unidades más allá del clásico círculo, poder encargar a las unidades de combate cuerpo a cuerpo que se especialicen en un tipo determinado de enemigo, etc.
De todas manera, no quisiera que estas pequeñas limitaciones pasaran por delante de las virtudes de NinjaTown, que son muchas. Es un juego repetitivo, pero eso va con el género; lo que aquí importa es que es un título muy entretenido y que engancha cosa mala. No está a la altura de Advance Wars, pero también hay que tener en cuenta que aunque pudieran parecerse son de géneros distintos, y el juego de Intelligent Systems apunta más alto ya de entrada. NinjaTown es más humilde y consigue lo que se propone. La única gran pega que podríamos criticarle viene sobretodo por el precio, y lo cierto es que es un defecto compartido junto con otros muchos títulos del catálogo de DS, pero de todas maneras, ahí está. Son 40 euros por un tipo de juego que conseguir en otra plataforma como PC o PS3 no pasaría de los 10 euros. Aún con esto, si me tuviera que auto-regalar un juego de Nintendo DS para estas navidades sería este NinjaTown.