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Análisis de Nintendo Pocket Football Club

El equipo más pequeño.

No seré ni el primero ni el último que se refiera a lo reveladora que es la coincidencia en los lanzamientos del nuevo Football Manager para Vita y este Nintendo Pocket Football Club para 3DS que hoy nos ocupa. Si hace unos días la consola de Sony recibía lo que no deja de ser una adaptación portátil del manager de fútbol por excelencia -su base jugable es prácticamente la misma que en PC- el pequeño juego descargable que esta semana llega a la eShop de Nintendo se desmarca como una propuesta hecha totalmente a medida para esta máquina.

La esencia de ambos juegos no deja de ser la misma, esto es, dirigir y entrenar un pequeño equipo para que vaya ascendiendo categorías y acabe convirtiéndose en campeón, pero la ejecución y la aproximación a las partidas de ambos títulos va por caminos muy distintos. Mientras que el clásico de Sports Interactive siempre ha buscado una gestión del club y del equipo exhaustivas y con infinidad de pequeñas variables, el juego del estudio japonés ParityBit opta por la simplificación de opciones en aras de una experiencia más desenfadada -pero no por ello sin sustancia.

En Pocket Football Club no has de preocuparte de lidiar con la prensa, decidir si sancionar o premiar a tus pequeños jugadores pixelados de nombres inventados, no puedes cambiar de táctica durante el partido sin antes hacer una sustitución, no puedes ordenar estrategias individuales por jugador, ni tampoco puedes definir sets de tácticas específicas. Lo único que puedes hacer antes y durante los partidos se reduce a decidir qué jugador tirará los penaltis, los tiros libres y los cornes, determinar la zona de juego predominante, ordenar un estilo más ofensivo o defensivo y marcar a los jugadores rivales más poderosos.

Más importante que las estrategias y las tácticas es el hecho de ir entrenando a los jugadores de manera que poco a poco vayan mejorando sus estadísticas y ayuden a incrementar el rendimiento global del equipo. Es aquí donde entra en juego uno de los elementos clave del título dirigido por Hiroyuki Sonobe: las tarjetas de entrenamiento. Dado que no existe la opción de saltarse los partidos -tanto si son pequeñas pachangas de entrenamiento, como amistosos, como partidos oficiales nos tocará verlos enteros siempre- mientras asistimos al encuentro el entrenador (representado por el propio Mii del jugador) va lanzando breves comentarios/broncas sobre el desarrollo del partido que a sus vez se convierten en tarjetas de entrenamiento que más tarde deberemos usar.

"La aproximación que requiere Nintendo Pocket Football Club no deja de ser la misma de juegos como Animal Crossing: New Leaf, es decir, la de una experiencia de mantenimiento que, a pesar de su naturaleza simplista, con el paso del tiempo sorprende con pequeños destellos futbolísticos."

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Estas tarjetas inciden en acciones tan rutinarias como hacer estiramientos o pesas, entrenar aspectos como el tiro, los pases, o practicar los desmarques y la presión; pero como no podía ser de otra manera en un juego por y para una consola de Nintendo, también se añaden tarjetas más desenfadadas como enviar a nuestros jugadores sesiones de aromaterapia o al balneario para calmar los ánimos, ir al karaoke para subir la moral, o jugar a videojuegos para reducir el estrés. Estas tarjetas se aplican de manera individual a cada jugador, pero la gracia del asunto es saber encontrar combinaciones que den lugar a entrenamientos especiales entre los cuatro tipos de tarjetas (táctica, técnica, física y apoyo). En total hay 125 de estas combinaciones distintas que, además de permitir al jugador subir más rápido las estadísticas de un jugador también son la vía más rápida para especializar el tipo de juego de cada uno entre una variada gama de estilos que incluye categorías que van desde Polivalente y Recuperador, hasta Destructor o Relámpago, entre otras.

Como comentaba nuestro compañero Víctor en sus primeras impresiones, Nintendo Pocket Football Club es un juego que va mostrando sus posibilidades lentamente sus opciones. Al principio es difícil ver con claridad qué se ha querido hacer con este pequeño manager de fútbol que rehuye de cualquier filigrana visual, más todavía cuando la mayor parte del protagonismo se la lleva el mero hecho de ser espectador de unos partidos que parecen rememorar los viejos tiempos de Nintendo World Cup y Sensible Soccer. Pero como también apuntaba nuestro compañero, a pesar de que el título deje de lado cualquier atisbo de intentar convertirse en un simulador, lo cierto es que en sus reducidas ambiciones también hay fútbol de verdad.

Cuando hace dos semanas tome las riendas del equipo de Eurogamer.es las cosas no empezaron nada bien, perdía la mayoría de partidos y no acababa de ver claro qué debía hacer para mejorar la situación. Todo ello, mientras intentaba comprender la gracia de "perder" 10 minutos viendo monigotes de 8-bits dando chutes una pelota. Sin embargo, al cabo de unos días empecé a ver más clara la aproximación que requiere Nintendo Pocket Football Club, que no deja de ser la misma de juegos como Animal Crossing: New Leaf, es decir, la de una experiencia de mantenimiento. Poco a poco fui entrenando a mis jugadores, fichando a alguna estrella de otro equipo, estudiando cómo afectaba la ubicación de cada uno en el campo e, incluso, visionando repeticiones de partidos en la videoteca -donde pueden almacenarse hasta doce partidos. Todo ello sin hablar de las posibilidades de intercambiar jugadores con otros jugadores, la principal opción de su modo online junto con los partidos contra otros managers.

El juego de ParityBit requiere de cierta paciencia por parte del jugador a la hora de mostrar sus pequeñas virtudes, pero es uno de esos títulos ideales para jugar en pequeñas dosis y tener siempre con nosotros en forma de juego secundario. A pesar de que con el paso del tiempo sorprende con pequeños destellos futbolísticos, su naturaleza simplista lo aleja por completo de cualquier simulación de este deporte y quizá no guste tanto a los aficinados de los juegos deportivos como a los jugadores acostumbrados a los juegos de rol. Es inevitable no pensar en los pequeños simuladores de Kairosoft y en ese estilo de juego tan rematadamente japonés, pero como decía al principio, eso es precisamente lo que mejor encaja en una consola 3DS, y por eso Nintendo Pocket Football se siente tan bien en la portátil de Nintendo.

7 / 10

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