Nintendo ya no es para mi
Se rompió la magia.
Todo comenzó con el anuncio de Wii U y su mando-tableta. Lo que para algunos era una nueva forma de interactuar con la consola para mi era un trasto más que no sabría donde meter. El último Nintendo Direct y la reciente conferencia del E3 han sido la confirmación que "la gran N" ya no es para mí. Tuve una Super Nintendo cuando era un chaval y guardo un muy buen recuerdo de Yoshi's Island, Secret of Evermore, Starfox, The Lost Vikings y tantos otros juegos buenísimos de la generación de los 16 bits. Más recientemente jugué bastante a la DS (y algo menos a la Wii), pero cada vez me llama menos esa "magia" de Nintendo.
Sigo respetando muchísimo a Nintendo como desarrolladora. Sus juegos casi siempre están cuidadísimos en el apartado jugable. Aunque no soy muy fan, me quito el sombrero de lo bien pensados que están los Mario Kart o los Super Smash Bros. Mario Kart es un juego genial para jugar con amigos porque el juego te da ventaja si vas por detrás de forma que, a menos que seas muy bueno, siempre estás a merced de una concha azul o un cohete por parte de un rival. Los Smash Bros, a pesar de su apariencia casual y mantener la accesibilidad del juego de Karts, tienen una comunidad que los juega de forma competitiva y que le saca muchísimo partido a todo el sistema de combate.
Pero, a pesar de su jugabilidad, me tira cada vez más para atrás su ambientación. Entiendo que Nintendo tiene en sus manos una de las IP más potente del mundo de los videojuegos (Super Mario). Pero creo que, conscientemente, están evitando crear personajes carismáticos que le quiten protagonismo al bigotudo fontanero. ¿Hace cuánto que no aparece un antagonista como Wario o como los hijos de Bowser?
También entiendo que quieren apuntar a todos los públicos, pero parece que tengan miedo de salirse del "cuento de hadas". Creo que, por ejemplo, a Zelda o a Metroid les iría muy bien un enfoque moderno. No violento porque sí en plan Gears of War pero, por dios, Samus Aran es una cazarrecompensas que se gana la vida deteniendo a piratas espaciales (aunque hace más horas extra con alienígenas). También podría ser interesante un Zelda, aunque sea una entrega menor para portátil, que explorase la mitología como una gama de grises, no una batalla del bien contra el mal: quizás Ganondorf no es tan malo, quizás la Trifuerza es un poder demasiado irresistible para un mortal y, por eso, esta dividida en tres.
Quizás Nintendo siempre haya sido igual y sean las exigencias de los juegos modernos la que ponen de relevancia lo ridículo de la premisa de sus juegos. Pero lo cierto es que no recuerdo en Super Mario World nada parecido a tener que hablar con las estrellitas, los cometas glotones y el hada galáctica. Quizás los iconos de Nintendo funcionaban mejor cuando eran conceptos que ahora que tienen que ser personajes. Antaño no necesitábamos saber nada de Mario, pulsábamos Start y empezábamos a saltar avanzando de mundo en mundo sin que una narrativa tuviera que justificar la casa de los fantasmas o el mundo de la lava.
Y ya puestos a pelearme con Nintendo, también le echaré en cara que no entiende mis necesidades de comprador digital. Tampoco le exijo demasiado, podría llegar a conformarme con que mi cuenta del Club Nintendo sirviese para enlazar todas mis máquinas y tuviera la seguridad que, si compro un juego de forma digital, voy a poder recuperarlo si se me averiase la consola. Yo soy un converso digital, si puedo adquirir un juego digitalmente es fácil que opte por esa opción por comodidad. Pero con Nintendo, aunque tengo la opción, no es tan cómodo como comprar un juego en Steam, Xbox Live o PSN.
Al final, uno se da cuenta que no tiene tiempo para todo y que incluso se ha ido dejando cosas por jugar, y creo que es el momento para que Nintendo y yo nos demos un tiempo. Nintendo sigue haciendo juegos muy buenos, pero yo puedo vivir sin jugar esos juegos porque tengo la sensación, equivocada o no, de que ya los he jugado. ¿Van a tener la Wii U y 3DS exclusivas que querré jugar? Seguro. Algunas han salido ya. Pero yo no juego lo suficiente como para plantearme tener todos los sistemas (ya me cuesta seguir el ritmo de uno).