NyxQuest: Kindred Spirits
Un plataformas conmovedor.
Aunque oficialmente todavía no ha acabado, todo el mundo ya da por muerto y enterrado este caluroso verano. Acaba esa época del año que habitualmente se suele asociar con una sequía en lo que se refiere a lanzamientos de videojuegos y empiezan los tres meses más movidos en este sector. Haciendo un poco de balance, muchos coincidirán en que Batman: Arkham Asylum ha sido el gran juego de este verano y desde luego tienen argumentos para defenderlo. Sin embargo, yo apostaría por otro juego (o juegos). Me explico: yo creo que los auténticos protagonistas de este verano han sido los juegos de descarga que han ido apareciendo en Xbox Live, PSN y, como es el caso de este NyxQuest: Kindred Spirits, en WiiWare.
Títulos como Fat Princess, Battlefield 1943, Trials HD o Shadow Complex se han erigido como algunas de las propuestas más apetecibles durante estos meses y han demostrado al mismo tiempo que esto de las descargas online ya es algo tan normalizado hoy en día como lo es salir a la calle para comprar una caja de plástico con un disco dentro. Una característica común en estos juegos es su planteamiento puramente arcade, y es que son títulos que sin las filigranas estéticas y narrativas de “los grandes” van directamente al corazón de la diversión. Justamente esto es lo que hace NyxQuest, un juego que en la humilde opinión de un servidor ha sido la gran sorpresa de este verano.
Su planteamiento es bien sencillo, nos encontramos ante un juego de plataformas clásico en el que deberemos ir avanzando a lo largo de doce niveles. Como veréis en los tráilers y fotografías todos estos niveles parecen estar ambientados en las antiguas ruinas de una Grecia mitológica, y así es. El jugador controla a Nyx una joven alada que emprende una gran aventura para rescatar a su amigo Ícaro, quien ha desaparecido misteriosamente. A partir de aquí se desplega una sencilla trama de dioses infernales, fines del mundo y lo más importante, una velada historia de amor en la que por una vez la chica rescata al chico.
Tres son los ingredientes que hacen de este pequeño gran juego una joya: fluidez, sorpresa y pulso. En referencia a lo primero es fundamental tener en cuenta lo bien implementado que está el control. La mayoría del tiempo veremos como la protagonista se desliza por el escenario con absoluta suavidad, respondiendo a una configuración de corte clásico en la que casi no se hace uso del acelerómetro del WiiMote (cosa que celebramos sobremanera). El contraste entre la frágil y pequeña Nyx y los rígidos y gigantescos escenarios es una constante a lo largo de todos los niveles. Gracias a un control muy depurado sus desarrolladores han conseguido que se establezca una especie de diálogo entre la heroína y el entorno. Además de la capacidad de la protagonista de llegar a plataformas elevadas gracias a sus alas, a medida que avanzamos vamos aprendiendo otras habilidades pero en ningún momento se convierten en algo confuso, aprenderlas es cuestión de segundos.
Y es que casi en cada nivel aprendemos algo nuevo y en todas estas ocasiones nuestra reacción será de sorpresa –y aquí va el segundo ingrediente. La posibilidad de mover elementos del escenario a nuestro antojo, de dibujar la dirección en la que sopla el viento (muy parecido a LostWinds), o de tener un control absoluto sobre algunos proyectiles enemigos es capaz dejar boquiabierto al seguidor de los juegos de plataformas. Con esto se consigue que, aunque todos los niveles sean muy parecidos visualmente, en el fondo sean absolutamente distintos en lo que se refiere al diseño. Cada nueva pantalla no deja de ser una breve espera por ver con que nos sorprenderán sus creadores esta vez. Y decimos breve porque como los clásicos del plataformeo el juego se acaba en poco más de cuatro horas, cosa que no tiene porque ser negativa y que podemos entender dentro de este formato de juegos de bajo coste (10€) ideados para ser descargados.
El tercer ingrediente de la receta es el llamémoslo pulso, llamémoslo 'momentum', llamémoslo emoción. Porque NyxQuest es un juego que se sustenta en gran medida en el ritmo y en la satisfacción de avanzar superando los obstáculos. Resulta sorprendente que con un diseño tan simple en el que apenas hay tres tipos de enemigos se haya conseguido mantener la tensión sin que el tedio asome en ningún momento. La dificultad está milimétricamente media para que a la vez que asequible suponga un reto. En este sentido, el juego es recomendable para todo tipo de públicos.
A propósito de la emoción no habría que olvidar el gran respaldo que proporciona la banda sonora durante todo el desarrollo. Con unos pocos temas el compositor Steven Gutheinz consigue puntuar también en un plano emocional los distintos momentos. A veces lejana y seductora y otras vibrante y demoledora, la música se adapta a cada una de las situaciones llevando el conjunto todavía más alto. Algo que también consigue el apartado visual, un trabajo de una sencillez aparente pero que desborda personalidad y se muestra robusto en todo momento.
De hecho, muchos críticos han visto puntos en común entre esta producción de la pequeña desarrolladora española Over the Top Games y uno de los títulos de lanzamiento de la plataforma online de Wii, el LostWinds creado por el estudio inglés Frontier Developments. Y lo cierto es que llevan razón. Desde el control hasta la coherencia en su diseño artístico nos recuerdan poderosamente a ese otro juego, pero donde allí veíamos a veces algo brillante y otras algo lento y pesado, aquí lo que tenemos es un puro nervio, un plataformas que sin dejarnos respirar en ningún momento pierde la compostura y la elegancia de los solemnes templos griegos. No decae en ningún momento.
NyxQuest está muy bien medido en todos sus aspectos, es un mecanismo bien engrasado y de una construcción muy precisa. En ningún momento hace ostentación de todos estos valores, al contrario, como muchas pequeñas producciones se presenta con cierta humildad, sin armar mucho ruido, y esto lo engrandece todavía más. NyxQuest sorprende y hace que nivel tras nivel el jugador esboce una sonrisa, ría a carcajada limpia por algo que no tiene explicación aparente y pegue un grito cuando un desliz acaba con la frágil y pequeña Nyx. Es el mejor juego de WiiWare y está entre lo mejor de Wii, así de fácil.