Obama alaba The Witcher 2, pero no parece que lo haya jugado
"He de confesar que no soy muy bueno con los videojuegos".
La última vez que el presidente de Estados Unidos visitó Polonia, en 2011, su primer ministro Donald Tusk le regaló una copia de The Witcher 2 Collector's Edition.
Hoy, Barack Obama ha vuelto a Polononia y durante su discurso ha puesto a The Witcher 2 como un ejemplo de la economía emergente y la influencia que está adquiriendo el país - aunque, claro está, no parece que lo haya jugado demasiado.
"La última vez que estuve aquí, Donald me hizo un regalo", ha dicho Obama, "un videojuego desarrollado en Polonia que tiene fans en todo el mundo, The Witcher".
"He de confesar que no soy muy bueno con los videojuegos, pero me han dicho que es un gran ejemplo del lugar que ocupa Polonia en la nueva economía global y es un tributo al talento y al trabajo ético de la gente de Polonia, así como de la sabia dirección de los líderes del país, como el primer ministro Tusk".
Obama no es jugador de videojuegos, es algo que él mismo dejó claro ya antes de ser elegido presidente de Estados Unidos en 2008, cuando afirmó que el último videojuego al que había jugado había sido Pong - algo que no deja de ser irónico cuando en realidad se trata del considerado primer videojuego.
Sus buenas palabras hacia de The Witcher no son más que una mera cuestión diplomática, pero seguro que a sus responsables en CD Projekt les hará gracia esta curiosa mención. Muchos de ellos deben estar camino de Los Angeles, donde la semana que viene se celebra el E3, y seguro que The Witcher 3 está llamado a ser uno de los juegos más destacados.