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Avance de OnRush

OnFire.

No estamos viviendo, desde luego, la mejor época para los amantes de los juegos de carreras arcade. A lo largo de esta generación solo hemos visto de Burnout una remasterización, Need for Speed está de capa caída, Motorstorm fue sustituido por DriveClub y no hemos visto continuidad de títulos AA de la pasada generación como Split/Second, Pure o Blur. El título más destacado es sin duda Forza Horizon, pero dentro del arcade tiene una aproximación mucho más seria que el resto de juegos mencionados.

El nuevo estudio de Codemasters, formado a partir de veteranos de Evolution (WRC, Motorstorm y DriveClub), parece dispuesto a remediar esta situación con OnRush. Para ello han tomado referencias de los títulos que todos podríamos esperar, como Burnout o el propio Motorstorm, pero también de otros muy alejados: SSX, Rocket League, Call of Duty u Overwatch, por ejemplo. OnRush tiene un sabor clásico, pero también sabe que debe acercarse a las audiencias actuales si quiere sobrevivir en el disputado mercado del videojuego multijugador.

El esqueleto en torno al cual se arma su juego es el modo Furia al Volante de Burnout. La idea básica es simple: nosotros conducimos y no paran de aparecer coches que podemos eliminar a base de golpes. La siguiente capa es Motorstorm, cuya influencia se nota en el control, la ambientación, los vehículos y las sensaciones al volante en general. Y a partir de ahí se añade una estructura de multijugador seis contra seis que vamos a desgranar a continuación.

El toque propio de OnRush es lo que han denominado "sistema de estampida", el cual consiste en que el jugador siempre tiene a alguien a su alrededor. Además de los coches del equipo propio y del rival, hay una docena de coches controlados por la IA (morralla, los llaman) para ser machacados y así conseguir turbo. El objetivo es que siempre tengas a tu alcance algo que hacer; si te quedas demasiado lejos del grupo te devuelven al centro de la acción, si te chocas te devuelven a la acción en cuatro segundos y si te chocas por culpa de un rival, tras la repetición y la espera te dejan detrás de su trazada para que te vengues. Al final todo redunda en que no pasan ni dos segundos sin explosiones, choques y derrapes; la duración de las vidas se mide en segundos y no suelen pasar de un par del centenar.

La "estampida" funciona porque no hay línea de meta. No hay que ser el primero, hay que estar donde se aporta más al equipo. Las pruebas consisten en dar vueltas a los circuitos mientras se cumplen los objetivos de los cuatro modos. Overdrive (gana quien usa más turbo) y Countdown (hay que pasar por unas puertas para evitar que se agote un cronómetro) son más estereotípicos, pero en Switch (cada jugador empieza con una moto y tres vidas; cada vez que pierde vida cambia a un vehículo más pesado) y Lockdown (un rey de la colina con una zona en movimiento) se ve que han estado dándole vueltas a cómo introducir ideas de géneros populares ajenos a los juegos de carreras. Los dos últimos, además de ser los más originales, proporcionaron los mejores momentos de juego en el rato que pudimos probar.

En los vehículos es donde el juego bebe de los populares hero shooter; cada uno posee una habilidad especial y un Rush, una especie de ulti que se recarga de forma distinta en cada clase. Por poner un ejemplo, Dynamo es un buggy que sube el medidor de Rush quedándose cerca de sus compañeros y su ulti es recargar el turbo de los jugadores cercanos (sí, hay coches support en OnRush). Hay dos clases por vehículo hasta un total de ocho clases, cada uno con su ulti: las motos tipo Blade pueden dejar detrás de sí una estela al estilo Tron, la tanqueta Enforcer ciega a los que siguen su estela, el coche Charger machaca a los rivales que tiene delante por delante, etc.

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Hemos podido probar el modo campaña y el multijugador. El primero se podrá jugar solo o en cooperativo online con otras cinco personas. Quizá en las pruebas más adelantadas aumente la dificultad, pero las 10-12 carreras que pudimos probar parecían formar parte un tutorial avanzado para explicar las clases, y claramente se echaban en falta los rivales humanos.

El multijugador es claramente el foco de OnRush, y desde luego donde mejor rato pasamos. Habrá partidas rápidas y modo competitivo, y desde Codemasters nos dijeron que tratarán de evitar los lobbys lanzando a los jugadores a partidas en curso para que siempre tengan algo que hacer. Entre una partida y otra pasa apenas un minuto, y se nota interés por eliminar la fricción. En este modo, por cierto, también se nota la influencia de Overwatch, ya que el progreso pasará por cajas de loot con elementos cosméticos para cambiar el aspecto de los personajes y hacer bailes cuando salen los resultados de los mejores de cada equipo.

Quizá he dedicado demasiado tiempo a explicar cómo funciona el juego, cuando realmente la sensación que transmite OnRush es de inmediatez. Se controla de una forma muy intuitiva, los coches se deslizan suavemente por el barro y derrapan como si corriésemos por mantequilla. No sé si había botón de freno porque no lo he usado. Solo hace falta saber dónde está el acelerador, el joystick y el turbo. Echaba mucho de menos esa sensación.

Por otra parte es fácil ver a qué se refieren cuando hablan de la inspiración de juegos como Rocket League. Es muy cómodo de controlar, pero parece que los jugadores que quieran progresar en el modo competitivo tendrán que aprender a combinar las diferentes clases de forma equilibrada, crear tácticas para aprovechar sus habilidades y coordinarse a la hora de tomar la zona o defender a otro corredor. Habrá que esperar al código final para comprobarlo, pero todo apunta a que detrás de su vena arcade hay más profundidad de lo que cabría esperar.

Dos horas con el juego no son suficientes para tener una visión global (siempre quedan dudas sobre si aguantará el interés tras múltiples partidas), pero sí para ilusionarse. Las carreras arcade no pasan por su mejor momento, como decíamos al principio, pero OnRush transmite la sensación de que en Codemasters saben cuál va a ser su forma de llenar el vacío, y de que quieren que el juego mantenga las sensaciones que los veteranos del juego anhelan sin dejar de lado todo lo que ha pasado entre la anterior generación y la actual en materia multijugador.

OnRush tendrá una beta abierta del 17 al 20 de mayo en PS4 y Xbox One. Sale a la venta para ambas consolas el 5 de junio.

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