Orcs Must Die!
Muerte a los pieles verdes!
El juego cuenta con una curva de dificultad ascendente -con tres niveles de dificultad: Aprendiz, Mago y Pesadilla, que se desbloquean al superar el anterior- y que en algunos momentos, sobre todo en los últimos niveles, llega a desesperar. Esto ocurre porque, en algunos niveles, contamos con un dinero más bien escaso para hacer frente a la horda de orcos que se nos viene encima, o bien la fortaleza cuenta con dos puertas, y no hay manera de saber por cuál atacarán primero, teniendo que cubrir ambos caminos hasta el portal. Sí, es cierto, ésta es, en cierta manera, la gracia del juego, y sin duda, es todo un desafío, pero en más de una ocasión, tendremos la sensación de, como quien dice, ir tapando agujeros para ir tirando.
Al acabar con éxito un nivel, es decir, evitando que los orcos entren en los portales, recibimos un número de calaveras (de una a cinco) que podremos utilizar para mejorar las trampas. Éstas requerirán un mayor o menor número de calaveras. Además, conseguiremos una nueva trampa para nuestro particular inventario.
El juego es bastante rejugable, ya que en cualquier momento podemos volver a repetir un nivel para conseguir una mayor puntuación, y por consiguiente, más calaveras con las que poder mejorar nuestras trampas.
A nivel técnico, Orcs Must Die! es un videojuego sorprendente, tratándose de un título para Xbox Live Arcade y las limitaciones que esto conlleva. Gráficamente colorista, con un diseño de personajes, tanto del protagonista como de los orcos y otras criaturas, muy trabajado, tanto si hablamos de los detalles como de las animaciones. Las fortalezas, o campos de batalla, cuentan con un diseño muy acertado y están muy bien recreadas, con todo tipo de estancias, y tanto las trampas como sus efectos son espectaculares. Por otro lado, la banda sonora y efectos de sonido simplemente cumplen su papel, si bien es de agradecer que el juego llegue a nuestro país traducido y doblado a nuestro idioma, y es que las expresiones del protagonista son especialmente divertidas.
Ahora bien, no todo es tan bonito en el título de Robot Entertainment. Algunos niveles, con estructura de dos alturas, con escaleras, pasadizos, puentes y amplias salas, dificultan el control de todo el escenario, y es aquí donde un modo cooperativo para dos jugadores no habría estado nada mal. Además, seguramente la diversión se multiplicaría por dos al unir fuerzas con otro mago y combinar trampas y conjuros. Otro pero es, sin duda, el escaso tiempo que en ocasiones tenemos entre oleada y oleada para recomponer filas o revisar y montar nuevas trampas. Éste es, como he mencionado anteriormente, prácticamente inexistente, y la mayoría de veces intentaremos sobrevivir como podamos hasta la próxima horda. Esto, en los últimos niveles, se acentúa, con una dificultad, como he comentado al principio, hastía.
En definitiva, Orcs Must Die! es un título original, divertido, y realmente entretenido, que sabe encontrar el equilibrio entre la estrategia, el hack & slash, y el género de tower defense. Observar el escenario, elegir las trampas, prepararlas a conciencia, y luego ver a una veintena de orcos atravesados por otras tantas flechas, ensartados en púas al pisar el suelo, o despedazados por cuchillas, es una gozada, porque no decirlo. Quizá se echa en falta un modo cooperativo, para poder cubrir con garantías todo el escenario, o una dificultad más ajustada y un ritmo no tan frenético entre oleadas en algunos niveles, pero, sin duda, Orcs Must Die! ofrece una experiencia de juego fresca y apetitosa. No como un orco.