Originando una guerra
La arriesgada estrategia de EA con su servicio de descarga digital.
Pero sea cual sea la razón técnica para la retirada de Crysis 2, la realidad sigue siendo la misma: EA ha hecho algo con el juego, y lo ha hecho a sabiendas de que el resultado sería su eliminación de Steam. Los términos de Valve pueden ser estrictos en ciertos aspectos, pero desde luego no son complejos ni difíciles de entender, y es extremadamente poco probable que no haya habido comunicación entre Valve y EA antes de que el juego acabase retirado. EA puede no haber retirado Crysis 2 de Steam de forma directa, pero ha hecho algo (no sabemos exactamente qué) sabiendo que se produciría esa consecuencia.
Las espadas están en alto, entonces. No retiras un juego clave de la tienda digital de más éxito si no tienes una mentalidad beligerante y confiada al mismo tiempo. Equivocada o no, la intención de EA es clara: fragmentar el mercado de descargas digitales para PC y hacerse con una parte del pastel de Valve.
En cierto modo eso debería ser bueno para los consumidores y las desarrolladoras. Más competencia en el mercado es algo que se aprecia generalmente como un factor positivo, así que plantar cara al dominio de Steam debería ayudar a mejorar el servicio y los precios, así como los términos que tienen que cumplir las desarrolladoras. Pero esa idea ignora la naturaleza del servicio que EA propone con Origin.
La barrera básica de entrada, la necesidad de instalar un software propietario, sigue siendo muy alta
Origin realmente no será competencia para Steam, no en términos reales. Como escaparate para los productos propios de EA, Origin no está diseñado para alejar a los usuarios del servicio de Valve. En vez de eso, es un nuevo cliente que tienes que instalar junto a Steam, usando Origin para los juegos de EA y Steam para todo lo demás. En vez de introducir competencia en la distribución digital, un servicio para una única distribuidora simplemente distorsionará el mercado. Su objetivo no es generar una sana competencia y ganar cuota de mercado ofreciendo un servicio mejor; su objetivo es crear un servicio cerrado que da a EA más control del que tenía antes sobre sus consumidores y sobre el precio, aumentando sus márgenes de beneficio.
De hecho, aunque mucha gente se queja del dominio de Steam, la verdad es que el servicio de Valve es lo más cerca que estamos de una competencia sana en el mercado de la distribución digital. PSN y Xbox Live controlan sus precios con puño de hierro, asegurándose de que ningún competidor entra en su mercado. Servicios para una única distribuidora, como Origin (y debemos añadir que el servicio Battle.net de Blizzard es algo parecido), hacen lo mismo, manteniendo los precios inflados mucho tiempo después de que en las tiendas físicas ya hayan sido rebajados.
En Steam, aunque algunas empresas no rebajan sus precios, las distribuidoras están mucho más expuestas a la competencia. Ponerle a un juego mediocre un precio de cuarenta euros cuando tu rival ofrece uno mucho mejor por treinta en la misma página es un suicio comercial. Aunque no es entorno totalmente competitivo, ejemplos como ese fuerzan a las distribuidoras a rebajar sus precios de forma realista y a animar a los usuarios con ofertas especiales.
Steam, además, también tiene cierta competencia - existen servicios como Direct2Drive o Impulse, por ejemplo. La situación no es perfecta y la competición entre estos sistemas es un tema curioso, dada la tendencia de los usuarios a quedarse en uno de ellos tras unas pocas compras. Pero es, desde luego, una situación mucho mejor que tener un mercado compuesto por montones de tiendas en las que cada distribuidora ejerce un control total.
¿Debemos preocuparnos? Quizás no. No todavía, al menos. Origin todavía tiene que hacerse público y, siendo realistas, parece poco probable que tenga suficiente éxito como para que Valve se tenga que preocupar o para que otras distribuidoras se sientan tentadas a imitar a EA. La barrera básica de entrada, la necesidad de instalar un software propietario, sigue siendo muy alta, especialmente para jugadores que ya están contentos con el cliente Steam que tienen en su ordenador. Y es difícil que EA mantenga la exclusividad durante mucho tiempo, mientras pierden las pingües ganancias que recibirían teniendo el juego también en Steam.
Sin embargo, es una preocupante del visión del futuro que desearían los ejecutivos de algunas distribuidoras. Especialmente ahora, tras el fiasco de la PSN, ¿algún consumidor se siente atraído ante la idea de que cada distribuidora de tus juegos tenga un cliente instalado en tu ordenador y tus datos personales descansen en un servidor perdido en cualquier parte del mundo? Sinceramente lo dudo, y toda distribuidora que desee ese escenario debería recordar que dificultar el acceso al contenido rara vez ha sido un modelo de negocio productivo para ninguna industria creativa.